Capítulo 203.

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 "¡De acuerdo!"

Después de que Shen Yu manipulara las piedras, esperó por un momento y el suelo de piedra enfrente de ellos se movió y comenzó a hundirse. La ruta de esa entrada no era una puerta de piedra, Shen Yu no entendía cómo funcionaba pero sólo sintió que si el piso de piedra podía moverse de esa manera era asombroso.

"¿Eh?"

Shen Yu inclinó la cabeza y observó lleno de interés pero su brazo fue agarrado y jalado, chocó con el pecho del guardia. Se escucharon rocas chocando, Shen Yu fijó la mirada y vio un pedazo de piedra que cayó a sus pies, si el guardia no lo hubiera jalado, habría sido aplastado por esa piedra.

"Muchas... Gracias."

El guardia lo había salvado muchas veces y, aunque Shen Yu estaba molesto, no podía sentirse más que agradecido.

"¿Esta es la salida? ¿Es esta? ¿Por qué no luce como una?"

Mientras el suelo se hundía, una cueva oscura quedó a la vista. Esta cueva no parecía haber sido excavada a mano, sino una formación natural donde los animales habitaban libremente. Sin embargo, el Clan Chu estaba en una situación crítica y, cuando Shen Yu dio unos pasos decidido a entrar, una figura corpulenta le bloqueó el paso, guiando al caballo por delante. El guardia volteó a ver a Shen Yu y él supo que debía mantenerse detrás del guardia.

Shen Yu no habló y lo siguió de mala gana, dentro de la cueva el guardia hacía su mayor esfuerzo para protegerlo y, aunque dijera que simplemente era su deber, Shen Yu no creía que esa fuera la única razón. No había luz dentro de la cueva, el guardia tanteó una pared de piedra y encontró una antorcha milagrosamente, también había un pedernal seco al lado con lo que pudo encenderla sin problemas.

"¿Cómo sabías que había antorchas aquí adentro? ¿Habías estado antes aquí?"

Shen Yu lo fulminó con la mirada después de preguntar, pero pensándolo con detenimiento, esta era la salida secreta del Clan Chu y obviamente estaría preparada. El guardia puso la antorcha en su mano derecha junto con las riendas y acercó su mano izquierda a Shen Yu.

Shen Yu dudó por un momento y dijo. "No tienes que preocuparte por mí, puedo seguirte el paso y no haré que te rezagues..."

El guardia estaba impaciente, le agarró la mano y ni siquiera volteó a mirarlo. Shen Yu quería liberarse, pero la fuerza del guardia era mucho mayor a la suya, con una mano enorme agarrándolo no podía ni mover los dedos y sólo pudo dejarse arrastrar. No estaba de acuerdo, de todos modos él había hecho todo el trabajo difícil y no era agradable el espectáculo de que le estuvieran agarrando la mano. Era una persona con la misión de salvar a su clan pero lo estaban tratando como si fuera una carga. Sin embargo, la cueva era muy peligrosa para caminar, la luz de la antorcha iluminaba completamente el espacio y se podían ver hoyos enormes por todos lados. Era una cueva tan antigua que había muchas rocas desprendidas y, en algunas partes, había colapsado completamente, además la humedad subterránea la hacía resbaladiza. Shen Yu no había tenido tiempo de cambiarse de ropas, estaba completamente enlodado y sus zapatos estaban mojados. Fácilmente podía golpear accidentalmente con una roca, resbalarse y lastimarse. Si no fuera porque el guardia lo iba agarrando, ya se habría caído varias veces.

Dentro de la cueva, sólo se escuchaba el sonido de los pasos de las personas y del caballo. Shen Yu miró la espalda voluptuosa del guardia, sintió la fuerza de la mano que lo agarraba y de nuevo empezó a pensar alocadamente. Alguien protegiéndolo contra el viento y la lluvia, su corazón se sintió cálido y amargo al mismo tiempo. De pronto, el guardia se detuvo y la nariz de Shen Yu casi golpeó el hombro de Jun Xuan Xiao.

"¿Llegamos a la salida?"

Shen Yu asomó su cabeza por detrás del guardia, realmente vio un pequeño haz de luz no muy lejos de donde estaban, y sintió la urgencia de salir para ir a buscar a los soldados. Pero al mismo tiempo, deseaba que ese camino no se terminara, quería seguir así toda su vida. Después de todo, eso era imposible, los dos rápidamente llegaron a la salida, quitaron las capas de vegetación de enfrente de ellos y salieron.

El guardia arrojó la antorcha en un charco para que se apagara y luego talló las manos de Shen Yu con las suyas. Shen Yu se quedó pasmado por un momento, la temperatura de la cueva era baja y el frío le había calado el cuerpo, pero había estado tan inquieto todo el camino que no se había dado cuenta de que sus manos estaban frías.

"Apresurémonos."

Shen Yu retiró sus manos avergonzado, tenía demasiados sentimientos en su corazón. El guardia siguió caminando delante de él y rápidamente llegaron al pie de la montaña, sus orejas se movieron ligeramente y se detuvo atento.

"¿Por qu..."

Las palabras de Shen Yu fueron detenidas por la palma de una mano, el guardia señaló a la distancia, en un terreno plano había dos tiendas y más de una docena de hunos caminando alrededor de ellas. Shen Yu frunció las cejas y volteó a mirar a la montaña, los hunos habían puesto su campamento al pie de la única montaña que tenía la ruta de escape y probablemente había más hunos en los alrededores, si esa salida era expuesta, serían sitiados por los hunos. Shen Yu estaba reacio a admitir que, en este momento, él era una carga completamente y solamente podía quedarse mirando al guardia.

"Esperemos a que anochezca." El guardia le dijo con señas.

Con un caballo, sería fácil que los descubrieran durante el día y no podían dejarlo, era la única forma de avanzar a prisa el camino que tenían por delante.

"Está bien." Shen Yu le contestó con una seña, pensó que algo era chistoso y no pudo evitar levantar las comisuras de la boca.

"¿De qué te estas riendo?" El guardia no entendió su reacción y le preguntó con señas.

"Míranos, dos mudos, este es el momento en que hablar con señas es bastante útil. No sólo nos podemos comunicar sin problemas, ¡sino que incluso podemos hasta platicar!"

El guardia se quedó aturdido y, en lugar de platicar con Shen Yu, enfocó su atención en los hunos. Shen Yu puso mala cara y miró hacía las tiendas, pero después de todo no tenía la perseverancia del guardia. Estaban en julio y la montaña estaba llena de mosquitos, varias marcas rojas aparecieron en el rostro de Shen Yu, se rascaba las orejas y las mejillas todo el tiempo, con una de sus manos aplastaron un mosco que se había posado en el hombro del guardia.

Conforme el cielo se fue obscureciendo, las fogatas del campamento de los hunos fueron encendidas y el olor de lo que cocinaban se dispersó con el viento. Shen Yu percibió el aroma de la carne y casi se le cae la saliva, su estómago gruñó. 

Silent lover (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora