Margosha II

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Sabía que el abrazo no había sido placentero para Tyrion y eso la hizo sentir apenada, un nudo en su garganta se presentó, sabia que había algo mal con su prometido.
Durante todo el día intentó olvidar el hecho y continuar entablando una conversación con Tyrion, el cual si bien era amable no le prestaba la atención que ella quería, con sus ojos azules perdidos en el jardín y su voz despistada y más como un reflejo que como una contestación pensada. Pero Margosha pensaba que su plan para la noche funcionaría.

Llegando la tarde y la fiesta ya terminada se dirigió a su domitorio junto con Agatha y sus gornichnayas. Un baño tibio le fue preparado junto a un vestido muy diferente al que uso para la celebración de hace un momento. El vestido era blanco y delgado haciendo que su cuerpo se transluciera dejando así ver su desnudez. Se perfumo el cuerpo, dejó caer su cabello y fue cepillado para hacerlo ver más natural, utilizó un gran saco blanco para cubrirla.
La gornichnaya más joven la acompañó hasta los aposentos de su futuro esposo.
—Antes de que el sol esté apuntó de salir, quiero que vengas por mi— la joven asintió y se fue dejando sola a Margosha en la habitación de Tyrion, quien todavía no había llegado.
Vio la pequeña habitación de su esposo, no sabía porque un noble tenía una habitación tan reducida, el pensamiento de que tal vez era por el tamaño de él mismo hizo reír a Margosha, tomó una copa un poco de vino y lo bebió lentamente esperando a su prometido. Recordó con pesar la escena del abrazo, el como el no lo había correspondido y temió que esto fuera otra cosa que no correspondería. Dejó caer su saco al suelo y se sentó en la cama tomando más y más vino.
Finalmente Tyrion entró a la habitación y cuando la vio ahí, con las mejillas sonrojada por la embriaguez y el vestido nítido que exhibía su bello cuerpo no puedo hacer más que sobresaltarse, abrió los ojos y miró de pies a cabeza a la dama que se posaba en su cama
—Mi señora... Creo que se ha perdido— dijo lentamente
—Pará nada mi león, he venido justo al lugar correcto— dijo la joven acercándose a Tyrion lentamente
—¿Ne-necesita que la ayude en algo?— su voz se escuchaba nerviosa
—Si, necesito ayuda en una pequeña cosa— Margosha se aproximó aun más a el y se agachó un poco para quedar a su altura hasta que la respiración de ambos se combinaban, las miradas entre ellos eran intensas y el cuerpo de Tyrion empezó a responder de la manera que Margosha quería, la dama acercó sus labios hasta los de Tyrion y le dio un beso; los labios carnosos y suaves de Margosha solo permanecieron un momento para luego apartarse a mirar a Tyrion quien abrió los ojos lentamente, Margosha intentaba analizar al hombre pero ahora el la beso a ella, está vez fue un beso más apasionado, ambos movían sus bocas para sentir la caricia de su amante, luego Tyrion introdujo un poco la lengua y Margosha correspondió a la acción, ambos exploraban la boca del otro hasta que escucharon la puerta abrirse e inmediatamente se separaron. La puerta reveló a una dama delgada y de pelo azabache, Shae.
La mirada de ella tenía una gran carga de odio y rivalidad y Margosha comprendió rápidamente lo que pasaba
—Perdón mis señores, ya me iba— dijo la mujer de ojos negros
—¡No! — rugio Margosha antes de que Shae diera tan siquiera la vuelta —Yo era quien ya se iba— dijo Margosha tomando su saco y dirigiéndose hacia la puerta, cuando llegó a dónde Shae intercambio miradas de rivalidad con ella —Que tengan buena noche— dijo y desapareció sin más.
Hoy no sería una buena noche para Tyrion Lannister.

Camino por el castillo, recordando cada lugar para no perderse pero no podía concentrarse en otra cosa que no fuera lo que acababa de suceder, su futuro esposo tenía una amante. Hundida en sus pensamientos tropezó con lo que ella pensó que era algo pero al alzar la mirada noto que era un alguien. Era un hombre gigantesco con una armadura dorada, su mirada era fría, como la de alguien que ha mirado de todo en el mundo y ha hecho demasiado, una mirada que normalmente molestaría a cualquiera en este caso ayudó a Margosha a encontrar la paz, el caballero extendió una mano hacia Margosha quien estaba tirada en el suelo
—Perdóneme, mi lady— dijo sin ningún rastro de emociones la inmensa figuraba que posaba debajo de la luz de la luna
—No hay nada que perdonar, el error fue de mi parte, Ser... — Margosha tomó la mano del guardia y espero que le dijera su nombre
—Buenas noches, mi lady— la respuesta del hombre de armadura dorada no fue lo que Margosha esperaba.
El Ser dio la vuelta y antes de que pudiera dar solo un paso la voz de la princesa se volvió a escuchar
—Disculpe Ser, ¿podría ayudarme a encontrar mi alcoba? — el enorme hombre tuvo que dar la vuelta y caminar hacia el lado opuesto
—Por aquí— dijo en un tono gruñón que por alguna razón hizo sonreír a Margosha. El camino a los aposentos de la princesa fue largo y silencioso, el caballero no habló ni una sola vez y Margosha solo intentó mirar todo para recordarlo mejor la próxima vez
—Aquí es— indicó el hombre
—Gracias, Ser, me haría un honor si fuera tan amable de decirme su nombre— al decir eso Margosha puso unos bellos ojos suplicantes que el hombre no pudo traspasar
—Soy "la montaña" — dijo, intentado dar una respuesta breve para irse
—Y yo soy la princesa de Zemli, hija de Ilias "El grande", la rosa de Zoloto y próximamente una Lannister, pero mi nombre es Margosha Lavrov—
explicaba burlesca —No creo que tu nombre sea "la montaña", no creo que alguien llame así a su hijo— normalmente ante la ironía de cualquiera Gregor Clegane hubiera contestado violentamente, pero no con ella, aparte del hecho de que era una princesa de tierras blancas y hacerle algo le costaría hasta la vida, había algo en la pequeña joven que no podía resistir, tal vez su cuerpo frágil y fácilmente rompible o su voz suave y sin miedo hacia el
—Ser Gregor Clegane— contestó fríamente
—Ser Gregor, buenas noches— respondió la joven y abrió la puerta de su cuarto y antes de entrar le dio una mirada divertida al Ser.
Después de que ella entrará todavía se quedó ahi durante unos momentos, como si hubiera visto un fantasma.

183 Noches // Tyrion Lannister X Oc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora