Su hermano parecía un completo idiota enamorado, mirando a ese chico moreno sonreír junto a un chico de cabello negro con cara de un león pequeño.
—Disimula, TaeIl— gruñó él, moviéndose por la tienda junto al nombrado. El rubio hizo una mueca y miró a su hermano.
—No entiendo porqué nos vestimos así —señaló su ropa blanca, su hermano vestía de negro, pero ambos parecían pasar desapercibidos ahora.
—Disimular— le repitió obvio. TaeIl suspiró y miró discretamente a HaeChan que mantenía su mano con la del otro chico.
—¿Entonces qué haremos?— preguntó el mayor a su hermano. TaeYong sonrió y salió de la tienda. TaeIl se apresuró a seguirlo, mirando a HaeChan que dirigió su mirada a él.
HaeChan le sonrió levemente, haciendo que el corazoncito de TaeIl latiera rápidamente. Siguió a su hermano, poniéndose a su lado. Éste sonreía amplio.
—¿Eso qué fue? —preguntó TaeIl, mirando a su hermano menor. El pelinegro suspiró y miró a su hermano con burla.
—Se fijó en ti. Ahora lo que tenemos que hacer es que te acerques poco a poco, él empezará a enamorarse y a olvidarse del idiota cara de león y listo, felices por siempre— se alzó de hombros.
—¿Y qué ganarás con eso? —alzó su ceja. Su hermano lo miró, pareciendo ofendido. Pero sí no lo conociera bien, se lo hubiera creído.
—Nada, simplemente quiero tu felicidad— le sonrió.
Pero TaeIl sabía que se estaba metiendo en la boca del lobo, pero le importaba un carajo, porque amaba a DongHyuk y lo quería para él.