Sempiterno

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Centrado en la era moderna en donde no ocurrió la petrificación.

Era una mañana como cualquier otra, la luz del sol se colaba entre las cortinas levemente abiertas, pero la calidez del pequeño cuerpo a su lado le quitaba toda minúscula cantidad de voluntad de levantarse. La pereza ganó y se acurrucó más a la comodidad que lo acompañaba, escuchando como la persona a quien abrazaba respiraba con calma, sus manos aferrándose sin fuerza a sus brazos. Sin poder evitarlo, una gran sonrisa se instaló en sus labios y, aún con los ojos cerrados, acercó su rostro hasta hundirlo en su suave cabello, deleitándose con el aroma al que ya estaba completamente acostumbrado.

Todo había comenzado con una solicitud de ingreso al club de ciencias. Senku sostenía la hoja con el nombre de la chica en sus mano izquierda, mientras que con el dedo meñique de su derecha se rascaba suavemente la oreja.

"Ishigami sempai, ¿de quien es la solicitud?"

"Ah... Es de la estudiante de intercambio que llegó la semana pasada"

"¿La que viene de Rusia?"

"¿Acaso llegó otra chica la semana pasada?"

El científico no se notaba nada emocionado por la nueva integrante, le hubiese gustado alguien lo suficientemente inteligente como para tomar la vicepresidencia del club, pero la chica no parecía tener las aptitudes para eso, las pocas veces que se fijó en ella mientras estaban en clases solo logró verla haciendo garabatos en su cuaderno, aunque no sabe bien de que.

"Ella era bastante baja como para venir de Rusia, ¿no?"

"Pensé que todos los rusos eran altos..."

"¿Será una Omega?"

"Es lo más probable..."

"¿Por qué no mejor dejan de perder el tiempo y se dedican a hacer algo productivo?, aún no tengo ningún registro de avance en sus investigaciones"

Senku ni siquiera se dignó a mirarlos; se acercó a su mesón y empezó a afinar unos cuantos detalles en la última máquina que había creado. A los demás miembros solo les tomó unos segundos para imitar las acciones del presidente del club y concentrarse en sus propios experimentos.

Alfa, Beta y Omega; por alguna razón, la gente que lo rodeaba siempre terminaba conversando del mismo tema, el sexo secundario. Él tuvo la suerte, como muchos dirían, de ser Alfa, aunque sus genes no son tan fuertes como los de otros como él. Senku fue bendecido con gran inteligencia, pero lamentablemente no sacó muchos dotes en fuerza y resistencia física; aunque no es como si le importara, de hecho, hubiera preferido ser Beta, así no tendría que lidiar con las estúpidas feromonas de Omega y el molesto efecto que tienen en su cuerpo.

"Sempai... ¿cuando vendrá la chica nueva?"

"Ya debería haber venido"

Apenas puede recordar la única vez que estuvo cerca de un Omega en celo. Fue en secundaria, a una edad en donde es bastante raro tener tu primer celo, pero se trataba de un Omega con fuertes genes, lo que hizo la situación aún más complicada.

Le habían llamado de la sala de profesores para conversar acerca de una beca que le había ofrecido una escuela de Inglaterra; al parecer se habían enterado de su desempeño en la última competencia internacional de robótica y querían ofrecerle un año de intercambio en su programa de preparatoria para alumnos avanzados.

"Sería una gran experiencia, no te costaría nada adaptarte y, además, cuando vuelvas podrías convalidar los cursos"

Lamentablemente, él no tenía interés en ninguna beca, no importaba si era de la más prestigiosa escuela en el mundo.

ᴀ ʙᴏᴏᴋ ᴀʙᴏᴜᴛ ɪsʜɪɢᴀᴍɪ sᴇɴᴋᴜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora