Gritándole al silencio.

Capítulo 9: El condón.

Pasa el tiempo, y parece que cambia tu vida a cada segundo. Decisiones, caminos, errores, experiencias marcan nuestro destino. El invierno llega, y nos volvemos tristes. Ha pasado ya bastante de aquella primera pelea del ex. Pero las discusiones ahora son más rutina que nunca. Triste rutina. Celos, desconfianza, malas palabras, cualquier excusa sirve para empezar una nueva pelea que nada aporta. Tan triste que ya se han acostumbrado a esto, y es raro el día en el que no exista algún pequeño roce. Quizás se deba a que la rutina de verse todos los días empieza a causar estragos en su relación. Ahora ya no quedan con sus amigos, están solos.  Un poquito de culpa de ellos dos. Sobre todo de Áfrika. El miedo a perderlo se a acrecentado este tiempo. No se perdona el primer fallo que tuvo. Y piensa que en cualquier momento, y por cualquier tontería lo va a perder. Así que siendo un poco egoísta, ha ido consiguiendo que Franky solo tenga tiempo para ella. Nada de verse con sus amigas, nada de que el haga lo propio con sus colegas. Y al borde de su locura, ha trazado un plan para poder reternerlo toda una vida a su lado. Algo que hará que siempre estén juntos, que siempre tengan un lazo de unión. Pocos días después de la pelea del ex, quedaron en casa de ella. Y con toda su maldad, ella planeó pinchar un preservativo, para así quedarse embarazada de él. Piensa que si llegan a tener un hijo, nada los podrá separar. Un hijo en común siempre hará que tengan que estar en contacto. Y obligarlo, porque no, a estar con ella. Aunque ella aun está en el instituto, él ya trabaja, y aunque siga viviendo con sus padres, podría utilizar ese dinero para irse de alquiler a cualquier piso barato y de poca monta. Seguro que sus padres ayudarían, y los de él también. La familia siempre acude en ayuda en estás situaciones. Así que el tema del dinero no sería mucho problema, al menos por ahora. Pero está claro que tal vez el quisiera abortar, pero ante eso ella se a cubierto las espaldas. A partir de los 3 meses ya no podría abortar, ya que la ley en España así lo dice. Y ese es el tiempo justo que ha pasado. Y efectivamente, ella ya está embarazada. Un pequeño ser se encuentra dentro de ella formándose. Una pequeña vida que nada sabe de porque va a venir a este mundo. Su plan de pinchar el preservativo funcionó. No sabe si fue aquella tarde, o las que hubo después, ya que de la caja de seis preservativos, solo uno quedo si pinchar. Todos los demás los utilizaron. A las semanas de gastar todos los condones, una mañana ella faltó a clases, aprovechando que su casa estaba a solas. Se vistió, y se dirigió a varias farmacias para comprar varios test de embarazos. Al llegar a casa, nerviosa, se dispuso a comprobar si en realidad estaba embarazada, ya que ella notaba ya ciertos mareos, y la regla aun no le había venido. Con una actitud realmente fría, observó como de los tres test que había comprado, en todos, daba positivo. En su cara se dibujaba una sonrisa algo desfigurada, sabiendo que en el fondo estaba cometiendo un error que podría llevarlos a ambos a vivir un infierno. Pero así actuamos a veces las personas, no somos del todo conscientes del daño que hacemos con nuestras decisiones, hasta que es tarde. Siempre tarde. Pero ahora que ya había conseguido su propósito, quedaba comunicar su noticia, pero como dije, no antes de los tres meses. Así que solo dejó el tiempo pasar. No sin sembrar dudas en su madre, y en su novio por ejemplo. Ambos preguntaban por su retraso en la regla. Así que una tarde de invierno, tras hacer el amor, y ver como llovía tras la ventana, Franky abordo el tema:

-Áfrika, estoy preocupado.

-¿Que ocurre cariño?

-Hace ya dos meses que no te baja la regla ..

-Pero eso es normal en una chica.

-¿Normal? Yo he visto en mis amigas, bueno cuando aun las tenía, que si te tarda en venir tan normal no es.

-Es normal porque yo aun no tengo la regla regulada. 

-¿Regulada?

-Si, osea, que a lo mejor un mes me viene, y tarda en venirme otros tres, por ejemplo.