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—¡Ah! —El jadeo que escapó de sus labios le hizo de enrojecer de vergüenza, toda su cabeza daba vueltas, se estaba volviendo loco.

—Izuku... —La forma en la que su nombre se escurrió por los labios de su amante estremeció su piel. Esa voz distorsionada por la excitación le hizo mirar a la persona que lo llamaba.

Y se quedó embelesado, perdiéndose en la mirada oscurecida de su novio en sus labios jadeantes mientras este le observaba con cariño deslizando la palma de su mano por el rostro abochornado de Izuku y le susurraba al oído:

—Es hora le levantarse...

—¿Eh...?

Balbuceó confundido creyendo que su novio estaba esperando a probar una nueva posición algo que agito su pecho con emoción, lo vio acercarse más y más a él con tantas ganas de follárselo que jadeó nuevamente esperándolo con el mismo anhelo o eso creyó hasta que un estrepitoso pitido lo hizo saltar de la cama y caerse de lleno contra el piso.

Escuchó su espalda crujir como las hojas en otoño y chilló como cuando muere tu personaje favorito del manga.

Así de dolorosa fue esa caída de no más de un metro.

Se recompuso en el suelo sobándose suavemente la parte afectada y se levantó arrastrándose hasta regresar al colchón y enterrar su cabeza en la almohada, apagó el despertador y se hundió más.

—¡No puede ser! —Sus orejas se colorearon de rojo cuando las imágenes +18 llegaron otra vez a su mente.

Todo lo que estuvo fantaseando era un sueño, un jodido y delicioso sueño uno que lo estaba llenado desde hace meses nunca en su vida había estado tan caliente y ahora no podía dejar de pensar en ir a más con su novio.

—Soy un pervertido... si Hitoshi supiera de esto seguramente me odiaría —Se dijo para sí mismo avergonzándose por lo lujuriosa que era su mente.

Izuku llevaba una relación con Shinso Hitoshi desde hace un año.

El inicio de todo había sido miel sobre hojuelas como en un perfecto cuento de hadas; la declaración del pelimorado con un montón de ojos mirando y gritando a los cuatro vientos que quería salir con él, ¡con él! parándose frente a sus dos mejores amigos, frente a dos tipos de casi dos metros solo para pedir una cita a Izuku. Eso fue sin lugar a dudas el mejor momento de la corta y aburrida vida de Izuku Midoriya.

Con lo absortos que quedaron Todoroki y Bakugou por el valor de Shinsou ninguno dijo nada solo vieron como Midoriya fue robado y conquistado por un pelimorado que parecía no conocer los horarios para irse a la cama.

En retrospectiva él fue una princesa.

A solo dos semanas de la declaración de Shinsou, Izuku se encontraba en la biblioteca de la escuela con Bakugou que solo asentía sin tomarle realmente importancia o eso hasta que este cayó en cuenta de lo que realmente pasaba.

A Midoriya se le escapó una risa entre los recuerdos, podía rememorar ese día la forma en la que los ojos de Katsuki se abrían descomunalmente y se atragantaba con sus propias palabras después de gritarle sobre salir con un vagabundo sin oficio ni beneficio cosa que Izuku negó rotundamente argumentado que Hitoshi era un gran partido, la discusión escaló a grados más altos donde la gente en la biblioteca se acercaba al pasillo solo para ver a la pulga de Izuku mantenerse firme ante Katsuki, ambos fueron sacados del lugar y el peliverde se fue dejando a su amigo hablando solo y gritándole al aire.

Inesperado ✺ SNDKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora