cap 1

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(9 y 10 años)

Era un día triste, opaco y frio.

Mis tíos habían muerto en un accidente de tránsito 3 dias atras.
Su auto se había deslizado chocando contra un muro en una noche de lluvia, en la que manejaban de regreso a casa junto a su unico hijo, después de una fiesta de la empresa en donde trabajaban.

Fue un golpe duro para mi madre perder a su única hermana.
En general, todos sentíamos haber perdido algo muy valioso.

Las visitas familiares cada dos semanas nos habían permitido a mi hermana y a mi ser cercanos a mi primo Félix, el único hijo del matrimonio.
Mi tia era una buena madre y su esposo siempre nos hacía reir con sus bromas.
Recuerdo que cada vez que teníamos que volver a casa me sentía triste.
Quería pasar más tiempo con mi primo, era un niño adorable.

Mientras papá se encargaba de prepararnos a mi hermana y a mi para la ceremonia, yo me encontraba mirando por la ventana, pensando como me sentiría si perdiera a mis padres.
Mi hermana menor y yo sufriríamos mucho, eso es seguro, pero al menos nos tendríamos el uno al otro.
A diferencia del pequeño al que me encontraba observando por la ventana jugando con mi perro en el jardín.
Aún tenia vendas en la cabeza y podía apreciar las heridas en su rostro.
Él sobrevivió al accidente, pero sus ojos se veían tan tristes, que parecía no estar allí.
Lo había perdido todo en una noche.

Estaba sentado en el pasto de mi jardín, acariciando a kkami, mi cachorrito, mientras todos nos preparábamos para ir al funeral, a darle el ultimo adiós a sus padres.

- Hyunjin, ya es hora, ve al auto junto con ryujin y esperen allí.

La voz de mi padre, apagada y cansada se escuchó en mi cuarto.
Asentí y caminé hacia afuera, pensando en como en un momento, la vida de alguien podía cambiar tan drásticamente.

Vi a mi padre traer a mi primo y sentarlo con cuidado a mi lado en el auto.
Su cabeza permanecía agachada.
Llevaba dos días con nosotros desde que le dieron de alta en el hospital.
No nos miraba, apenas comía y
solo permanecía en silencio.
Obedecía y callaba, solo eso.

Mi madre no podía animarlo mucho, siempre que lo veía terminaba llorando.
Ver a un pequeño de 9 años así... sin vida en sus ojos, como sin alma, después de haberlo visto sonreír tantas veces en el pasado, dolía mucho.

El carro se puso en marcha, mi madre y mi padre adelante y mi hermana mi primo y yo atrás.

Fue muy duro.
Cuando estaban por cerrar sus tumbas, mi mamá se desmayó.
Mientras los adultos trataban de ayudarla, yo vi como mi primo caminaba hacia la tumba de su madre dejándose caer de un pequeño salto encima del ataúd.

Corrí para sacarlo, pero al llegar, solo vi como lloraba y le rogaba a su madre que saliera de allí.

- Me portaré bien mamá... tomaré mi sopa y mis verduras, haré las cosas de la casa y jamás volverás a estar enojada.
Pero por favor sal de allí, yo te necesito mamá...
¿Despierta si? ¿Por favor? Levántate, ya no estarás enojada nunca más te lo prometo..

Mis ojos se llenaron de lágrimas y no pude aguantar más el llanto al igual que mi hermana.

Los adultos entraron a la tumba para sacarlo de allí, pero él solo gritaba que lo dejaran con su mamá.
Pataleaba y gritaba que lo dejaran allí.

Al ver esto mi abuela lo tomó del brazo

- ¡Ya cálmate felix!
no eres el único que esta triste, debes aprender a controlarte ¡basta!

Miré a mi abuela, tenía lágrimas en su rostro, pero sin ninguna expresión.
¿Cómo le haces entender a un niño que acaba de perder lo que era su mundo que debe calmarse?

Me acerqué a mi primo,
estaba de rodillas mientras lloraba,
Su rostro mirando al suelo, sus manitas sobre sus rodillas, sus lágrimas caían como cascadas.
Puse mi mano sobre su cabeza acariciando su cabello.
Su llanto disminuyó un momento, levantó la mirada y sus ojos encontraron los míos.
Su mirada triste, en esos ojos color avellana, sus pecas bañadas en lagrimas, abrió sus labios..

- Se fueron sin mi.. me quede sólito hyunjin...

Al escuchar esa frase caí de rodillas y lo abracé, poniendo su rostro en mi pecho, mi mano derecha sobre su cabeza y la izquierda en su espalda.

- No estas sólito lix, yo estaré contigo y te voy a proteger, te lo prometo... siempre te voy a proteger.

Él me abrazó tan fuerte que dolía, lloró y yo con él.
Mi hermana se unió y durante la ceremonia nunca lo soltamos.

De regreso a casa se durmió sobre mi hombro,
Al llegar, mi papá lo recostó en mi cama, la cual me pidió compartir con él, mientras arreglaban la recamara de invitados para hacerlo su cuarto.

Durmió toda la noche.
A veces lo escuchaba llorar y solo ponía mi mano sobre su brazo para calmarlo y susurrarle que todo estaría bien.

Ese fue el inicio para mi.
Quería protegerlo con mi vida.
Pero nunca pensé que ese niño se adueñaria de ella.











Hola,
Empezamos con esta historia, espero les guste.
No olviden comentar, me gusta leerles.
Gracias por apoyarme y a los kids.
Un abrazo 🤍

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