Amiga de la Infancia

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~Cada vez que te miro últimamente ~

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Él podía verla desde lejos, era el décimo día que la conoce de vista. Por lo poco que nota, no era una niña que hablara mucho. Siempre era distante, misteriosa y silenciosa, nadie se daba cuenta de su discreta aparición hasta escucharla hablar. Podría admitir, que a veces le daba escalofríos pero para su gusto, no lo veía malo, después de todo las películas de terror le generan eso y según su intuición; si alguien es así, tendría que ser su mejor amigo.

La ve jugar con una muñeca que estaba tejida con colores apagados, entre grises claros y magenta o puede que sea rojo, con un detalle en los labios siendo tejidos en negro y forma de equis.

Otros niños no se acercaban, parece que la tenían miedo. Es solo una niña... Diferente, a comparación de Izzy, Beth hasta quizás Courtney que también conoce hace unos días.

Duncan solo tenía cinco años, un niño que solo le gusta hacer travesuras y calmar la paz de la siesta de su cuidador, también no le agradaba estar en una guardería. Pero sus padres lo obligaban.

Opto por la decisión de acercarse a ella.

― ¡Hey! Hola, niña nueva ―le saludo, Duncan. Guardaba su mano izquierda en su bolsillo, mientras que con la mano derecha para saludar.

Los orbes oscuros de la niña hicieron contacto visual con él; sintió un pequeño temblor en su cuerpo, no podía describir exactamente el color de esos hermosos ojos, quizás eran obsidianas o azul oscuro, no estaba seguro. Este había notado un llamativo color de cabello entre turquesa verde y casi a un tono oscuro.

― ¿Sí? ¿Te conozco? ―interrogó Gwen, frunciendo el ceño. Se mantenía antipática ante el acercamiento de uno de los niños ―Solo te diré, que no se te ocurra robarme mi muñeca.

Ella lo miraba fijamente para intimidarlo, aunque lo único que podía causar en ese niño, es que se sonrojara y que se ponga algo ansioso.

―N-No esa no era mi idea, por ahora ―contestó Duncan tartamudeando, no se había dado cuenta que la miraba por mucho tiempo ―. Solo quería saber... ¿Cómo te llamas?

― ¿Eh? ― seguía perpleja, aunque sonríe de lado. Era el único niño que no la atacó, por ahora ―. Me llamo Gwen.

~Cada vez que te miro últimamente. ~

Cuando fueron creciendo y los años pasaban volando, ambos tuvieron vidas separadas después de la guardería. Se supone que ese nombre no tendría que olvidarlo nunca pero él se metió en tantos problemas que se fue olvidando el nombre de su amiga de la infancia.

Hasta que aquel show que ambos odiarían, a excepción de que todo valía la pena por la recompensa millonaria que cada concursante deseaba ganar. Ese mismo show, los uniría de nuevo pero sin saber que alguna vez, se conocieron de pequeños.

Ella siendo su mejor amiga.

Y él, su mejor amigo.

Ella había perdido en la gran final, tanto Duncan como Gwen habían empezado una relación con sus respectivas parejas. Courtney tampoco recordaba que alguna vez había conocido al punk, capaz se le hacía tan familiar a alguien pero la imagen de un Duncan pequeño nunca llegaba a su mente.

Tampoco en haber conocido al resto.

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~Te veo en blanco y negro ~

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Un año o dos, del primer show donde tuvieron que pasar cada obstáculo en una isla. Nuevamente, los mismos participantes habían regresado pero con equipos diferentes, dando la casualidad que tanto Duncan como Gwen estuvieran en el mismo equipo. Sin embargo, es cuando ambos empezaron a formar más fuertemente esos lazos de amistad; dando otras señales de más para Duncan, por el cual los pros y contras se relacionaban en que ellos ya estaban con alguien.

Él tenía a Courtney

Ella a Trent.

Duncan la miraba de otra manera, a pesar de verla al lado de Trent, todo se volvió blanco y negro cuando el tiempo se detenía en pequeños momentos, y eso se repetía cuando hablaban entre ellos dos.

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~Te veo en la luz más brillante ~

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Ella era diferente, era todo lo opuesto, todas las coincidencias caían sobre la chica gótica. Ël no sabía que sus ojos verdes claros se perdían tanto en esos orbes obsidiana, sabiendo que tanta oscuridad profunda y que consideraba hermosos ojos, podría encontrar paz y no sentir con una carga la relación, tampoco ser juzgado en ser alguien perfecto. Esa chica, para él, tenía una luz brillante.

Porque Gwen lo comprendía, aceptaba ser su amiga tal y como es.

Una fotografía salió de su cuaderno de dibujos, donde la imagen mostraba a un grupo de niños sonriendo o distraídos frente a la cámara y en plena guardería, ya estaban un poco grandes algunos. El punk había quedado en silencio, no recordaba absolutamente nada y la chica gótica tampoco, pero esa fotografía significaba una serie de bellos recuerdos y momentos que solo quedaban guardados en su subconsciente que en algún futuro lo recordaran en maneras fragmentadas.

―Gwen la verdad, no recuerdo nada ―confesó el punk, tratando de recordar algún detalle.

Ella sonríe de lado ―: Tranquilo, yo tampoco lo recuerdo pero los dos fuimos compañeros. Solo te quería mostrar porque mi madre me lo dio.

El joven miró con determinación, hasta noto ver algunos de los participantes. Nada venía a su mente, tantas travesuras y detenciones le hicieron olvidar lo que fue su infantica.

― ¿Acaso no crees que esto es coincidencia? ―preguntó Duncan, un poco desconcertado.

―No lo sé, pero supongo que nos caímos bien y rápido ―respondió Gwen, tratando de encontrar lógica a su amistad.

―En eso tienes razón, cariño ―admitió Duncan ―Quizás fuiste mi amiga de la infancia.

―...Y tú el mío ―comentó la joven.

Ellos se miraron a los ojos, sabiendo que al fin se encontraron, con lentitud no se daban cuenta que su rostros se asomaban. Estaban a unos centímetros de tocar los labios del otro, sus latidos eran profundos y desesperados por ese sentimiento que despertó en ambos.

No había nadie a la vista del set de grabación, quizás todos seguían dormidos.

Una oportunidad única donde el sentimiento podría ser mutuo. ¿Quién sabe?

¡Hora de levantarse, hay otro desafío esta madrugada! lo escucharon por el altavoz del patio.

Gwen fue la primera en separarse, dejando a un joven punk algo decepcionado en vez de asustado. Estaban enojados por el ruido que había hecho el conductor del programa.

¡Carajo, Chris! Lo insultaron al unísono, tanto Gwen como Duncan apoyando una mano justo del lado del corazón.

Esa misma madrugada, él y ella se habían enterado que fueron el amigo de la infancia del otro. No creyeron en el destino pero estas coincidencias no les pasaban tan seguido, sobre todo que uno piense que la otra persona era la indicada.

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Fin~

Hola, espero que les guste este pequeño one-shot. Esta idea surgió de la nada, acepto críticas constructivas. Solo mencioné ciertos personajes.

Espero que estén todos bien, mis queridos lectores-lectoras cuídense, y abrazo fuerte, psicológico.

Quédense en sus casas, cuiden al otro y a sus seres queridos, ¡Fuerza! n.n

¡Saludos y cuídense!

Atte. J.H ©

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