Capítulo 2

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Frío, frío y más frío, eso fue lo que nos recibió apenas llegamos al aeropuerto de New York. Nos pusimos en marcha hacia el hotel en el que nos alojaríamos durante tres noches y dos días, teníamos un día extra para celebrar o para olvidar, todo dependía de nosotros.

Después de establecernos en el hotel y dejar todo listo, fuimos por la cena y luego a la cama para descansar lo suficiente y despertar temprano a practicar nuestra rutina. Esa noche no pude dormir, no me sentía cansada pese al viaje y todo lo demás, lo que sentía era un agujero en mi estómago, algo que crecía y me encorvaba, estaba asustada... ¿y si...? Varias preguntas iniciadas con esa pequeña y temible frase pasaban por mi cabeza más rápido que cualquier bala, el resto del equipo, Cris, Edith y la Beatrice estaban profundamente dormidos, o eso creí hasta que una voz tenue me preguntó ¿tienes miedo? --- era Edith con quien compartía la cama doble de la habitación mientras los otros dormían en camas pequeñas separadas --- Si --- le respondí -- ella esbozó una suave y casi reconfortante risita, como si trata de animarme; y no dijo nada más, ni yo tampoco. Tomé mi celular le coloqué los audífonos y reproduje Start de Gaho:

Nunca me quedaré

Hasta que esté agotado

Cualquiera sea la razón

Sea cual sea la excusa

Lo que necesito ahora es coraje

Aunque no brille

Apoyaré mi sueño

Y seré el que ríe al final

Incluso si estoy corriendo con un pie

Como si estuviera roto

Voy a seguir mi propio camino

La promesa que me hice a mí mismo

Que no voy a parar ahora

Que lo daré todo

Ahora empezaré

Es mi canción favorita, me siento motivada y hasta casi imparable cuando la escucho, perdí la cuenta de cuantas veces la repetí; al final coloqué el celular en la mesita que estaba a un costado y traté de dormir, asustada por lo que nos esperaba y emocionada por lo que pensé que podría lograr.

A la mañana siguiente despertamos, desayunamos, si es que a eso se le podía llamar desayuno, Beatrice nos tenía en una dieta estricta porque teníamos que estar perfectos estéticamente y ligeros para poder realizar cada movimiento con gracia y estilo. Dejamos el hotel y nos dirigimos a la pista de patinaje en la que se daría la competencia, cuando la vi me quedé sin palabras, no era para nada igual a la pista que teníamos en nuestra ciudad, la pista de hielo del Rockefeller Center era gigante casi como un lago congelado, quizá estaba delirando por los nervios pero juraría que la vi brillar, era impecable, yo le deseaba y quería que ella me desee a mí. Beatrice realizó todos los trámites para nuestro ingreso tanto a la práctica como a la competencia que tenía paso esa misma noche.

Empezamos con el calentamiento y luego cada uno en su práctica individual, Edith se presentaría primera en la sección de estilo libre, luego vendría yo en la categoría de coreografía y por último Edith y Cris se presentarían en la categoría de parejas. Mientras ensayábamos y nuestra multifuncional entrenadora nos supervisaba, pude darme cuenta de que los otros equipos que también se encontraban practicando en la pista tenían su mirada sobre nosotros, creí que era mi imaginación al principio pero luego Beatrice se me acercó y me dijo concéntrate en lo tuyo, ellos solo están intrigados porque solo hay 2 países latinoamericanos este año. Asentí con mi cabeza y continué practicando mi rutina. En el patinaje artístico sobre hielo hay piruetas, secuencia de pasos, saltos como el Axel, toe loop, lutz, entre otros; todo esto es calificado por los jueces, la calificación varía dependiendo de qué tan impecable o pulido sea lo que se realce. Mi rutina tenía 4 saltos en ella, un salchow, un loop, un salto de vals y un lutz que era el que más me costaba, además tenía que clavar todos los saltos para lograr obtener un buen puntaje. Pero quién más difícil la tenía eran Cris y Edith porque su secuencia de pasos y saltos eran más complejos a los míos, y ni hablar de la espiral de la muerte, la cual era obligatoria en la presentación de parejas, en la espiral de la muerte La mujer describe un círculo sobre el filo del patín manteniendo una posición horizontal, mientras que su pareja la sujeta por la mano, si el agarre o equilibrio se pierde ambos tomarían direcciones opuestas y su presentación se iría a pique.

En fin aunque no le agradábamos a todo el mundo si socializamos con algunos equipos de otros países. Una de las condiciones de la fundación al entrar a patinar ahí, es aprender el idioma inglés a la perfección, así que no fue problema entablar una conversación. Excepto por el equipo estadounidense, quiénes juraban frente a todos que ganarían la competencia y que solo perdíamos nuestro tiempo estando allí. La verdad es que fueron muy apáticos y burlescos, pero supongo que cada quien estaba en lo suyo y nadie le prestó demasiada atención.

Y al fin!! Llegó la tan esperada noche, el vestuario de Edith era de color plateado y beige, el de Cris era verde, negro y beige y el mío era negro en su totalidad. Estábamos en la sala de espera y sentía que el pecho me iba a explotar, una sensación nueva y extraña recorría cada parte de mi cuerpo como una ligera pero espeluznante corriente que me incitaba a correr a la ansiedad, así que solo seguí respirando y bebiendo agua, de un momento a otro Cris se puso de pie y dijo ayúdenme a quitarme el traje, Edith y yo lo miramos sin decir nada --- ya estábamos vestidos y en cualquier momento vendría alguien a decirnos que era hora de salir, el traje era algo complicado de quitar y colocar otra vez --- Quítenmelo, necesito quitármelo --- ¿por qué? Le preguntamos --- Necesito defecar, ayúdenme a quitármelo, los nervios me están comiendo vivo, necesito ir al baño, a menos que quieran que salga con un traje color marrón, ayúdenme antes de que venga Beatrice!!! --- Edith y yo nos echamos a reír y Cris se nos unió rápidamente --- Éramos un manojo de nervios, estábamos asustados, teníamos miedo de fallar y aun así estábamos riendo como unos niños que acababan de escuchar el chiste más genial de sus vidas. Ayudamos a Cris con su traje, fue e hizo lo que tenía que hacer, Edith le gritaba bota los nervios Cris, bótalos todos y no vuelves con uno de ellos --- mientras esbozaba una risa muy contagiosa --- Yo no podía aguantar la risa, mi nariz comenzó a hacer sonidos vergonzosos y tuve que taparme el rostro, Cris estaba en el inodoro y aun ahí seguía riendo sin parar, fue un momento único, eso nos ayudó a aligerarnos un poco, sin embargo ninguno sabía lo que nos esperaba afuera.

Los equipos no están obligados a ver las presentaciones de los otros equipos, así que estuvimos realizando calentamiento y todo eso, aunque cuando llegó el turno del equipo estadounidense Cris, Edith, Beatrice y yo estuvimos de acuerdo con salir a ver su presentación; nos sentamos en la sección separada para los equipos participantes, y observamos. Fue sublime, fue impecable, tenían encantado al público que por supuesto brindaban su apoyo a ellos, sus saltos, su secuencia de pasos todo fue jodidamente extraordinario, me costó tragar saliva, una de mis piernas temblaba y la otra parecía sedada, Dios los nervios estaban en su máxima potencia, los brazos me dolían, mis ojos ardían, sentía que mi cuello cargaba con un peso desesperante y cuando volteé mi derecha vi a mis risueños compañeros totalmente congelados y a Beatrice con una de sus manos rosando su barbilla y la otra abrazando su estómago como haciéndose preguntas que no lograba descifrar.

Pasaron algunos equipos más, varios tuvieron deslices y accidentes y eso realmente nos asustaba más, finalmente llegó nuestro turno, nuestro tan esperado momento, nuestra tan deseada oportunidad. Edith fue la primera en salir, su patinaje iría al ritmo de Make you feel my love de Adele, observe como tomó un respiro profundo y entonces la música empezó a sonar, logró empezar bien, su secuencia de pasos estaba coordinada, sus primeros 2 saltos los clavó, el tercero no lo clavó, y al final después de haber recibido una considerable suma de aplausos, al realizar su último salto una combinación de triple Axel, perdió el equilibrio y cayó... logró ponerse de pie, la canción acabó, Beatrice fue hacia ella rápidamente y Cris y yo la seguimos, se dio a conocer el puntaje que obtuvo... fueron 75 puntos, un puntaje promedio, pero ese no era el problema,cuando bajé las gradas y la observé, su muñeca parecía de goma, la miré y ella a mí con lágrimas en los ojos y una temblorosa sonrisa que apenas asomaba, dijo oh- oh, miré a Beatrice e insinuó un no con su cabeza, Edith no iba a ser capaz de participar en la competencia de pareja, no obtuvo un mal puntaje y eso me alegraba, sin embargo su mano estaba desecha y eso me aterraba, una pequeña parte de mi sospechaba la idea descabellada que podría estar rondado en la cabeza de esas dos y eso me paralizaba.

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