En el borde.

Capítulo 8.-

Yoongi siente que se está volviendo loco debido al silencio.

El apartamento luce totalmente distinto sin las cosas de Taehyung en él; mucho más vacío y sin vida. Además, el silencio permanente es algo a lo que Yoongi simplemente no podía acostumbrarse con facilidad, no cuando la personalidad vibrante de su mejor amigo siempre había hecho de todo el lugar lleno de vida, de risas y música.

Aquello no deja de ser irónico, luego de mucho tiempo quejándose de como las cosas de su mejor amigo se cruzaban en su camino o como muchas veces le pedía que guardara silencio porque necesitaba dormir tras una larga noche en el estudio. ¿Por qué sólo hasta ahora le molesta el silencio y la sobriedad que siempre anheló durante los años que ambos compartieron en ese apartamento?

La respuesta resulta sencilla, pero molesta de admitir: porque ese ya no es el hogar de Taehyung y él tiene que asumirlo, aunque no es fácil en absoluto y el orgullo duele más que cualquier cosa.

Es por eso que ahora pasa más tiempo en el estudio, encerrado en el pequeño espacio, sin recordar comer y enfocado por completo en sus programas de mezclas y sus libretas llenas de letras desordenadas que solían ir de un tema para otro, pero que últimamente se centran en temas como la traición y el engaño.

.- ¿No te he llamado hoy? - el tono de preocupación es lo que hace que mire a Jungkook, sentado frente a él con esos enormes ojos que brillan como si tuviesen en el fondo una constelación - Creo que deberías intentar llamarlo, Yoongi.

Están en una cafetería cercana al campus universitario, Yoongi se animó a sí mismo en ir por Jungkook para que tuviesen una cita luego de largas semanas de silencio incómodos sentados en el sofá del apartamento, tratando de rellenar en algo los vacíos que se hacían cada vez más profundos entre los dos y evitando a toda costa, el tema de Taehyung porque Yoongi se sentía cada vez más lejano a ello y Jungkook se mostraba, cada día, más obsesionado con eso.

.- Es que digo... por lo menos podrían hablar por teléfono, ¿no? - su novio murmura mientras sus dedos juguetean con las servilletas, mirándole antes de morderse un labio con algo que él identifica como nervios - No sé, podrían contarse qué han estado haciendo estos días, así a lo mejor te dice dónde está.

A Yoongi le gustaría que eso fuese una opción, pero es realista y sabe que no lo es, sabe que sí Taehyung no contesta al primer intento su llamada, es porque no quiere hablar con él y, mucho menos, contarle qué está pasando en su vida. Ha intentado llamarlo muchas veces ya, en medio de la noche cuando el cansancio ya es demasiado y permite que sus murallas personales flaqueen, que extrañe más que nunca a su mejor amigo y su risa.

Pero, como cada intento, no hay una respuesta ni una llamada de regreso.

Pensar en dónde y en qué podría estar haciendo Tae sólo termina en dolor de cabeza porque sabe, sin ningún tipo de duda, que está con alguno de esos amigos que a Yoongi no le agradan y de los que siempre trató de alejarlo. Saber eso sólo provoca que su orgullo duela más porque Taehyung, su mejor amigo, los eligió a ellos por encima de él y no entiende por qué.

.- Hyung...

.- Escucha, mi amor - le interrumpe al final, sus manos pálidas atrapando las de Jungkook sobre la mesa y consiguiendo que aquellos ojos se fijen realmente en él, por primera vez en todo lo que llevan de la cita - ¿Por qué no nos centramos en nosotros hoy? No creo que logremos mucho hablando de Tae incluso en nuestras citas.

Jungkook hace un mohín, descontento con la propuesta y ni él mismo se entiende. Semanas atrás, lo único que hubiese pedido es una cita con Yoongi, un momento sin que su novio estuviese hablándole de alguna composición nueva que le estaba dando problemas o de un tema lejano a ellos como pareja. Antes, Jungkook hubiese dado todo en el mundo para ser el centro de atención de su novio, pero ahora... simplemente no se sentía correcto.