¡Sólo tú, imbécil! (Editando)

Capitulo 8- Amenazas y mal sabores

Cameron

—¡Llegas tarde, Jones! -me gritó desde lo lejos el entrenador Darren—. ¡Ocho vueltas alrededor de la cancha ahora!

No refuté ni me quejé, me limité a acatar su orden. Se le veía demasiado ofuscado.

Dejé mi maleta deportiva y empecé a hacer algunos estiramientos antes de empezar a trotar.

Los demás chicos del equipo estaban haciendo otro tipo de ejercicios con el balón, miré a la dirección de Lucas y éste tenía una mirada desaprobatoria en el rostro.

Lucas Williams era divertido, simpático y una persona fácil de tratar, pero era muy diferente en el básquet. Disciplinado, comprometido y responsable.

Yo sabía muy bien el compromiso que él se ponía en el deporte. Se notaba que esto era todo para él y la pasión que ponía en éste, y creo que el entrenador también lo notó ya que bastó unos cuantos meses en el equipo en el equipo para que tuviera el título de capitán. Aunque sabía perfectamente cuanto se había esforzado en cada práctica.

Me gustaba el básquet, pero no de la misma intensidad en que lo hacía Lucas, como dije, él era más apasionado mientras que yo solo lo veía como un pasatiempo, una manera de relajarme cada que tenía un problema o de dejar de pensar.

Apenas terminé de correr alrededor de la cancha, los demás del equipo también habían terminado los ejercicios asignados. Luego, nos indicó que debíamos realizar desplazamientos laterales con el balón en grupo.

La suerte no estuvo de mi lado ya que me tocó con la persona que menos quería enfrentar en estos momentos.

Lucas.

—Di lo que tengas que decir —fue lo primero que dije.

Tenía cara de culo.

—No diré nada.

—Estas enfadado —expuse—. Sé que quieres decir algo.

—Quiero golpearte —admitió—. Se acerca un partido importante, Jones.

—Lo sé.

—Pareciera que no porque no te lo tomas enserio —acusó.

—Lo hago ¿sí? —dije—. Una de mis prioridades siempre ha sido el equipo y lo sabes.

Me molestaba que me dijera lo que tenía que hacer, pero sabía muy bien que tenía razón. No me lo estaba tomando enserio.

—Demuéstralo.

—¿Cómo? —increpé frustrado por la situación.

—Es increíble que te tenga que decir lo que ya deberías saber. Empieza por venir temprano a las practicas —me lanzó el balón con fuerza, pero logré atraparlo—. Suficiente desventaja tenemos con Ryan que no se le ocurrió mejor idea que dejar el equipo cuando estamos a punto de jugar una fecha importante.

—Bien.

—No, nada está bien —reclama—. Quiero que te lo tomes enserio, Jones. Si queremos que las universid...

—Ya lo sé ¿bien? Mi padre también me lo repite todo el tiempo y no necesito una copia exacta de él en el instituto, suficiente tengo en casa, gracias. —solté, completamente hastiado.

Suspiró, —No quiero discutir contigo, porque sinceramente no me van los dramas ni estresarme por las cosas que no me competen, al final de cuentas, el único que decide sobre tu futuro eres tú mismo —aclaró—. Solo ten en cuenta que mientras más partidos ganemos, más oportunidades tenemos de que se fijen en el equipo, y yo enserio quiero formar parte de las grandes ligas.