Luego de un gran entrenamiento con jinetes pegaso con habilidades realmente increíbles, Hinoka decidió que ya era el momento justo para tomarse un merecido descanso y, pasar algo de tiempo da calidad con su hermana menor.
Sakura la había invitado el día de ayer a pasar un rato libre ahora que llegó ese llamado fin de semana que Phyria, organizó para que los héroes tuvieran sus días de descanso luego de las largas jornadas peleando en los retos de las zonas sagradas del reino de Askr.
Después de refrescarse un poco y asegurarse de que no oliera a sudor, Hinoka llego al cuarto de su hermana y luego de que Sakura le diera la entrada, no pudo evitar sonreír al ver que Sakura lo tenía todo listo, de verdad parecía como una merienda típica en el castillo de Hoshido, aunque también tenía que admitir que ayudaba también que Sakura hubiera hecho una copia casi exacta de su cuarto pero con una sutiles pero interesantes sugerencias.
El cuarto contaba con una mesa de trabajo mucho más grande de la que estaba en su cuarto en el castillo de Hoshido, Hinoka noto que tenía sobre este una gran variedad de libros muy diferentes a los de su mundo y un montón de hojas con apuntes que fueron escritos con la letra de su hermana menor.
Tenía también una par de libreros que estaban atiborrados de libros con letras que Hinoka no comprendía ni en lo más mínimo, además de un área grande que Sakura acondiciono para cultivar todo tipo de plantas que estaba segura que eran medicinales, de verdad su hermana ordenó muy bien su área para poder seguir estudiando todo lo necesario para ser una gran sacerdotisa.
-Adelante Hinoka-dijo Sakura en tono alegre-Estoy segura de que te encantaran los dangos que hice-dijo Sakura con una sonrisa.
-Voy en un momento-dijo Hinoka en tono animado antes de quitarse sus botas y pasar por completo a la pequeña sala que tenía su hermana-Con todo lo que ha pasado, sin duda unos dulces tradicionales fue justo lo que me receto el sacerdote-dijo Hinoka con una gran sonrisa sentándose en uno de los cojines que preparo Sakura.
-Entonces me alegra tener la medicina correcta a la mano-dijo Sakura con una sonrisa tranquila, dejándole un plato con algunos dangos y un té a su hermana, Hinoka no perdió tiempo para comenzar a comerlos.
Mientras Sakura hacia lo mismo con sus dangos, ahogándolos primero tanto como podía con su jarabe especial, Hinoka pronto noto algo que no fue capaz de observar en su primera inspección al cuarto de su hermana.
-Ese delantal es muy bonito-mencionó Hinoka en tono casual, observando un delantal colgado que, parecía que fue lavado recientemente.
-¿Uh?-fue lo único que fue capaz de responder Sakura, ya que tenia la boca llena de dangos.
-Ese, el que tiene el estampado de flores de cerezo, de verdad se ve lindo-dijo Hinoka con una sonrisa.
-Oh te refieres a ese-dijo Sakura una vez que entendió a que se refería su hermana-Ese delantal me lo regalo Elise hace un tiempo-comenzó a decir Sakura ligeramente sonrojada-Dijo que cuando lo vio en el pueblo, sabía que era perfecto para mí-termino de decir ligeramente avergonzada.
-¿La princesa menor de Nohr?-cuestiono Hinoka un poco curiosa, aun no se había aprendido el nombre de todos, Sakura respondió simplemente asintiendo-De verdad te llevas muy bien con ella-agregó Hinoka con una sonrisa sincera.
-Bueno ambas llegamos juntas y, hemos pasado mucho tiempo juntas entrenando-dijo Sakura aun sonrojada aunque con una ligera sonrisa, no podía negar que Elise se estaba convirtiendo en una de sus amigas más queridas.
-También he notado que has empezado a usar libros de otros lugares-dijo Hinoka con cierta curiosidad pero sin perder su sonrisa.
-Si-dijo Sakura con cierta emoción-He aprendido a comprender algunos idiomas gracias a la ayuda de todos y eso me ha permitido aprender todo tipo de formas para curar a las personas-continuó Sakura sin perder sus ánimos.
Hinoka escucho atentamente como Sakura le comentaba las cosas que aprendió de Lucius, Maribelle y Serra, también las cosas que estudió junto con Elise, Lissa, María y Verónica, poco a poco comenzó a comentarle sus experiencias en el reino, como comenzaron las brigadas de curación a las que siempre asistía gustosa, sus paseos por los pueblos de Askr, las veces que jugaba con sus amigas en el jardín del castillo, las recetas que aprendió de Catria, Katarina, Rebecca e incluso de Phyria.
También las veces que salía a surcar los cielos con la princesa Camilla, Florina y Palla, los entrenamientos que tuvo desde que llego que, le dejaban claro a Hinoka porque su hermana se volvió bastante resistente, siendo capaz de correr de un lado a otro del campo de batalla con una fortaleza increíble.
Cuanto más escuchaba de las vivencias de su hermana y, como aquella sonrisa nunca abandono su rostro, Hinoka no pudo evitar que su pecho se inflara de orgullo, de verdad su hermana había crecido mucho desde la última vez que la vio.
-De verdad has madurado mucho-dijo Hinoka con una sonrisa alegre, tomando por sorpresa a Sakura.
-¿D-de verdad lo crees?-dijo Sakura dudando de lo que escucho.
-Por supuesto que sí-reafirmo Hinoka en tono seguro-Estoy segura que mamá debe estar realmente orgullosa de ti-termino en tono cálido.
Para sorpresa de Hinoka, Sakura poco a poco comenzó a llorar mientras un hipido se hacía cada vez más presente, ¿¡Ahora que hizo!?
-¡Sakura no llores!-exclamó Hinoka desesperada-¡Perdón si dije algo que te hizo sentir triste!-continuo Hinoka antes de suplicarle perdón a su hermana.
-N-n-no es eso-dijo Sakura débilmente limpiándose algunas lagrimas-E-e-es que... de verdad me hizo muy feliz que dijeras eso-continuo Sakura mientras su llanto solo se acrecentaba.
-Sakura...-dijo Hinoka preocupada mientras acariciaba la cabeza de su hermana en un intento por calmarla.
-¿D-de... verdad crees que realmente este orgullosa de mi?-mencionó Sakura débilmente tratando controlar sus lágrimas.
-No solo estoy segura-comenzó a hablar Hinoka mientras abrazaba a su hermana-Estoy convencida que sea donde este, debe estar sonriendo sabiendo los grandes pasos que has dado como curandera y princesa-termino de decir en tono suave y gentil, Sakura comenzó a llorar conmovida por las palabras de su hermana.
Hinoka continuo calmando a su pequeña hermana, diciéndole que no debía llorar por eso y que, aun tenía un montón de dangos por comer, mientras limpiaba con cuidado las lagrimas de su dulce hermanita, se prometió a si misma que sin importar que tan fuerte o madura se volviera su hermana, siempre estaría lista para ayudarla en lo que necesitara y protegerla de lo que fuera.
Haría todo lo que estuviera en sus manos para proteger la dulce sonrisa de una de las personas más importantes en su vida.
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Una "aventura" en Fire Emblem Heroes
MaceraSigue las aventuras pero sobre todo desventuras, de una invocadora que intenta traer la paz al reino de Askr. Haciendo tratos con el diablo (Anna) para conseguir orbes y cosas, lidiar con los principes de Askr y sus invocaciones pero sobre todo, sob...