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Hongjoong abrió los ojos lentamente por el frío que tenía, en ese momento se percató de que estaba solo en la cama y lo primero que pensó fue que el mayor se había ido.

Se sentó sobre el colchón con sumo cuidado debido al dolor que tenía en su parte trasera, estaba al borde de las lágrimas. Bajó de la cama, limpiándose los ojos con el dorso de la mano a causa de alguna lágrima traicionera. Sorbió por la nariz, mirando el suelo, dándose cuenta de que la ropa del mayor seguía estando ahí, su llanto silencioso se calmó y con cuidado tomó la camisa de Seonghwa, colocándosela, dispuesto a buscarlo.

Se detuvo a mitad de la habitación por un golpe seco proveniente del baño, seguido de unos sollozos. Preocupado caminó hasta la puerta del baño, abriendo esta con cuidado.
Sintió su corazón romperse ante la escena frente a sus ojos; Seonghwa sujetaba fuertemente sus piernas en posición fetal mientras luchaba por callar los incesantes sollozos que se escapaban de sus labios, sin pensarlo dos veces, corrió hasta donde el mayor estaba, rodeándolo con sus brazos al verlo tan vulnerable.

— ¿que tienes? ¿qué pasó? — Hongjoong soltó un pequeño quejido cuando siente el agua quemarle los brazos, confundido y en busca de una explicación comienza a revisar a Seonghwa pensando que se había lastimado.

Hongjoong tomó los brazos de Seonghwa, provocando que los aparte rápidamente por las marcas rojas que tenía en la piel, acompañado de heridas que parecían estar cicatrizando pero que ahora volvían a estar abiertas. En ese momento Hongjoong se sintió como el ser más estúpido del planeta, había visto los brazos de Seonghwa mucho antes, pero los había pasado por alto, ¿cómo había podido ignorar eso? ¿cómo no pudo mirar cada una de las marcas que Seonghwa tenía cuando estaba desnudo?, estaba comenzando a culparse por no haber prestado más atención. Incluso había sentido sus manos agrietadas por la resequedad.

— Dios...— susurró Hongjoong, volviendo a abrazar a Seonghwa y esta vez más fuerte, quería transmitirle todo el amor que sentía por él. El agua seguía quemando su piel a través de la camisa, pero poco le importaba.

Hongjoong se puso de rodillas sin dejar de abrazarlo, quería acompañarlo, aunque no supiera que estaba sucediendo, esperaba tener respuesta a tantas dudas que habían surgido tan de repente, pero estaba dándole espacio a Seonghwa.

El peliblanco dejó un beso en el cabello húmedo de Seonghwa, buscando protegerlo entre sus brazos, tratando de calmar los sollozos que el mayor soltaba contra su pecho. No diría nada, solo se quedaría ahí para demostrar que estaba con él, apoyó la barbilla en la cabeza de Seonghwa sintiendo las lágrimas bajar por sus mejillas, no sabía en qué momento se había puesto a llorar, por suerte las gotas de agua se mezclaban con las pequeñas lágrimas saladas que se escapaban por los sonidos de dolor que Seonghwa soltaba.

No sabía cuanto tiempo había pasado desde que había entrado al baño. Los dedos de sus manos estaban arrugados por haber estado mucho tiempo bajo el agua, Seonghwa había disminuido su llanto y solo se encontraba hipando por el reciente llanto.

— lo lamento tanto ㅡ fue lo primero que Seonghwa dijo con la voz rota, buscando refugio en el pecho mojado de Hongjoong — lamento ser tan egoísta — se aferró aún más al cuerpo pequeño del peliblanco, cerrando los ojos — me prometí que haría lo posible por dejarte, por salvarte — lo único que los acompañaba a ambos en el baño era el sonido de la voz triste del pelinegro y el sonido del agua corriendo — pero no puedo estar lejos de ti porque es inútil, iba a terminar cayendo por ti en algún momento.

— ¿de qué hablas? — preguntó más confundido que antes. Parecía que Seonghwa hablaba consigo mismo — no va a sucederme nada, Seonghwa, no tienes nada malo — Hongjoong insistió, inclinándose lo suficiente como para dejar un dulce beso en su frente. Quería entender, pero realmente la situación era demasiado como para atar cabos.

Trastorno Obsesivo Compulsivo|| SeongJoong.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora