Jungkook, Buenas Noches, No te vayas.

Buenas noches.

8 de enero.
3 a.m

Las calles están petrificadas. Todo es silencio, todo es frío. Tal vez, no todo.
Los dedos de Jungkook entrelazados a los tuyos, una fuente de calor heladora. Giras tu cabeza para el observarlo, mientras él vaga por las calles concentrado en sus pensamientos, o quizás no pensando en nada.
Quieres romper el silencio, silencio abrasador que hace temblar todo tu cuerpo. Él nunca está callado, no así.

En tu mano libre, llevas una bolsa llena de muñecos que Jungkook ha ganado en la feria *a este chico no se le resiste nada* ríes para ti.

Varios recuerdos del día de hoy cruzan tu mente, la radiante sonrisa de Jungkook al verte salir de tu portal y el ligero tono rosa que tomaron sus mejillas al besar tu frente.
Su cara de emoción al llegar y ver la gran noria, y cómo tiraba de tu mano de un lado a otro sin saber qué atracción escoger primero.
Como se reía al verte incapaz de derribar un solo vaso con la bola, o el dulce tono de su voz al decir "elige lo que quieras, lo ganaré para ti".
Lo feliz que parecía en lo alto de la noria, y la forma en la que las luces de la ciudad se reflejaban en sus oscuros ojos, haciendo parecer que todo estuviera iluminado por ellos.

- Mira, un copo de nieve.- Dice, sacándote de tus pensamientos.
Diriges tu cabeza al cielo y ves los copos de nieve caer, coml si las estrellas descendieran directamente sobre vuestros cuerpos.

Ríes al ver a Jungkook soplar para hacer salir el vaho de su boca, y al mirarlo, te das cuenta de que su nariz y sus pómulos están ligeramente rojos debido al frío, lo que le hace parecer más inocente.

Agarras su mano y sales corriendo hacia tu casa, es tarde y las temperaturas son cada vez más bajas.
Una vez allí, te quedas de espaldas a tu puerta, mirando la proximidad de Jungkook. Está parado frente a ti, cerca, muy cerca. Se inclina para darte un beso y notas la punta helada de su nariz rozar tu mejilla, mientras te da un beso, muy cerca de tu boca, pero sin llegar a rozarla.
Vuelve a su altura y te mira expectante.
Te sonrojas y lo único que aciertas a decir es "buenas noches".

Buenas noches que piden a gritos que no te vayas. Piensas.

Él se aleja.