Pequeñas risitas se escuchaban a lo largo del pasillo y en toda la sala de estar, los pequeños pies descalzos corrían de un lado a otro mientras sus vocecillas gritaban sus nombres con una emoción incontrolable, en tanto un joven de aproximadamente unos veinticinco años se apresuraba a vestirse con un traje elegante, que de seguro alguien el día anterior había seleccionado especialmente para él mientras el joven trabajaba.
Los tres niños no paraban de jugar y las horas en reloj pasaban una tras otra, como si se tratase de una carrera de caballos, una pequeña alarma sonó y los tres pequeños se detuvieron para ir a ver de dónde provenía ese extraño pero agradable sonido para sus inocentes oídos.
El joven fue interrumpido de terminar de realizar el nudo a su corbata por seis pequeñas manos que venían hacia donde se encontraba con una pequeña cajita gris entre una de las manos
—Esto suena, si no es Nana debe ser importante--
Comentó una de las pequeñas voces, sonaba muy maduro para sus seis años por lo que supo en un segundo que se trataba del pequeño Jun.
Sus ojos no se separaban del reflejo que el espejo en su cuarto regalaba intentando terminar de arreglarse hasta escuchar su voz, sus ojos formaron una pequeña curvatura al igual que sus labios. Tal vez esos niños no sabían lo especiales que eran para Kun pero el en verdad los amaba, detuvo todo lo que estaba realizando para girar su cuerpo hacia donde se encontraban e inclinar sus rodillas para quedar a la altura de los tres pequeños que estaban ya desde unos minutos observando al mayor con curiosidad.
–Es la indicación de que debo irme ya—
Acaricio unos mechones del cabello de Xiaojun primero para después pasar a las sedosas cabelleras de los restantes.
-- Ya saben que lo de esta noche es importante para mí, por lo que debo tener todo en orden Xiao, Yang y el pequeño Hendery—
Al escuchar su nombre con ese adjetivo una risita dulce se escapó de los labios del más pequeño mientras los otros dos asentaban ligeramente sus cabezas demostrando que habían entendido.
Se levantó de la posición a la que había llegado al iniciar la conversación con los tres pequeños, terminó los detalles secundarios para su arreglo personal y se regaló una última sonrisa antes de salir de la habitación para ver a los infantes que se encontraban ya en silencio. Observó por las diferentes habitaciones buscando a sus pequeños, se le hacía extraño no escuchar sus risas o sus voces refutando algún comentario que habían realizado, caminó por unos segundos más hasta encontrar en la sala de estar a tres niños con sus ojos bien abiertos y su atención totalmente posada en la pantalla plana que se encontraba en esa habitación. Se veían como tres pequeños angelitos al no realizar ningún ruido y solo disfrutar entre risas el programa infantil que habían seleccionado.
Inmerso en sus pensamientos sobre lo alegre que había sido su existencia cuando estos tres pequeños invasores reformaron su vida el timbre del hogar se hizo presente, como un recordatorio de que debía terminar todo para irse sin ninguna preocupación, se dirigió a la puerta relajado y al abrirla encontró a su vecino.
Un chico muy simpático en esta tierra, sus cabellos sedosos que siempre se disponían de manera diferente dependiendo el peinado que llevase, los claros cabellos brillaban con el contacto de la luz solar y luces artificiales, sus sonrisa blanquecina y perfecta que se encontraba delimitada por unos hidratados y rojizos labios aparecía con unas palabras dulces. Digno de ser todo un modelo y ser el primer amor de varias chicas y chicos en el mundo.
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Mondo
FanfictionKun asumió la custodia de sus tres sobrinos por un error que cometió hace años, ese error le ha causado malas noches y un trauma que todavía no puede superar. Por su parte Lucas es el hijo de la dueña donde Kun y sus tres "hijos" han vivido desde el...