Ronroneos de Amor/ Yoonmin

No soy el mismo idiota

La vida parecía querer reírse de él en cada respirar, pestañear, suspirar e incluso en cada palpitar del corazón o cualquier cosa que el hiciera.

Ya dentro del taxi, después de haber depositado las maletas en la cajuela y haberse abrochado los cinturones de seguridad, se dispusieron a emprender el viaje hasta el hotel "Pollito Coloradito" sumidos en un silencio incómodo que incluso el conductor del taxi podía percibir. Las posiciones eran las siguientes: Zai del lado derecho de la puerta de los asientos de atrás, Yoongi en medio y finalmente, Jimin del lado izquierdo en la otra puerta.

-Bien -dijo el hombre impaciente por romper el frío ambiente dentro del taxi -. ¿Qué los trae por aquí?

Todos entonces dirigieron la mirada al hombre que iba conduciendo, poniéndole incómodo y arrepentido por haber hablado.

-Trabajo -contestó escuetamente Yoongi mientras los demás asentían.

-NYl es una ciudad muy pequeña, me alegro de que vengan personas a trabajar a este lado del país -dijo el hombre con una genuina sonrisa de felicidad.

-Claro, NYl tiene lo suyo, sobre todo en los cultivos.

-La familia Park es muy buena cuidando de los granos básicos, ellos se dedican a ello desde la prehistoria -bromeó el hombre, viendo a Jimin sonreír desde el asiento de atrás.

-Claro, Nam, somos de los primeros "humanos" en dedicarnos a cultivar, siempre nos llevamos bien con los gatos enormes que comían carne e incluso creo que me enamoré de uno de ellos y lo tuve comiendo de mi mano, hasta volverlo con el tiempo vegetariano -Jimin sarcasticamente sonrió y volteo a ver a Yoongi de soslayo -. Después de todo, los pollitos amamos tener la atención de nuestros amados gatitos.

Yoongi se removió incómodo en el asiento medio, mientras obtenía las miradas de su novia y la de Jimin fijamente puestas en él.

-Los gatos enormes que dices -dijo Yoongi después de un corto silencio de unos 5 segundos -, debieron ser unos grandes idiotas, como para dejarse hacer por alguien que al final ni siquiera valió la pena.

Jimin entonces agachó la cabeza avergonzado, entendiendo porque Yoongi decía aquello Y Yoongi sólo atinó a ver el paisaje del lado de la ventana del conductor.

-¿Sabes? -dijo después de unos minutos Jimin, quien jugaba nerviosamente con sus dedos -. Los pollitos amamos a los gatitos que están dispuestos a estar á nuestro lado.

-¿Aún si le haces daño y le obligas a ser como tu quieres?

Momento.

Esa no era la voz de Yoongi ni mucho menos la de Namjoon, quien se sentía asfixiado por todo lo que estaba pasando en el taxi.

Inclinandose un poco hacia adelante, Jimin se deleitó de las dulces facciones que la chica "novia" de Yoongi tenía: Era de piel blanca y con una nariz respingada y bonita, cabello lacio color rubio y bonitos ojos azules o ¿marrones? La cosa es que ella era una belleza andante y su voz era una melodía que querías escuchar siempre a toda hora.

¿Celos?

Sí.

Los tenía, la chica era dulce y muy tierna con una lógica que el no se hayaba capaz de responder, la pregunta le caló hondo y recuerdos de su relación con Yoongi llegaron a su cabeza, dándose cuenta inmediatamente de lo que había hecho mal en todo ese tiempo:

Trate de hacer que Yoongi fuera igual a mí, cuendo estaba más que claro que el nunca fue ni sería un pollito como yo.

Comenzó a sentirse estúpido y entonces respondió para sí mismo.

-Los pollitos aceptamos nuestros errores -murmuró para sí, siendo escuchado solamente por Yoongi quien se encontraba cerca de el -. Fui un idiota, pero aún así, yo, Jimin el humano me enamoré de un Yoongi que siempre estuvo para mi y me amo intensamente.

Yoongi se sonrojo al escuchar esa confesión, pero ahora tenía una vida hecha y no la dejaría perder sólo porque Jimin el pollito dijera palabras bonitas para él, ya no era el mismo gato idiota que quiso ser vegetariano sólo para agradar a ese joven polluelo que al final sólo atinó a dejar destrozado su pobre corazón.

Ya no soy un idiota.

Y por fin, después de un pequeño viaje que se sintió más bien, largo, llegaron al hotel donde se hospederían, despidiéndose incómodoslos uno de los otros, Yoongi y Zai entraron al hotel y Jimin con Namjoon se fueron en el taxi.

Ya no soy el mismo idiota.