7.Fiestas y consecuencias

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Al terminar el partido dando como resultado a los chicos de nuestro instituto como ganadores todos comenzaron a festejar, solo faltaría un solo juego y serían los campeones. Aún seguía con el vestido puesto y cuando me disponía a cambiarme logré encontrarme con mis mejores amigos y mi hermano esperando por mí.

—¡Llegó mi cantante favorita! —Vociferó Liam y me dio un fuerte abrazo.

—Eso fue espectacular —Agregó Rayan uniéndose al abrazo.

—Realmente me sentí muy nostálgico —Imitó el mismo gesto de Liam y Rayan terminando en el abrazo grupal.

—Debo confesar que me quería arrepentir en el último momento, pero al empezar con el primer verso de la canción fue como si realmente fuera parte de la letra —Declaré y los chicos se separaron del abrazo.

—Me alegra que no te hayas arrepentido —Se alegró Liam besando mi mejilla —Lamento arruinar el momento, pero sabes que debo ir a casa a estudiar —Dijo Liam un poco triste —No dejé de grabar en ningún momento, así que después de la fiesta lo volveremos a ver. Ahora antes de irme, ustedes dos deben cuidarla como hueso santo —Se acercó a los dos chicos y estos asintieron.

—¡Si, capitán! —Exclamaron al mismo tiempo.

—Adiós chicos y diviértanse, pero no demasiado —Volvió a decir y se marchó dejándonos a los tres solos.

—Andando, hay una fiesta que nos espera —Celebró Iván con un pequeño baile.

—¿En dónde es? —Pregunté mientras comenzábamos a caminar.

—En la casa de James, creo —Respondió Rayan mientras revisaba su teléfono.

—¿Estas bien con eso? —Indagó Iván y yo asentí con una pequeña sonrisa en mis labios.

—Antes de irnos, necesito cambiarme ¿Me esperan aquí?

—Por supuesto, ve —Contestó Rayan sin despegar aun la vista de su teléfono.

—Genial, no tardaré —Corrí en dirección hasta los baños con el bolso que había traído desde casa, solo tenía algo simple como un par de jeans negros, una camiseta gris de Green Day y las típicas Vans negras. Salí en busca de mis amigos con el vestido entre las manos y los zapatos, los vi a lo lejos conversando entre ellos, caminé hasta ellos esquivando a las personas —Ya estoy aquí —Llamé y ellos sonrieron.

—Ahora sí, es hora de irnos —Cantó Rayan moviendo sus hombros como si estuviera bailando.

—Momento, Ethan me había preguntado si podía venir con nosotros cuando terminó el partido y no debe de tardar —Explicó Iván y Rayan se detuvo provocando que chocara con su espalda.

—¡Ay! no es bonito pegarse con una caja de zapatos, Rayan —Me quejé arrugando mi nariz.

—Lo siento —Dijo quitándome la caja.

—Perdón por el retraso, pero me detuvieron los chicos y el entrenador con sus tradiciones después de los partidos —Explicó Ethan al llegar casi sin aire.

—Ahora sí, vamos a la fiesta ¿Cierto? —Cuestionó Rayan mirándonos con los ojos entrecerrados.

—Si, podemos irnos —Aseguró Iván comenzando a caminar junto a Rayan.

—Eso fue alucinante —Confesó Ethan.

—Gracias, tú también estuviste grandioso en el partido —Agregué y él sonrió agradecido.

—¿Te ayudo con algo?

—No hace falta, estamos por llegar al auto de Iván, pero gracias —Sonreí y el giró su cabeza hacía otro lado, le hubiera preguntado que ocurría, pero en ese mismo instante habíamos llegado al auto.

Un Golpe de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora