Desde pequeña he escuchado que las primeras veces son lo más bonito y mágico que había en el mundo, pero a mi nunca me ha parecido que sea así. Por ejemplo, la primera vez que fui a una pista de hielo me caí tantas veces que acabé llena de moratones o cuando vi mi primera película en el cine fue tan caótico que me acabaron echando, por no hablar de mi primer beso, eso sí que fue un desastre.
Recuerdo que hacía poco había conocido a un chico, era el típico chico moreno con ojos verdes y deportista, se llamaba Toni. Como iba diciendo Toni me invitó a un restaurante bastante lujoso con los típicos camareros repeinados y la típica gente que se ríe como si le hubiesen cosido la boca y no pudiesen abrirla. Reservó una mesa bastante cuca y con un encanto especial y la comida que pedimos estaba deliciosa, todo iba bien por el momento y eso me emocionaba mucho pero todo se complicó cuando yo me atraganté con un trozo de mi rosbif y empecé a toser sin parar, Toni me pasó mi vaso de agua pero cuando estaba bebiendo tosí y escupí todo el agua en el plato empapando toda la comida. No había persona pija y estirada que no nos mirase pero el colmo fue cuando me levanté para ir al baño, porque se me había recogido el vestido dejando a la vista mi bonito trasero. El pobre Toni no sabia donde meterse y no paraba de pedir disculpas a todo el mundo. Cuando por fin paré de toser estaba roja como un tomate y solo se me ocurrió salir corriendo con los tacones y como era de esperar me tropecé y me caí al suelo. Todo el mundo se estaba riendo de mi, no solía ser muy patosa pero siempre que me caía lo hacía en un sitio lleno de gente y de manera llamativa. Por suerte para mi Toni me sacó de esa embarazosa situación tirando de mi sobre su hombro mientras salía del restaurante. Cuando recuperé el habla le dije que me llevase a casa para encerrarme en mi cuarto y no salir nunca, como buen caballero hizo justo lo que le pedí, cosa que agradecí mucho. En el camino a mi casa veía más y más cerca el momento de la despedida y sabía perfectamente como acabaría. Con un beso. Mi primer beso. Nunca había besado a nadie y en ese momento no tenía ninguna gana pero tenía que hacerlo. A sí que me dije a mi misma que tendría que hacerlo. Antes de llegar a mi calle Toni dejó de andar y supe que el momento había llegado a sí que junté nuestros labios y cerré muy fuerte los ojos. No sentí nada, solo un asco tremendo al notar su lengua intentando entrar en mi boca. Me separé al instante de la grima que me había dado, recuerdo que el puso una enorme sonrisa en su cara y me dijo "Para encontrar el príncipe de tu vida tienes que besar muchos sapos princesa y veo que yo he sido uno de ellos" y con esto se fue dejándome aturdida pero a la vez feliz.
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Mi primera vez (Short)
RandomEsta es mi primera historia corta espero que os guste tanto como las otra y que os riais tanto como yo Gracias por leer <3