Marco.
El edificio de Save The Future era uno antiguo, pero bien conservado. De esos que al pasar por la calle te quedas mirando por su estructura antigua y exótica. Eso fue exactamente lo que llamó mi atención hace unos 2 años, cuando pasaba por aquí. La curiosidad me llevó dentro a descubrir que este edificio era sede de una organización ambientalista, que también contribuía con proyectos naturalistas.
Subo los 10 escalones que llevan a la puerta principal y empujó la puerta de vidrio para entrar al vestíbulo.
-Buenas tardes Olga-saludé a la señora que está sentada en recepción.
-Hola Marco, ¿cómo estás?-me pregunta.
-Bastante bien, ¿sabes si ya llegaron los demás?
-Antonie aún no, ya sabes como es ese niño-suspira.
-Bueno ser impuntual es su toque, voy subiendo, hasta más tarde-me despido y me dirijo hacías las escaleras.
-Ten una linda tarde-escuché a mis espaldas.
El edificio tenía 3 plantas, la primera era donde estaba el vestíbulo y la administración, en la segunda habían diferentes oficinas para organizar campañas y en la tercera estaba la sala de reuniones y la biblioteca.
Para las investigaciones científicas existía otro lugar, un edificio pequeño a las afueras de la ciudad con un campo muy hermoso dentro de sus terrenos. Ahí sólo trabajaban los biólogos, así que sólo había estado ahí unas pocas veces.
Me detuve en la segunda planta y empuje la puerta de vidrio para encontrar otro pequeño vestíbulo, donde habían aparte 5 puertas. Entré por la primera de la izquierda, esa sala era la de los trabajadores ahí podíamos dejar nuestras cosas, cada uno tenía un casillero asignado. Luego de dejar mi maleta y mi casaca, salí y me dirigí a la tercera puerta, está era la sala de los voluntarios y habían exactamente 7 escritorios con una computadora y de acuerdo a cada persona, papeles o libretas encima. Y en el centro una mesa grande, donde nos sentabamos a planear campañas.
-¡Hola a todos!-saludé en general mientras me dirigía a mi escritorio.
En sus escritorios ya estaban Amélie, Jorge, Dean y Niara, faltaba Antonie como Olga había dicho. Los escritorios vacíos eran de Paola y Camile quienes no venían los martes.
-Hola-respondieron todos.
Al final se escuchó un tímido saludó- Hola Marco-me voltee y le sonreí a Niara.
Mi escritorio estaba cerca a la ventana, lo cual hacía mi trabajo más relajante con la luz del sol a mi espalda. Cogí los apuntes que tenía sobre mi escritorio y fui a sentarme en la mesa en centro de la sala.
-¿Vamos a juntar ideas hoy? ¿O esperamos hasta mañana?-le pregunté a los chicos.
-Creo que podemos ir comenzando-me respondió Jorge.
-Porque sino nos vamos a atrasar, Camile puede agregar sus ideas mañana-agregó Amélie, sin apartar la vista de su computadora.
-Bueno los espero para comenzar, ¿va?-asintieron en respuesta.
Jorge, Amélie, Camile y yo estábamos trabajando en una campaña para evitar la deforestación de un bosque, una empresa muy reconocida en la ciudad quería construir su nueva sede en ese bosque y transplantar los árboles a otro lugar. Pero, ¿cómo le dices a los animales del bosque que se busquen otro hogar? ¿Cómo van a adivinar ellos a donde se van a transplantar los árboles? Era un poco arriesgado transplantar árboles tan viejos, probablemente habían crecido unos cientos de años. Y plantar nuevos era una opción pero iban a tardar unos años en crecer y mientras tanto no había nadie que purificara nuestro aire. Que digamos, ya está bastante contaminado. Aparte habían árboles bastante raros en ese bosque lo cual lo hacía especial.
Un golpe contra la mesa me sacó de mi ensoñación.
-Esa es toda la información que encontré que podríamos usar a nuestro favor-Jorge señaló los papeles que había "colocado suavemente" sobre la mesa.
-Yo también estoy aquí-me giré a ver a Amélie que se estaba sentando a mi lado izquierdo.
-Empecemos entonces-dije.
Nos tomó unas horas juntar todas nuestras ideas para la campaña, hacer el eslogan y proponer las posibles fechas para llevar acabo la campaña. También necesitábamos patrocinadores que quisieran colaborar.
Dejé mis notas sobre mi escritorio. La mayoría ya se había ido y sólo quedábamos Antonie, Niara y yo.
-Ey Antonie-lo llamé.
-Dime-me respondió sin prestarme mucha atención.
-¿Por qué llegaste tarde hoy?-pregunté con burla.
-Eh... bueno... es que yo...-respondió indeciso- Tenía que entregar un trabajo en la U y salí muy tarde y para colmo en el camino una chica se metió en mi camino y no me dejaba pasar, porque según ella la había atropellado cuando ella no miraba por donde corría, ¿puedes creerlo?
Me reí, sólo a Antonie le pasaban esas cosas- Aja buena historia, ahora la verdad-levanté una de mis cejas y lo mire fijamente.
-Te he dicho la verdad-me miró divertido.
-La verdad que tu acabas de inventar-dije con una sonrisa.
-Buenooo, salí tarde porque me entretuve con una compañera de clase-rodé mis ojos divertido- Pero lo de la chica que supuestamente atropelle, si es verdad. Estaba un poco desquiciada.
-A ti todas te parecen desquiciadas sino quieren algo contigo.
-Touché.
Me voltee divertido y comencé a ordenar mi escritorio para irme. Niara nos había ignorado todo el tiempo que duró nuestra conversación. Me tardó unos minutos dejar todo listo para mañana y apagar lo computadora. Antonie había salido unos segundos antes por la puerta.
Me voltee hacía Niara para despedirme- Ten una linda noche Niara, nos vemos mañana.
Me miró y sonrío tímida- Gracias tú también...-pareció que me iba a decir algo más pero se resignó.
Salí de la sala de voluntarios y me dirigí hacía la de trabajadores para sacar mis cosas e irme. Puse la combinación en el candado y abrí mi casillero, siempre dejaba galletas en este para comer antes de llegar a casa. Salí otra vez al vestíbulo y abrí la puerta de vidrio cuando Niara salió apresurada de la sala de voluntarios.
-Marco-me llamó- t-tengo que d-decirte algo-tartamudeó.
-Mmm claro dime, ¿qué pasó?-me pareció extraño que no me dijera nada hace un rato.
Sé acercó más a mí y susurró- Yo bueno-se aclaró la garganta para continuar- Hace tiempo quería decírtelo pero sabes que soy un poco tímida...-me miró sin continuar.
-¿Es sobre algún fallo en un proyecto?
-No es que... no sé... mmm... como decirlo-Niara se comenzó a poner roja.
-¿Entonces es sobre algo que te molesté de mí?-estaba totalmente confundido.
Niara murmuró algo muy bajo que no entendí.
-Lo puedes decir otra vez que no entendí nada-sonreí animandola, me miró y se acercó más a mí.
Miró sus zapatos y tomó aire- Mañana hay una reunión, se ha cambiado la hora y tienes que llegar más temprano de lo normal, sólo eso-apenas terminó camino rápido de regreso a la sala de voluntarios. No entiendo porque la pongo nerviosa.
Probablemente nunca entienda a las mujeres.
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Florecer
Teen FictionPiensa que las decisiones que tomas, influyen mucho en el futuro.