Sintió como una ola de emociones atravesaba su espalda al darse cuenta de la situación en la que se encontraba.–¡No!–grita empujando al desconocido.
Se tapa la boca sintiendo miedo y nerviosismo al ver a su prometido delante de ella. Rápidamente la vergüenza y color carmesí se instalan en su rostro.
Por su parte el se encontraba confundido ¿Por qué ella se nota con miedo y sorpresa?
“Un desconocido acaba de besarla sin su consentimiento” se sintió estúpido al no notarlo de inmediato.
–¡Sesshomaru!–rápidamente se abalanza hacia el sin previo aviso–¡No lo conozco! ¡No lo mal interpretes!–
Sin decir nada la pone detrás de él para protegerla al ver a ese desconocido levantarse.
Por su parte miraba al su alrededor cohibido ¿por qué su amada lo rechazó?
–Sango…¡sango perdóname!, ¡No quise besarte sin tu consentimiento!–trata de acercarse.
–Yo no soy sango, mi nombre es kagome–lo mira con temor.
Solo había un explicación a todo esto: Todo fue un malentendido.
–¿Kagome?–cuestiona volviéndose pálido.
–Así es….–dijo abrazando fuertemente a sesshomaru.
–¿Qué esta sucediendo?–pregunta totalmente confundido.
–En verdad…yo lo siento….me confundí de persona…–confiesa totalmente apenado.
Mientras tanto ella sintió como su mundo se desmoronaba a su alrededor, en toda su vida no beso a ningún hombre, su sueño siempre fue dar su primer beso a sesshomaru y ahora beso a un completo desconocido, en resume nada salió como lo había planeado.
–Será mejor que te expliques mejor–dijo completamente serio.
Los presentes se sentaron en la sala para poder conversar y comprender la situación .
–¿Quién eres tú?–pregunto enojado.
Se sintió molesto al ver a la acabache totalmente alerta con ese hombre, no sabía el como o por que se encontraba así pero sentía con la obligación de protegerla y golpear al imbécil que se atrevió a asustarla de esa manera.
–Bueno yo soy hirasawa miroku–sentido una gota de sudor bajar de su frente al ver la mirada asesina de la acabache.
–Siguiente pregunta, ¿Por qué besaste a kagome?, ¿Acaso eres un acosador?–pregunta lascivamente.
–¡No!–rápidamente niega–Veras yo estoy enamora de una mujer llamada sango, supongo que la conoces–lo mira.
–Si, es mi amiga–contesta rápidamente.
–Llevo más de un año cortejandola, aún no somos nada–dice completamente deprimido.
Ambos casi se caen del sillón por la sorpresa.
–¿Un año?–pregunta sorprendido.
Aunque ya debía de imaginarselo tal vez aquel tipo sea el mismo sujeto del que le hablo su amiga.
–Si, verás yo hice de todo para que me tome en cuenta pero soy por decirlo así…un sujeto indeciso–se siente diminuto.
–A sango no le gusta los mujeriegos…–es interrumpido por miroku.
–Te equivocas, me mantengo fiel a sango puede que al principio si coqueteaba con mujeres pero desde que la conocí cambie drásticamente–se nota triste–Cuando me rechazo innumerables veces…quede…obsesionado con mi persona, en pocas palabras me volví inseguro de mi mismo, tímido hoy en día no puedo cruzar más de tres palabras en frente de ella sin quedar paralizado–dice depresivo.
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Hola ¿Quieres casarte conmigo?
Diversos¿Fue el destino? ¿la vida? ¿Su hermano? ¿Quien fue el que trajo a esa acabache a su vida? su ternura era capaz de cautivarlo, sin embargo ella dijo algo que lo sorprendio demasiado. -¡Hola! ¿Quieres casarte conmigo?- -¿Estas loca mujer?-