Mi vida como fantasma.

No vivir.

... Entonces lo supe. Era un fantasma. El flotar por todos lados y traspasar objetos lo decía todo.
Tenía una tonada muy pálida de piel. Pero aún tenía colores en mi. No era como en las películas viejas que supuesta mente, los fantasmas o espíritus, como quieran llamarlos, son blancos casi transparentes. No no no, nada de eso.
No estaba asustada, solo un poco sorprendida. Quería descubrir la razón por la cual ya no era un humano común y corriente. Ya entendí por qué dicen que la vida es una sola y hay que vivir el hoy, y bla bla bla. Un segundo vives tu vida normal y al otro eres un fantasma sin razón alguna.
Si preste atención correctamente a mis películas favoritas, cuando eres un espíritu ya nadie puede verte ni sentirte. Así que yo era prácticamente invisible, no existía. Digo... es lógico, ¿no?. Por algo cuando mueres vas "Al cielo" y no sigues andando y dando vueltas por ahí como si aún vivieras. 
Entonces supuse que lo más lógico era que había sufrido un accidente, o un asesinato. La cuestión era que ya no existía. 
Lo que más me preocupaba eran mis padres, mi familia. ¿Cómo atravesarían esta difícil situación?, no es por ser egocéntrica pero, de todos modos me lo preguntaba.
Lo bueno era que aún podía verme en el espejo, lo cual no me hacía feliz porque podía ver lo bonita que estaba, sino porque pude ver como estaba vestida. 
Recordaba los últimos momentos antes de ser fantasma, o lo que fuera que sea. Antes de estar en esta situación, recuerdo que nos dirigíamos con mis padres hacia una fiesta.
Había mucho trafico, autos, motos por todos lados. No parecía un sábado común. Digo... Sí, siempre hay mucha gente y más un sábado por la noche. Supongo que la razón por la cuál estoy muerta es porque sufrimos un accidente de automóvil. Solo espero que mis padres estén bien. Me moriría si supiera que ellos están como yo. De acuerdo... fue una mala expresión considerando que ya estoy muerta.
Tenía demasiadas cosas en que pensar, pero quería aprovechar esta situación porque aún estaba en el presente. Lo que me daba ventaja para lograr averiguar que fue lo que sucedió.
Lograba ver toda la ciudad, pero no sabía desde donde . Me quedó por aclarar que estoy en París, sí París, Aquí nací y crecí toda mi vida. Y fue cuestión de segundos lo que tarde para darme cuenta de que estaba en la cima de la torre Eiffel. Que ironía, vivir en esta ciudad toda mi vida y nunca haber visitado este lugar. Lo que me llamaba la atención, era que si antes de morir estaba en el automóvil, por qué y cómo aparecí en la torre Eiffel . Esa duda me mataba la cabeza. 
Así que no lo dudé mas y decidí bajar de la torre y comenzar a buscar pistas. Mi hogar se encontraba a solo 4 calles, por eso me enojaba tanto que mis padres nunca se dignaran a llevarme a la gran "Torre Eiffel". En fin, no era momento para comenzar a quejarme. Digo, tuve 18 años para quejarme, era un poco tarde. No creo conveniente esperar a estar muerto para quejarse sobre algo tan tonto. Porque, a esa edad, ya podría comenzar a ir sola con mis amigas a donde quisiera. Si no estuviera muerta, claro.
Comencé a caminar hacia mi hogar, perdón, digo comencé a flotar hacia mi hogar... Sí, así esta mejor. Tarde unos 3 minutos en llegar. Flotar si que facilita las cosas. Nadie me veía. Me sentía libre de la peor manera posible. Aún era joven, mis pensamientos me atormentaban. Estaba a punto de graduarme. La fiesta a la que nos dirigíamos con mis padres era la fiesta previa a mi graduación. Creo que morir antes de tu graduación es lo peor que puede pasarte... Cuando te gradúas eres responsable oficialmente. Demuestras tus conocimientos al hacerlo. Demuestras que eres lo suficientemente maduro para seguir tu vida. 
Quería respuestas en ese mismo instante. Así que entre a mi casa. No, por la puerta no. Por la pared, si, la atravesé. Realmente era divertido. En fin. Fui a cada rincón de mi hogar y en ningún lado se encontraban mis padres. Pero la casa se encontraba tal cual, como cuando nos habíamos ido.
Ya que no estaban ahí, decidí seguir el camino por el cual nos dirigimos a la fiesta. El salón se encontraba a unas 20 calles de allí. Fui flotando lo mas rápido posible hasta el lugar que recuerdo haber llegado viva, que solo faltaban 7 calles para llegar.
Y fue en ese momento en que lo vi, lo vi todo, absolutamente todo. Yo tenía razón, 2 autos accidentados. La imagen que mas me dolió fue esa. Mis padres en el suelo, cubiertos por una bolsa negra. Mientras que los del otro automóvil eran subidos a una camilla y luego a una ambulancia. Yo no estaba, o al menos no me veía.
Supuesta mente cuando directamente colocan bolsas negras sobre la gente que sufrió un accidente, es porque ya estas... sí, muerto.
Luego vino un auto y se llevó los cuerpos que se encontraban en el suelo. 
Decidí seguir a la ambulancia que tenía a los heridos hasta el hospital. Ambos respiraban normalmente, así que supuse que estarían bien. 
Me dí cuenta que el golpe mas fuerte lo habíamos sufrido nosotros. Me extrañaba que si mis padres también murieron, por qué no estaban conmigo.
Cuando llegamos al hospital pude escuchar la conversación que tenía el doctor con la recepcionista, decían algo como:

"Recep:- Doctor, ¿Estarán bien los nuevos internados?
 Doc:- Pues, se cree que sí. Pero al parecer, según me contó uno de los pacientes, no fue un accidente. Lo último que vieron fue que una persona cruzó la calle delante de ellos y queriendo esquivar a esa persona, chocaron a los que ahora, ya son difuntos."

Eso me dejó muy pensativa...
Con qué motivo alguien se cruzaría de ese modo por el medio de la calle.
No lo sabía, pero quería saberlo. Comencé a flotar por todo el hospital. Hasta que en un momento solo pensaba, flotaba pero inconscientemente. No sabía hacia donde me dirigía. Me recosté en un sofá de la sala de espera y me quedé pensando, después de todo no molestaría a nadie, no existo. Entonces me quede dormida...
*minutos después*
Oí que me llamaban, decían mi nombre pero aún no abría mis ojos. Lo que me preguntaba esta vez era, ¿Cómo pueden verme, si soy un espíritu?.
Fue entonces cuando decidí abrir mis ojos y lo comprendí todo. Mis padres difuntos, no lo estaban. Me llamaban porque habíamos llegado a la fiesta.
Sí... Todo había sido un sueño.