Academia para señoritas

La ventana

La semana, todo con normalidad, la normalidad que tenía últimamente. Casi no use mi celular, todo el tiempo lo pasaba en clases y las noches estaba con Logan, el único que me escribía.

Al fin era viernes, me puse una pijama de tirantes y shorts, hacia un poco más de calor,

Eleanor: haz cambiado un poco ¿No? -estaba distraída peinadome frente al tocador, cuando ví que nadie más le contesto la mire- hace unos meses jamás te imaginaria en esa pijama.

Tu: yo... -me ruborice un poco, ya que no sabía que decir- tengo calor -aunque ella no dejo de verme raro- pero si, creo que he cambiado un poco ¿Debería no? -volví al espejo- Pronto estaré en la universidad, no puedo ser una niña por siempre.

Julie: a demás, no es como que cambiar de elección de pijama la haga una persona diferente -salió a mi defensa.

Nora: a mi me gusta como se ve. -se levantó y se puso deberás de mi- tiene una cara tan inocente, le quedaría bien un estilo de ropa más fresco -me sonrió, no lo sentí muy amigable.

Tu: tampoco creo que cambiar mi pijama me cambié a mi, pero me siento diferente -deje el cepillo en su lugar y me senté en mi cama.

Ana: mientras cambies para bien -todas la miramos- la verdad me gusta tu pijama, sigues teniendo clase, podría ser de seda, aunque al menos es de satén, no como las de Nora, de poliéster y con muñequitos, mi madre diría que estás madurando. -me sonrió.

Ana y yo antes éramos las más rígidas, más educadas, mi educación me hizo ser casi tan perfecta como mis padres querían, pero para mi fue una decisión, para Ana casi una obligación. Me preguntaba que diría si supiera mis cosas con Logan, aunque nadie debería juzgarme, me preguntaba cómo me harían sentir sus comentarios si supieran todo.

Tu: espero sea madurez -le sonreí, apagamos las luces y y nos acostamos, yo solo fingí, mientras esperaba a que ellas se quedarán dormidas.

Tendí la cama, como cada viernes en la noche me quedaría con Logan y devia parecer que salí muy temprano. Tome mi celular y camine cuidadosamente a la puerta.

Julie: ¿___? -muy adormilada me miró- ¿A dónde vas? -a mi corazón casi le da un infarto

Tu: iré por un vaso de agua ¿quieres uno? -bostezó

Julie: no, gracias

Tu: está bien, duérmete, ahora vuelvo -se volvió a recostar y asintió mientras se acariciaba la cara con la almohada. 
Antes de salir de la academia fui por el libro de salidas y lo firme, estaba harta de correr cada mañana.

Llegué con Logan, sonrió al verme, me senté al lado suyo en el sofá. 

Logan: me encanta tus pijamas -me dió un beso.

Tu: a ti igual se te verían bien -nos reímos.

Logan: ¿Que tal tu día? -tomo mis mechones y comenzó a enrollar su dedo.

Tu: igual que todos, esperando para poder venir contigo ¿Y el tuyo?

Logan: solo esperando a que vinieras -me beso.

Me sentía muy bien cuando estaba con Logan, me preguntaba si me estaba enamorando, si alguien me lo preguntará en cualquier ocasión, fácilmente podría decir que no, que Logan no era más que un chico que me ayudaba a descubrirme. Pero cuando esos ojos cafés me miraban, sin que tuviera que tocarme, solo con una mirada y diría que efectivamente estaba locamente enamorada.

Narra Logan.

Después de nuestras actividades habituales terminamos abrazados en la cama, debajo de las cobijas, ni siquiera estábamos desnudos, ambos conservabamos nuestra ropa interior, lo cual era lo peor de mundo, hacia un calor infernal. Incluso sudabamos y no por los movimientos. Ella ya estaba dormida, con su brazo rodeando mi pecho, su cara sobre mi hombro y su pierna levemente sobre la mía.

Se veía muy linda, con la cara enrojecida, con una calma infinita, le di un beso en la frente, aún dormida se acomodo dando una vuelta, lo cual me dió libertad de poder levantarme y abrir una ventana. Abrí la ventana que daba a la calle y no hacía la academia. Volví a la cama y la abrace, la jale hacia mi y le di un beso en el hombro, jamás me había sentido tan bien con una chica que solo dormía a mi lado.

Narra _____

Casi podía jurar que estaba en un cuento de hadas, desperté por el cantar de los pájaros, con leves rayos de sol entrando por la ventana. Logan tenía su mano sobre mi, me abrazaba como un peluche, gire para quedar cara a cara. El sonrió estaba despierto.

Logan: ¿Te gusta lo que ves? -abrió un ojo.

Tu: podría ser mejor -me reí, el abrió los ojos por completo y le miró mal, pero divertido.

Logan: ¿Ah en serio? -me abrazo más fuerte

Tu: si, quizá un chico más alto -me hacía la tonta- que bese mejor

Logan: ¿Estás ofendiendo mis besos? -dijo en un tono indignado.

Tu: solo digo que podrían ser mejores -subí mi mano y puse mis dedos en su barbilla.

Logan: los míos son los mejores de Estados Unidos, sino es que los del mundo

Tu: yo soy quien jugará eso -me acerque para besarlo y el se aparto, soltando su abrazo.

Logan: no -se sento, preparándose para levantarse.

Tu: ¿Es en serio? -me burle

Logan: estoy indignado -sabía que jugaba. Lo tome del hombro y lo hice caer para atrás, con su cabeza en mis piernas. Sin decirle nada lo bese.

Tu: estuvo bien -me mordí los labios.

Logan: los mejores de América -se enderezó

Tu: yo diría que los segundos mejores -coloque mi trasero en sus piernas y lo abrace por el cuello

Logan: ¿Y cuáles son los mejores?

Tu: los míos, obvio -le hice ojitos.

Logan: hmm no lo aceptó, digo si, son excelentes -mordió mi labio y puso su mano en mi trasero- pero seguiré luchando por ese primer lugar.

Y realmente parecía una lucha, porque el disfrutaba con tanto placer mis besos como yo los de él. Me tiró de espalda contra la cama, sin dejar de besarme, mis piernas quedaron aún sobre las de él, pero estábamos recostados. En mi cadera, de mi lado derecho sentía como los boxers de Logan crecían, su mano acariciaban lentamente mis piernas y poco a poco se acercaba a mi ropa interior. Una de mis manos había quedado debajo de él, con la otra solo podía acariciar su brazo. Metió su mano en mi ropa interior, comenzó a tocarme.

Las ganas de más comenzaron a recorrer mi cuerpo, en una breve pausa mire a Logan a los ojos y me cuestione ¿Y si lo amo? Y si es así ¿Puedo entregarme a él? ¿Aquí y ahora? ¿Tenía que estar casada para eso? Básicamente me cuestione de toda mi existencia. Una parte de mi se preguntaba todo esto una y otra vez y la otra me respondía que lo hiciera, que lo quería y eso jamás iba a poder cambiar y yo sabía que me él me quería, que no era una más, que no era la más fácil de conseguir, realmente nos queríamos y estábamos dispuestos a esto.

Tu: Logan... -estuve a punto de decirle, de pronunciar esas simples palabras que lo valían todo para mí, pero mi vista se desvío y logré ver por la ventana a una chica, anonadada, ni siquiera estaba confundida, sabía lo que pasaba, me veía a la cara, nuestras miradas totalmente conectadas- Julie...