Capítulo 25

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Lentamente abro mis ojos y un destello de luz hace que frunza el ceño. Tallo mi rostro y miro a mi alrededor con confusión. Me encuentro sola en una gran cama, la cual desconozco. Caigo en cuenta de todo cuando escucho la voz de la ojiverde a lo lejos, "adiós, amor." seguido de una puerta cerrándose. Mierda, lo había olvidado, estoy en la casa de Lauren.
Rápidamente la vergüenza me invade cuando las imágenes de la noche anterior vuelven a mi memoria. Escucho unos pasos aproximándose y entro en pánico, decido simular estar durmiendo para evitar momentos incomodos.

Lauren: Camila, se que estás despierta. - dice luego de abrir la puerta, pero yo permanezco quieta. - Camz... - ahora su voz se escucha más de cerca. Siento su mano en mi cabello. - ya son las 11:00 am. - besa mi frente y yo no puedo evitar sonreír. Abro mis ojos para encontrarme con una sonriente Lauren. - buen día. - dice cálidamente.

Camila: buen día. - sonrío, aunque un poco apenada por lo sucedido anoche. 

Lauren: hay tostadas en la cocina. - hace una seña con la cabeza para que la siga. Me levanto de la cama y un punzante dolor se presenta en mi cabeza. La resaca se está haciendo notar.

Camila: puede ser un ibuprofeno para acompañar el desayuno? - digo con ironía. Lauren ríe y asiente.

Una vez llegamos a la cocina, me siento en la barra y tomo una tostada. Lauren me entrega un café, el cual agradezco, y luego se sienta junto a mi. Al parecer ella ya había desayunado antes ya que no come nada.

Lauren: cómo dormiste? - apoya su rostro sobre su mano.

Camila: bien... - mientras devoro mi comida. Me siento bastante avergonzada por todo lo sucedido.

Lauren: recuerdas algo de anoche? - pregunta.

Camila: no. - miento después de haberlo pensado por unos segundos.

Lauren: me gustaría hablar sobre eso, Camila. - me atraganto. Comienzo a toser y de inmediato tomo mi café para calmarme.

Camila: hablar de qué? - me hago la desentendida.

Lauren: lo que sucedió anoche. - va directo al grano. - eres muy honesta y directa cuando estás borracha. - añade. - dijste muchas cosas que quiero aclarar.

Camila: lo sé. - decido dejar de mentir. - lo recuerdo. - Lauren asiente, comprensiva.

Lauren: tienes toda la razón. - levanto mi mirada para encontrarme con la suya. - en todo lo que dijiste. Complico las cosas cuando deberían ser simples y termino lastimando a otros. Termino lastimándote. - suspira con tristeza. - nunca quise lastimarte, Camz. Lo sabes, verdad? - sus ojos me miran afligidos.

Camila: lo sé. - susurro débilmente.

Lauren: quiero que entiendas que yo jamás quise que las cosas fueran así, pero así se dieron. Si fuera por mí, esta casa la estaría compartiendo contigo y no con Ty. - mi pecho se estremece al escuchar las crudas palabras de Lauren. - pero no puedo, al menos no por ahora. Sé que todo esto es mi culpa y de verdad lo siento muchísimo. Pero yo... - la interrumpo.

Camila: mierda, es muy tarde. Debo ir a una audición. - no podía seguir escuchando a Lauren repetirme lo mismo una vez más. Ya escuché ese mismo discurso millones de veces y absolutamente en todas terminé con la cara empapada.

Lauren: Camila... - sé que Lauren puede leer mi mirada perfectamente. Sé que puede darse cuanta de como me siento. Decido ignorarla y camino al baño para arreglarme el cabello y cepillarme los dientes. - yo te llevo. Ty me dejó el auto. - escucho su voz desde el baño.

Camila: no es necesario, gracias. - respondo cuando me encuentro nuevamente en la cocina, tan rápido como meteoro. - adios, Lauren. - me despido con un intento de simpatía fallido que resulta en un tono grisáceo de tristeza.

Cierro la puerta detrás de mí, antes de que Lauren pudiera decir algo. Tomo el ascensor y salgo del edificio en dirección a mi audición programada. ¿Por qué soy tan honesta cuando bebo alcohol? Si no hubiera dicho nada anoche entonces me hubiera ahorrado este mal momento. Me hubiera ahorrado la conversación con Lauren que ya existió muchas veces en el pasado. Me hubiera ahorrado esta angustia a flor de piel.

Hoy audicionaré para una película. El personaje para el que me probarán se llama "Tony". Ella es una chica deprimida que sufre de bulimia. Tiene baja autoestima y es introvertida. Aunque es buena ocultando su depresión, cuando está sola ya no hay nada que impida que se derrumbe. Son esos los momentos en los que Tony se ve más vulnerable.

Finalmente llego al lugar y de un momento a otro me encuentro en la sala de audiciones, lista para decir mi texto.

Camila: mírate Tony. Que asco das. - me miro en un espejo de la escenografía. - mira esa panza asquerosa. - mis ojos comienzan a aguarse. - esas piernas, esos brazos. - me cubro la cara con mis manos. - nadie va a quererte nunca. - sollozo. - jamás. - Lauren. Lauren y sus duras palabras reaparecen en mi mente. - jamás. - repito y lágrimas comienzan a caer por mis mejillas como cataratas.

Me dedico a observarme y llorar por algunos segundos más hasta que la productora me indica la finalización de la escena.

Productora: muchas gracias, puedes irte. - dice mientras anota algunas cosas. Agradezco por el tiempo y me retiro sin más.

Definitivamente mis sentimientos reales me han ayudado a crear los ficticios, o mejor dicho, mis sentimientos reales fueron los que reflejé en aquella escena.
El teatro es mi terapia. Cuando me siento fatal y necesito desahogarme solo actúo. Creo una historia en mi mente, me invento un personaje, su nombre, su edad, sus aficiones, sus angustias. La actuación me ha salvado de situaciones horribles. Jamás en toda mi vida he sentido un amor tan fuerte como el que siento por la actuación. Quien hubiera dicho que por primera vez en mi vida, ese intenso amor iba a asemejarse a lo que siento por Lauren. Para mí, eso es increíble. Una chica me hace sentir algo casi tan fuerte como lo que siento por la gran pasión de mi vida, lo que me hace más feliz en este mundo, actuar.

Mi vida dará un giro inesperado, extraño, repentino. Debo saber escuchar al corazón, él me dirá cual es la mejor opción, el mejor camino. Espero hacer lo correcto.

Silver.

Avenida Madison                                                      - Camren - Donde viven las historias. Descúbrelo ahora