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JOEL

Despierto tratando de acostumbrarme a la luz, me duele todo el cuerpo y me cuesta un poco respirar.
Al acostumbrarme miro toda la sala, y a mi lado está Christopher durmiendo. No quiero despertarlo pero al acomodarme en la cama, rápidamente abre los ojos.

–Oh amigo, ¿te sientes bien? ¿Precisas algo? ¿Puedes hablar?

Me causó gracias la forma en que hizo las preguntas, pero en éste momento no me encontraba para chistes.

–Erick, Erick... ¿Qué pasó con él?

–Amigo fue secuestrado, no se sabe nada hasta ahora.

–Debo irme de aquí.

–Joel, ¿te das cuenta lo que estás diciendo?

–Tengo que hacer algo.

–Para eso está la policía.

–Me prestas tu celular para hacer un llamado.

–Mmm si. –responde a duras penas.

Agarro el celular y anotó un número, que lo recuerdo, sabía que en algún momento lo iba a necesitar.

William:

¿Hola?

Es todo por tú culpa maldito imbécil.

¿Quién miércoles te creer para hablarme así?

Por tu maldita culpa han secuestrado a Erick, y vaya a saber que mierda le están haciendo.

Usted no sabe nada, no es asunto suyo.

¿Está buscando a su hijo?

Por supuesto, y como le he dicho no le interesa, métase en sus asuntos.

  Si Erick no aparece, considérese hombre muerto, si Erick aparece con la mínima cosa, también. No importa que él luego me odie para toda su vida pero por tu culpa estará viviendo un infierno. Usted no sabe nada de mí, no sabe hasta que punto soy capaz de hacer algo por alguien que quiero...

Fin llamada

___

–Basta Joel. –Christopher me agarra el celular y corta la llamada– No piensas en lo que estás diciendo, el enojo te ciega.

–Es tan solo lo que pienso.

–¡No, no eres así! –me responde gritando– Eres un chico bueno, dentro de ti hay un gran corazón, no quieras ser como esa gente.

–No sabes nada, Christopher.

–Sé que estás enamorado de ese chico, sé que darías tu vida a pesar de que no se conozcan de hace mucho, sé que amas a Erick y que morirías si algo le pasa. –me mira serio–. No se que te hizo que te enamores así, me alegro pero no por eso voy a dejar que digas esas tonterías, tú ahora debes de concentrarte en curarte estuviste a punto de morir, y luego si, buscaremos a Erick, pero no puedes decir lo que haz dicho. ¿Eres como ellos, Joel? ¿Por tu cabeza a pasado la idea de matar? ¿Quieres ser un asesino? ¿Quieres ser como mi padre? Abandonó a su familia cuando más la necesitaba, se fue a la cárcel pudiendo haber luchado con el bien, no sigas su ejemplo.
Tienes una madre que está luchando en este momento para poder ganarle a esa enfermedad de mierda. Necesitas que estés bien, que seas una persona buena, que luché por sus cosas pero con el bien, Joel, no te arruines la vida.

Al terminar de decir eso se va del cuarto y mi cabeza es un mambo, siento que explotará en este preciso momento.

–¿Cómo se siente, joven? –entra el médico

¿Todo ok? - JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora