¿Salir del closet? - Scorbus

Albus y Scorpius

—Te digo que se lo tomarán bien; se impactaron un poco con el hecho de que fueras mi amigo pero caí en Slytherin, ¿de quien iba a ser amigo sino?—murmuraba un Albus que retorcía sus dedos con insistencia mientras procedía a sonrojarse, nunca dejaría esa manía.—De todas maneras no se tomarán mal nuestra relación.. bueno, puede que un poco si. Pero ya sabes como son, tu padre y el mío han sido enemigos desde siempre, probablemente pongan un poco de resistencia.

  Esa charla había empezado hace unos veinte minutos y Scorpius Malfoy no veía el momento donde acabarla, su padre amaba a Albus, se atrevía a decir que lo idolatraba. Pero el padre de este era otro asunto, lo miraba con disgusto, como si fuera el nuevo Draco, como si en cualquier momento fuera a decir comentarios desagradables; parecía aprovechar cualquier momento para recalcar que era un Malfoy y que era raro que tuviera una amistad con su hijo, a pesar de eso Scorpius siempre se había asegurado de ser educado con el Señor Potter, no quería darle excusas para que lo odiase más de lo que ya hacía.

—Pero Al, tu padre me detesta... —respondí, pidiendo piedad con mis ojos—Entiendo que quieras hacer pública nuestra relación, estoy seguro que mi padre no se negará, en cambio, seguramente te abrazará y todo. Pero tu familia me rechazará..

—Mis hermanos te aman, puede que Rose te odie y que el tío Ron hable pestes sobre ti.. —¿Habla pestes sobre mi?— Pero te aceptarán, porque me haces feliz.

  El rubio suspiró, sabiendo que no había manera de convencer de lo contrario a su novio, de todas maneras tenía que pasar en algún momento. No tenía intenciones de alejarse de Albus nunca y aunque le avergonzara admitir que lo amaba, era lo más sano para ambos.

—Está bien Sev.. —Albus sonrió, mostrando una fila de dientes perfectos y achinando sus ojos verdes. Scorpius agradeció esa vista, sin duda su mejor amigo era como un ángel.—Pero, ¿cuando lo haremos?

—No te preocupes por eso, tendremos una cena familiar en la Madriguera dentro de unas semanas, podemos invitar a tu padre. Aunque quisiera que se lo contemos a él primero, probablemente sea el que mejor se lo tome.

—Si, mi padre te ama. No será difícil, pero ¿en la madriguera? Tu quieres que me maten, niño.

La última vez que Scorpius estuvo en la madriguera las cosas no terminaron precisamente bien, aún recordaba esos días durmiendo pegado a Albus, temiendo por su integridad física.

—Ey, la última vez no estuvo tan mal.... — susurro Albus mientras recorría con su mano la piel desnuda de la espalda de su novio.

—Claro, tu no eres quien sufrió esas bromas.

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Realmente no sabía si era una buena idea.

Comunicarse con su padre cuando recidia en hogwarts era extraño, normalmente era Draco quien insistía en saber como le iba en sus clases y relaciones (con "relaciones" se referían únicamente a Albus, los demás no tenían una importancia significativa en su vida). Sin embargo, esta vez era su hijo quien querría comunicarse con el, lo cual era extraño. Su padre recibía cerca de diez cartas de Scorpius en época escolar, esto debido a que su hijo no consideraba de verdadera importancia el comunicarle cosas obvias.

Querido padre:

No supe de usted durante unos cuantos meses, yo estoy bien. Las clases compartidas con Albus me dan buenos momentos y recuerdos de Hogwarts, ojalá en un futuro todavía piense que estos son los mejores años de mi vida.

¿Cómo está? Me alegra que durante las vacaciones parecieses feliz y cada vez más seguro con tu trabajo de medimago, me hace dar cuenta de lo increíblemente capaz que es mi padre.

Quiero ir al punto, confío en usted y por eso mismo se lo cuento de esta manera. No dudo en que lo aceptaras y me felicitaras, por eso eres mi padre y estoy seguro de que deseas más que nada mi felicidad.

  Hace unos cuantos meses que vengo saliendo con Albus, Albus Potter. El chico lindo de sonrisa torcida que tanto te agrada, sabes muy bien que es muy educado y que es mi mejor amigo, quiero que sea mi compañero de vida.

Me siento orgulloso de poder decirte que lo amo y que es una persona muy importante para mi.

Saludos padre, espero me entiendas.

Finalmente cerré la carta, puse los nombres y se la entregue al búho de Albus, realmente esperaba que se lo tomase bien.