1.- La llegada

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.Marc.
Enfermeras iban y venían pero ninguna me daba lo que yo ansiaba  saber quería saber de mi primogénito  a quien enseñare todo lo que se con lujo y detalle.

Mientras esperaba las horas pasaban en ese hospital lo cual ya me estaba mareando por el horrible olor que desprendía de cada esquina.

-La señora Elizabeth? Se encuentra algún familiar? -comienza a llamar una enfermera

Inmediatamente me levanto y avanzo lo más rápido que me permite mi nerviosismo. Al verme comienza a hablar.

-La cirugía fue un existo su esposa e hija están a salvo de cualquier riesgo puede pasar a verla en un momento le diremos cuando serán dadas de alta.

-...... ahah dicho mi hija? Osea una niña? -pregunto como que si no hubiera entendido. Pero es que la verdad no entiendo como paso esto. Esto no debería estar pasando.

-Si su hija señor.

Se fue dejándome completamente consternado sin saber que decir, camino lentamente hacia la habitación en la que se encuentra mi esposa y ahora hi..hija.

Sin preocuparme mucho por ahora por ese hecho me acerco a mi amada esposa que se encuentra dormida y le doi un beso en la frente mientras recorro toda la habitación.

-Pero que tenemos aquí? -digo al encontrarme una pequeña cuna -Asi que tu eres mi hija? Pero si sos una hermosura, te cuidaré como no e cuidado algo, si llegan a saber de tu existencia te obligarán a formar parte de esto y no lo voy a permitir.

-Marc..?

-Si querida?

-Te presento a tu hija Alexa, se parece mucho a ti.-dice con tanta ternura

Sonriendo -No permitiré que le hagan daño a ninguna de las dos.
 

15 años más tarde.

.Alexa.

Un lunes por la mañana.

Camino tranquilamente por el parque que se encuentra desolado, la razón, todos están en sus escuelas o colegios donde debería estar yo no? Pero aquí estoy paseando como si no existiera nada solo yo.

Mientras paseo de aquí a allá, decido ir a casa ya que no pienso volver a esa cárce....colegio.

Subo el árbol y me meto por la ventana que deje abierta esta mañana, mientras voy entrando escucho voces.

-Como se te ocurre ir a ese lugar? Acaso no piensas en las consecuencias q puede traer eso?

-Sabes que tengo que hacerlo, además yo mando por lo tanto me tienen que hacer caso al pie de la letra nada les pasara.

-.... promete que no dejaras que nada te pase.

-Te lo aseguro.

Escucho la puerta principal cerrarse y el carro arrancar. Salgo de mi cuarto en busca de algo que me dé alguna pista de que fue lo que escuché.

-Veamos, si algo quieres ocultar lo esencial es un buen lugar.

1 hora después.

Caigo rendida a lo pies de la cama de mis padres, e buscado por cada rincón de este cuarto y no hay nada de lo que llame mi atención están completamente limpios sin rastro alguno, lo que me da más curiosidad por saber a que se refería mi padre al decir que nos iba a proteger pero de que?

Comencé a imaginarme varios escenarios de lo que puede estar metido pero ninguno me daba una razón lógica, osea porque.

Una bocina sonaba afuera de mi casa, me asomó  la cabeza discretamente y me encuentro con el espresso de mi hermano.

Suspiro con alivio, si hubiera sido mi madre me mataba. Salgo para ir a recogerlo antes de que se lo lleven.

Una vez dentro.

-Y tu que haces aquí? -pregunta incrédulo.

-Pues aquí vivo no? -mi semblante cambia drásticamente -Ni se te ocurra decir una palabra de que te recogí entendiste.

-Mmmm la propuesta me parece tentadora mamá esta por aquí? Mamaaaaa.

-Ja! Mocoso ahora te ira muy mal sabes yo pensaba compensar a mi querido hermanito por ser tan bueno, pero ya que.

-Que tienes en mente?

-Lo que tu no, bueno helado de un dólar, te parece?

-Que sean dos.- me mira con inocencia que no existe aish.

-Bien dos.

Corro al mi cuarto y escabullirme por la venta donde entre horas atrás, al escuchar como un carro aparcada justo al frente de la casa dándome a entender que es hora de desaparecer.

Corro todo lo que puedo hasta que llego a un pequeño parque.

-Okay solo descansaré un rato e iré a casa.- mientras me recuesto en un árbol que me brindara la sombra que necesito para no morir de calor.






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