Una semana atrás mi Máster @Eledi_ y yo @Nefertari_KL, acordamos hacer un reto, así que elegimos una mano santa, que en este caso fue la de @AlejandraBruno18 quien decidió tres géneros para el OS, optando por Romance, Suicidio (Que nunca hemos tocado xD) y Escolar, aunque este último será más una mención para no complicarnos la vida.
Entonces ustedes elegirán al OS ganador, hacen mención de voto por éste en cada historia para que así hagamos conteo, en realidad no sé qué mierda será el premio de la ganadora, pero ustedes apoyen en esta dinámica.
Así como escribio Nefer, no sabemos ni que apostamos pero la cuarentena ya nos aburrio y por eso se me ocurrio retarla, que aunque no escribo tanto como ella (que ni de lejos) le he ayudado con algunas ideas y partes de sus fics, así que se me hizo buena idea.
Gracias de ante mano por leernos.
Nefer / Eledi.
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Kara vivía en una granja realmente alejada del pueblo, desde que sus padres habían muerto en un accidente vial, ella se hizo cargo del patrimonio heredado sin la necesidad de un esposo, lo cual por supuesto no eran bien visto los lugareños, aunque eso nunca le ha quitado el sueño. Siendo suficientemente fuerte para sobrevivir y comercializar, subsiste perfectamente y aunque las personas la vean como un fenómeno, pierden todo orgullo cuando la comida escasea, así Kara puede vender lo que mantiene en sus reservas, disfrutando de los gestos avergonzados que alguna vez la ofendieron en la calle, pero después de recibir sus alimentos, siempre bajaban la cabeza, impotentes.
En este momento Kara se prepara para el invierno, cabalgando a través de sus amplias tierras asegurándose que todo el ganado está en la granja, ya que muchas veces las vacas salen del establo sin razón aparente. Su granja es cercana a las vías del ferrocarril, cada mañana y noche lo escucha, y con el tiempo se ha acostumbrado, por lo que también debe proteger sus tierras de forajidos, que se han vuelto comunes en el pueblo, pero que ella no dudaría en disparar a sus cabezas para exterminar esa bazofia.
Su caballo blanco llamado Artemis en honor a la diosa de la luna, trotaba tranquilo siguiendo los movimientos de las riendas, a cuatro metros de las vías del ferrocarril, la luna llena iluminaba el paisaje así que no era necesaria una linterna, lo cual era perfecto pues las velas se apagaban con los fuertes vientos del invierno, aún protegida por el cristal cubico. Kara sabía que las reses no podían ir más allá, y estaba a punto de regresar hasta que el quejido de una persona hace que detenga el trote de Artemis. Levanta un poco su sombrero y saca el arma de su cinturón, acercándose lentamente, incluso su caballo era sigiloso. Pero se vio sorprendida al ver a una mujer sentada cerca de las vías, con unas tijeras en mano cortándose el cabello, y Kara puede deducir que ha huido por el bolso enorme a su lado.
-¿Qué haces aquí? — Pregunta Kara, sobresaltando a la mujer.
-Nada — Se pone de pie rápidamente — Sólo... iba al pueblo-
-El pueblo está a un día caminando, morirás de hipotermia si continúas bajo la nieve-
-No importa, necesito llegar ahí-
-Te recomendaría volver a casa — Kara guarda el arma y recarga sus brazos en el caballo — Este no es un sitio para una señorita de ciudad — Mira las prendas finas de la joven.
-Lo será-
-Eres testaruda — Suspira sonriendo, mirando los verdes ojos grisáceos de la joven — Te ayudaré sí me lo permites-
-¿Cómo? — Pregunta desconfiada.
-Mi granja está cerca, puedes pasar la noche ahí y mañana te escoltaré hasta el pueblo-
