ADVERTENCIAS: PAREJAS BOYXBOY, SI NO TE GUSTA O ERES HOMOFOBICO VETE PORQUE NO SE QUE HACES AQUI.
Mi despertador sonó a las seis de la mañana, al igual que todos los días. Me levanté con una sonrisa en el rostro. Louis vendría a desayunar conmigo antes de irse a trabajar.
Tomé una ducha y luego me puse la primera camiseta que encontre, era de color verde, su favorito. Acomode mi cabello lo mejor que pude, supuse que a él le gustaría de cualquier manera; jamás se fijaba en mis defectos, solo me decía lo lindo que me veia.
El timbre sonó y yo aún no tenía la comida lista. Mire por la ventana y vi el auto de Louis estacionado enfrente.
Bajé las escaleras corriendo y abrí la puerta preparado para maravillarme con su belleza.
-Buenos días, amor.-murmuró antes de darme un tierno beso en la mejilla.
-Hola, Louis. Llegaste antes.-le reclamé al tiempo que cerraba la puerta tras de él.
-Lo siento. Me llamaron del trabajo pidiéndome que fuera más temprano para arreglar algunos asuntos.
-Pero aún no tengo listo el desayuno.
-Mejor, así lo preparamos juntos, ¿Qué te parece?
-Perfecto.-dije acercándome a él y rodeando su cuello con mis brazos. Louis colocó los suyos alrededor de mi cintura.
Nuestros labios se tocaron suavemente al principio, luego se movieron en sincronía. Profundizamos el beso, enredé mis dedos en sus cabellos, sintiendo el latido acelerado de mi corazón.
Comenzaba a faltarme el aire, pero todo mi ser se negaba a separarme de Louis. Luego de unos segundos, tomó mi rostro y lo alejó lentamente. Una sonrisa inundó el rostro de ambos.
-Vamos, preparemos el desayuno o no lograrás llegar a tiempo.-dije.
Lo tomé de la mano y lo arrastré hasta la cocina.
-¿Qué se te antoja?
-Mmm... ¿Que tal unos waffles? Pero sin que la masa se te escurra por los lados de la wafflera y que no queden crudos ni quemados, por favor.
-A tus órdenes.-murmuré con sarcasmo.
Louis sacó los ingredientes mientras yo preparaba el recipiente y comenzaba a mezclar todo. Cuando al fin estuvo la masa, conecté la wafflera y empecé a servirla. Al bajar la tapa para cerrar el aparato, grandes chorros de mezcla escurrieron por los costados.
-Te lo dije, Hazz.
-Lo siento, sabes que no soy bueno en eso.
-Ok, no te preocupes. ¿Sabes? Tengo una sorpresa para ti hoy.
-Lou, sabes que odio las sorpresas.
-Pero esta te gustará, te lo aseguro. Además, se trata de mi, la persona que más te ama en este mundo.
-Ok, espero que así sea. ¿Se puede saber que clase de sorpresa es?
-Mmm... No, prefiero dejarte con la curiosidad. Lo sabrás en la noche. Te espero a las siete en mi departamento. Si aun no llego, no vayas a entrar. Tienes que esperar a que yo llegue, de lo contrario se arruinará todo.
-Como tú digas.-susurré dedicándole una sonrisa.- Pero no llegues tarde ¿Ok?
Me detuve un momento a observar su rostro. Sus ojos, eran lo que más me gustaba de él. Eran de un azul intenso. Tenía con una mirada tan profunda, que cuando me veía sentía casi como si pudiera leer mi mente. Sus ojos siempre mostraban amabilidad y sencillez. Me sentía sumamente afortunado de tenerlo a mi lado. Su voz me trajo de vuelta a la realidad.