Capitulo 4: Un día especial.

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Tres meses. Ese es el tiempo que están apunto de cumplir. El tiempo pasa rápido para ellos. Juntos. Felices. Unidos. Es la magia del amor. En estos tres meses no a habido sobresaltos en su relación. Sus mayores problemas han sido malentendidos entre ellos, y un poco de orgullo. Nada con lo que no puedan. Pero el día que hacen tres meses es especial. Y ella, acostumbrada a las sorpresas de él, a sus regalos inesperados, a sus; "baja, que estoy en tu portal con ganas de verte", a la hora que sea, ha decidido prepararle algo. Quiere pasar un día entero junto a él, y volver a un sitio especial para ambos. A aquella playa de la primera vez. Desde aquel día no han vuelto a pisar la arena de esa playa, y eso es algo que empieza a quemar en sus corazones. Es demasiado pronto para perder las buenas costumbres, para que la pesada rutina aparezca. 

-Franky, ¿sabes que pasa dentro de dos días?

-Claro, hacemos tres meses. Y es Martes. 

-¿Has pensado en hacer algo por ese día? Y no me ocultes nada.

-Había pensado en llevarte al cine por la tarde, o por la noche. No sé. Es que hay una película que quiero ver, es de zombis. 

-¿Te puedo pedir una cosa?

-Claro.

-¿Me dejas que yo me encargue de hacer especial ese día? Es que me he roto la cabeza para pensar en algo especial para ti, para mi, para lo nuestro. 

-Claro, esa película la podemos descargar, y verla en mi cuarto. ¿Que sorpresa me tienes preparada?

-Ya verás, pero necesito que estemos desde la mañana, hasta la noche. 

-Odio madrugar, pero por ti merecerá la pena, ¿me despertarías tú? Así, tal vez, no me cueste tanto. 

-Claro que si gordi, yo le pito a tu padre, y ya me meto en tu habitación y .. (la interrumpe)

-Y me echas un polvo mañanero jaja. No te aproveches de mi, que por la mañana estoy empanado, ya sabes. 

-Que tonto llegas a ser, pero eso también se verá jaja

Y llegó el día, llego el martes. Son las diez de la mañana, y Áfrika se esta vistiendo, se dispone a ponerse su mejor biquini. Quiere estar guapa. Se mira como 7 veces al espejo, antes de salir del aseo. Va su cuarto, coge una caja de condones, el paquete de tabaco, algo de dinero, dos paquetes de gusanitos, la toalla, y un chupachups de fresa y nata. Y sale de su casa, con las manos temblorosas. Se le pasa por la cabeza que puede qué a él no le apetezca ir a la playa hoy, que este vago, o que no sea tan sorpresa como ella piensa. Pero el sol brilla casi tanto como aquel primer día, no corre el viento, y hace algo de calor. Con el paso ligero llega a casa de Franky en menos de 15 minutos, pita al telefonillo, y le responde él. Ya no podría despertarle como el quería, y a ella le hubiera echo ilusión hacer. Subió las escaleras, entra a su casa, y encima de la mesa se encuentra una nota. "No he podido dormir pensando en que sorpresa tendrías preparada, pero como te dije, me apetece que me despiertes, así que estoy haciéndome el dormido en mi cama, te espero." Y una enorme sonrisa se le dibujó en el rostro de ella. En ocasiones, este tipo de detalles dicen más que un "te quiero". Y ella lo sabía. Él era capaz de ponerle su toque especial en cualquier pequeña cosa que hiciera, hasta en lo más tonto. Y pocas personas tienen ese don. En fin, se dirigió a su cuarto, y lo vio medio tapado con la sábana, abrazado a la almohada, sin camiseta, con esos pantalones cortos de nike que tanto le gustaban, y con una media sonrisa en la cara.

-Buenos días mi niño, es hora de vivir un día especial. (le besa en la mejilla de la cara)

-Tu niño es un princeso, y necesita un beso en la boca para despertar .. (sonríe)

Gritándole al silencio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora