9.De acuerdo.

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Alex:

-nadie le dirá nada a lía sobre lo que se habló ¿ok? Dijo Jonathan mirándonos a todos.

-de acuerdo. Dijimos todos al mismo tiempo mientras reímos.




Nos quedamos a cenar ya que a mi querida esposa se le antojo comer comida china.

Estábamos todos renegando con los palitos chinos.







-vamos coman! Decía mi esposa.

-no es nuestra culpa que tu sepas y nosotros no. Le dije con la boca llena.






Nos sentamos todos en la alfombra, mientras tomábamos cerveza. Los primeros en irse fueron Steven y Rony, luego Tomas y Mía yo y Monica nos quedamos. Ella nos miraba seria porque le era injusto que ya no podría beber.


Me acostaste en la cama como pude estaba algo ebrio.

Monica estaba recostada dormida, yo me senté. Mire hacia la ventana. Alguien corría hacia acá. Me alarme. Como pude me levante y se lo comente a Jon.



-creo... que hay.. alguien... Dije. Unos golpees en la puerta me alarmaron. Agarre un palo de cocina y me escondí atrás de la puerta, mientras jon, contó uno.. dos.. tres... Y abrió la puerta.

Una chica se arrojó a el entre lágrimas, yo veía algo borroso hasta que parpadeo bien era Lía. Solté el palo y ellos pegaron un saltó. Ella corrió a mi y me abrazo. No entendía nada.

Luego de que se calmo un poco. Y jon me diera un vaso cargado de café que lo bebí mientras ella nos contaba que nuestra madre esta internada. Yo quise ir ya, pero no me lo permitieron, ella necesita estar bien no puede hacerme lo mismo que mi padre, debe conocer a Dilan, debe cargarlo en sus brazos,amarlo, y el decirle abuela.





Luego de que se me paso el efecto del alcohol, espere que se fueran tome el coche de lía y marche rumbo al hospital. Mientras sentía los gritos de jon y lía de que me quede en casa.








Llegue mire la hora en el reloj, eran las 05:32 am. Ingrese a la parte de emergencia. Para poder ver a mi madre. La enfermera no me lo permitió, le rogué de rodillas mientras lloraba. Pero no pudo dejarme pasar. Sentí una voz femenina llegar a donde estaba.

-¿eres alex el esposo de monica? Dijo la chica. Asentí. Ella me ayudó a levantarme.

-bien sigueme. Dijo.

-pero enfermera, no es hora de visitas y menos con la paciente que esta delicada. Dijo la que no me dejaba pasar.

-yo asumiré los cargos. Dijo me tomo del brazo. No dije nada hasta que me soltó y me dejo en las habitaciones. La mire ella asintió y yo abrí la puerta ahí estaba mi madre.

Me senté en la silla y tome su mano, estaba fría, las acaricie con suavidad.

-el.. tumor, con la operaciones que tuvo... y a pesar de todos los tratamientos como la químio terapia, y los rayos... Lastimosamente el cáncer avanzó. Me gire era mi Tía Mirta. Estaba con ojeras y los ojos hinchados por tanto llanto. La abrace, hasta que sentimos una débil voz. Me alarme y mire a mi madre, ella abrió sus hermosos ojos azules como los de lía.

-hijo.. Dijo mientras sus mejillas se llenaban de lágrimas. Tome su mano mientras la besaba. Permitiéndome llorar.

-estarás bien mama, eres una guerrera. Ella miro a mi tía. Sentí la puerta cerrarse.

-me quedan unos ocho meses... si voy bien tal vez un año... Dijo. Negué y negué con la cabeza mientras apretaba su mano con fuerza sin lastimarla.

Por siempre mía 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora