Queen ☆ Élite ☆

Capitulo 5

Meredith Salvatore levantó su ceja con cierta arrogancia. La piscina estaba siendo habitada por la mayoría de la familia. Con el tamaño apropiado para no tenerlos como unos pecesitos enlatados. Tenía un sombrero de sol que combinaba con su estilo. Olivia dejo a su hermana y madre solas antes de tomar impulso, para tener el gran impacto de su clavado que quería.

—Mamá que ya sabes que el agua es el segundo elemento de Liv—concluyo Gabriela saltando al ver un unicornio de salvavidas.

Olivia emergió con una sonrisa sintiendo la frescura. Su madre se recostó en una silla de playa mientras que Gabriela intentaba quedarse arriba de su flotador de unicornio sin que alguno de sus malvados primos intentará tirarla.

—Querida, pero que bronceada tienes la piel— Alicia se acercó a su ex cuñada que reposaba bajo la sombrilla con su bebida en mano disfruta ver a sus hijas reír.

—Gracias, querida— respondió al halago—. ¿Y tu? No se supones que fuiste a Maldivas hace una semana.

La mujer suspiró recostando su cuerpo en la otra silla de playa.

— Surgieron temas de trabajo, no puede hacerlos aún lado, sabes— Meredith asintió. Lo obsesivos que eran los Gómez con el trabajo, lo entendía bien—. Y trabajando en el paraíso.

Mer asintió.

—Bueno, siempre puede haber tiempo— mencionó con suavidad—. Mírame a mí soy una ocupada arquitecto apunto de sacar mi línea de primavera— sonrió.

—July, cariño, ¿Dónde está Álvaro?— hablo con voz fuerte Alicia llamando a su hermana.

La mencionada que recién salía de haberse cambiado miró a las mujeres.

—Al parecer fue a cambiar a su muñequita barata— escupió con desagrado.

—¡Mamá ven aquí!— grito Olivia alzando la mano. Meredith le agradeció disculpándose con ambas para ir con sus hijas que estaban en la mesa de jardín disfrutando.

—Gracias, Livi— beso su frente sentándose con ellas.

—Parece que a nadie de la familia le agrada White— divagó Gaby.

—Eso me trae recuerdos— dijo la mujer de acento inglés.

—¿Por qué? ¿Ellas también fueron así contigo?

La atención de ambas hermanas se concentró en su madre. Ella dió una leve risa.

—Por supuesto— aclaró—. Yo no era alguien influyente como Álvaro, al principio cuando conocí a su familia me olvidaron en la playa del Carmen y ellos ya viajaban a España.

—Mamá, pero tú si eras influyente— recalcó Olivia.

Meredith asintió acomodando su cabellera negra.

—Si, pero ellos no lo sabían— expresó suavemente—. Regrese a Inglaterra por los contactos de mis padres y familia en general en la embajada.

—¿Y que hizo Álvaro?— pregunto curiosa Olivia. Por algo se había enamorado de el. Y soportado a la familia hasta ganarselos.

—Volvio a playa de Carmen su supo que me iba a Inglaterra— sonrió nostálgica—. En Inglaterra me busco, claro que mis padres no querían ni verlo por permitir que me dejarán atrás— resoplo divertida—. Así que organizó una cena entre mi familia y literalmente se puso de rodillas pidiendo perdón.

—Divertido— siseo Olivia con una sonrisa traviesa. La imagen de su padre de rodillas pidiendo perdón desechando todo el orgullo del que se jacta. Simplemente le parecía maravilloso.