✔️ESPADA AZUL | DEVIL MAY CRY 6

CAPITULO 39

Nero.

Cuando encontré a mi madre nuevamente, se limitó a observarme como siempre pero su mirada no era la misma en el fondo.

—Nero, no me mires así. Estoy feliz de que me hayas perdonado y ahora, necesito que deas todo de ti.

—Madre.

—Acabemos con esto juntos.

Observo hacia donde dirige sus ojos para darme cuenta que Nogard está tratando de detener la entrada de otros demonios hacia este mundo. Asiste ferozmente para evitar dejarlos pasar.

—Tenemos que ayudarlo, tengo que realizar un sello y luego tratar de detener a...

—Pero mamá ¡tenemos que irnos! —. la interrumpo.

Hace unas señas en el suelo sin responderme, para luego dejar salir a una especie de demonio en forma de gato que se transforma lentamente en una sombra enorme que emite un resplandor transparente entre sí.

Mis ojos no son capaces de aguantar tanto y retiro la mirada.

Esa cosa es un juez enorme que es posa en lo alto y luego trata de cerrar el portal que Nogard sostiene con sus garras con la misma intención.

El demonio juez lame parte de su cuchilla en su mano derecha y le dirige la mirada a mi madre.

—¡Guershon! ¡Acabalo! —. fue lo último que oí para luego sentir un resplandor brillante que me cegó por completo.

Tenso mi cuerpo.

Realmente quisiera ser de utilidad en un momento como ese. Pero siempre siento que no lo soy. Solo soy un estorbo.

Parpadeo lentamente mientras busco la forma de llegar a apoyarme en algo, no puedo visualizar nada y es molesto.

—¿Madre?.— llamo lentamente esperando una respuesta.

Nadie responde.

—Madre ¿Estás bien? —. vuelvo a preguntar mientras continúo forzando mis ojos a abrirse de una vez.

—Guarda silencio—. al fin oigo su voz en un susurro a un lado mío. Sé que está ahí.

—¿Qué sucede?

—No hables.

Hago caso y espero a que ocurra algo que me dé una señal de que no pasa nada malo. No sabría que esperar.

Qué extraña sensación.

Al fin siento una mano en mi brazo y respiro lentamente al sentir que es mi madre.

—Ya paso, Nero. Abre los ojos.

Asiento y lo hago lentamente.

—Escucha— dice muy cerca de mí, como si quisiera que nadie más la escuche hablar—. Nos encontramos en la entrada a uno de los círculos, Guershon se encargará de Nogard, y nosotros debemos encontrar la piedra rojiza del oráculo antiguo.

—¿Cómo es que llegamos hasta aquí?

—Aproveche el regreso de Mundus para mantener abierta la brecha de donde emergió. Este libro— me muestra el libro que tomo de la van—. Posee indicaciones precisas de que hacer y que no para sellar demonios, realizar curaciones e incluso ciertas invocaciones. Tuve que hacer ciertas modificaciones para que todo marche según lo establecido.

—Mamá, no te entiendo para nada.

Levanta una ceja algo confundida.

—Entiendo lo que me tratas de explicar, pero no tu comportamiento, es como si fueras otra persona.