Pacto Ignorante

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Con una mirada amenazante y con el bebé en sus brazos, miró al enemigo. Entendió la situación, y muy rápido se movió alejándose de él. No para huir, si no para prepararse.

Es muy sabido que las mujeres en la sierra, del Perú, llevan siempre una manta que rodea su espalda, sirve para llevar algunas ramas, pero sobre todo, llevar a los infantes.
Esta manta es conocida como "La manta de la vida".

Suyan acomoda la manta, pone al bebé y amarrando la manta a su pecho y el bebé en su espalda, solo le queda rogar

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Suyan acomoda la manta, pone al bebé y amarrando la manta a su pecho y el bebé en su espalda, solo le queda rogar. Rogar que el bebé no sufra algún golpe que ocasionará este conflicto.

Una pierna delante y la otra detrás, soportando así su peso en 40% una pierna y 60% la otra. Y sin bacilar lanza una patada que impacta con la suela de su zapato en el vientre del enemigo.

¿Por qué?

Suyan sabe mejor que nadie en el pueblo donde estan los puntos importantes de impacto de un ser humano, que entre muchos. El punto más fácil de alcanzar y por ende la mejor manera de reducir a un oponente, es la quijada. Un golpe preciso ahí, hará tu cerebro rebotar.

En definición simple: Knock out.

Luego de la patada, lanzó un golpe directo a la quijada de su oponente, un derechazo digno de admiración, limpio y potente.

El ser recibió el impacto, cayendo al suelo. Y a consecuencia Suyan tuvo su segundo pensamiento.  —¡Huye!— . Corrió hacia la salida.  Intentó escalar los escombros que habia ocasionado ella misma al caer en esta cueva.

Divisa la Luz del día en su máximo esplendor, falta poco. Pero comete un error, la curiosidad de saber que cosa era lo que enfrentó, la hace voltear la cabeza, mirando hacia atrás. y con toda la luz de la entrada de la cueva llega a ver por completo al ser al que se enfrentó, que ya estaba de pie nuevamente y se acercaba queriendo agarrar sus piernas antes que escape.

Ya sabía su altura, divisaba un color raro de piel, pero sus ojos. Su mirada, unos ojos negros con una pupila roja, hacen que Suyan, se congele del miedo, le entra el pánico. Cinco segundos se quedó sin avanzar, ni los llantos del bebé la hacían reaccionar.

El ser no desaprovecho la oportunidad y tomó una pierna de Suyan, y jalando con fuerza la hace regresar de nuevo a dentro de la cueva. Suyan cae, pero evita caer de espalda y se voltea con agilidad de gato para sostener al bebé de su espalda entre brazos. Tiene miedo, pero ella mira bebé en sus brazos, y mira a la criatura que la empujo de nuevo hacia dentro de la cueva. El miedo se vuelve ira, el miedo le da fuerzas, fuerzas de proteger al indefenso.

La criatura quiere agarrarla, pero ella con bebé en brazos le da un cabezazo. Aprovecha el impacto para acomodar al bebé de nuevo en la espalda, y se abalanza contra su enemigo que esta aturdido, la rodilla del ser está en el suelo, Suyan aprovecha y lanza un derechazo en la mejilla izquierda, un izquierdazo en mejilla derecha, y finalizando con una patada en la ingle. El ser cae de rodillas, Suyan aprovecha con su codo golpea y a la altura de las cervicales (Debajo de la nuca).

Un golpe en esa zona a una persona normal, podría en el mejor de los casos hacerle perder la conciencia, y en el peor dejarlo ciego o matarlo, por esa razón se evita esos golpes en esa zona en los deportes de contacto. Está ganando, lo siente, su oponente no opone resistencia. Pero una segunda criatura igual a esta la toma desprevenida del cabello. Ella actúa por reflejo y joroba la espalda como palanca, impulsando a quien la tiene agarrando por detrás hacia adelante. Pero esta acción hizo que el bebé también se cayera por el brusco movimiento. El bebé llora más fuerte aún, la primera criatura estira su brazo queriendo agarrar al bebé. Pero Suyan lo embiste cayendo ambos al suelo. Suyan, se mueve más rápido, se pone de rodillas, y golpea a ambas criaturas en la cara mientras siguen en el suelo. Golpea, y golpea, Siente como si estuviera golpeando rocas, pero el dolor en sus nudillos no importa, su deseo de proteger a ese bebé la hace no sentir ningun dolor, solo quiere acabar con la amenaza, quiere poner a protección al bebé. Pero una voz resuena en la cueva y dice en quechua.

(Quechua es un idioma antiguo del Perú que aún sigue vigente hasta la fecha)

—Es suficiente—

Suyan voltea la cabeza buscando al que dijo eso, pero la oscuridad de la cueva no la deja ver que más hay en el fondo. Vuelve a voltear a ver a sus oponentes, pero ambos están de pie y mirándola. —¡¿En qué momento?!— Se preguntó. Una patada de uno de ellos impacta en su cara, tirándola contra el suelo. y otra vez la voz suena: —ES SUFICIENTE DIJE—

Suyan ve como ambas criaturas se arrodillan, como si estuvieran en presencia de un rey o alguien superior. Suyan tambaleando, se pone de pie y mira al bebé, y lo ve sentado con la manta de la vida cubierta en su cuerpecito.

—Mujer, eres descendencia pura de sangre de oro, sangre de tierra, sangre de guerra. ¿Quien eres y que haces acá". — dijo la voz.

 —Mi nombre es Suyan y yo...—

—QUE ESCUCHO, LENGUA DEL MAL, VUELVES A DECIR ALGUNA OTRA PALABRA Y TUS ENTRAÑAS SERÁN REGADAS POR TODAS LAS TIERRAS QUE ESTE SANTUARIO LLEGA A VER—

—Mi nombre es Suyan, y vine en busca de un familiar—dijo Suyan, pero en quechua esta vez. Pues la voz lo decia tambien Quechua.

—Oh mamita linda, como ves, no hay ningún familiar tuyo acá.—

—Ese bebé..— Dijo Suyan.

—Ese bebé, no es lo que piensas, vete de aquí y no regreses.—

Suyan voltea y camina a la salida pensando en la suerte que tiene de salir viva de esto, pero el bebé empieza a llorar, un llanto quebrantador. Trata de ignorarlo, pero simplemente no puede.

—¿Qué quieres por el bebé?— Preguntó Suyan, pues en su ignorancia solo se le ocurrió negociar.

—Hija de la tierra, este lugar es para proteger al bebé, es un niño de esperanza, aceptar el desafió de su responsabilidad, implica muchos riesgos que caerán sobre ti.—

Suyan, no tiene idea en lo que se mete, ella  duda, en su mente solo piensa — ¿Que estoy haciendo?— Pero su corazón hablo en ese momento, y dijo: Acepto.

—Entonces una promesa se hace hoy, el bebé, no saldrá de esta cueva, vendrás cuando se te llame, y solo ahí podrás ver al bebé, y aceptar las peticiones que te haremos, solo así, este niño crecerá, te protegeré a ti, a tu tierra, y a los que te rodean, hija mía. Vienen tiempos difíciles—.

Suyan, no estaba conforme, ¿el bebé quedándose en esta cueva? eso no era lo que pensaba como trato.

—No digas más, veo tu corazón la preocupación, no somos enemigos—. dijo la voz. Para luego la cueva iluminarse por completo.

Suyan, acepto con algo de asombro lo que se mostraba ante ella, las paredes de la cueva eran oro. Los dos sujetos a los que se enfrentó que aún seguían arrodillados, tenían vestimentas y accesorios que eran fáciles de reconocer. Ya tenía una idea pero ahora lo confirma: "Son Incas".

El bebé, que estaba sentado y tenía la manta encima de su cabeza rodeando su cuerpo, tenía los mismos ojos que los dos incas, negros y una pupila roja. No lloraba, solo se quedaba ahí sentado. Aun así  curiosidad de Suyan no estaba satisfecha, busco a la persona o cosa que emitía esa voz con la mirada, pero no lo encontró por más que volteaba por todos lados.

Suyan entendió que no es algo en lo debía haberse metido, ni los incas, ni el bebé, ni la cueva, pero ya había aceptado. Suyan solo se limitó a escuchar.

—Ve descansa hija de la tierra, tienes mi bendición, este niño crecerá con tu desempeño. En la salida hay un collar, este brillará cuando debas de volver y te mostrará el camino.

Suyan va la entrada de la cueva, donde entre las rocas estaba el collar que se mencionó, lo toma y sale de la cueva. Al voltear la mirada, la cueva había desaparecido.

Eran las 11 am, y con la cara llena de moretones regresa a casa. Solo para ser recibida con un griterío de preocupación de parte de sus padres. Pero ¿y Ramón?

Resulta que el mocoso había ido a jugar futbol con unos amigos de regreso, y se había perdido la noción del tiempo, pero regreso 1 hora antes que Suyan. Igual recibió su gritadera merecida y sus 3 nalgadas.

SuyanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora