Boy.
"Cariño te veo muy sonriente desde ayer, inquieto"
"Estoy bien, ¿no era eso lo que siempre esperan?" fingió una carcajada sirviéndose más jugo, esperando que en el camino no le diera ganar de ir al baño, su madre ladeó una de sus cejas con desaprobación
"¿No estás consumiendo algo? ¿Verdad James?"
Así lo llamaba cuando empezaba a cuestionarlo. Lo odiaba. Pero hoy simplemente lo dejó pasar. Nada lo haría cambiar de humor. Fuera hacia fresco, con un sol que te acariciaba el rostro no como esos días calurosos donde una caminata corta te dejaba abatido por el calor; había viento fresco que hacía que los árboles se balancearan y las hojas del viejo roble cayeran sobre el piso donde las acumulaba el señor Wallace con paciencia.
"No madre, no consumo nada" se levantó deprisa "Voy a salir"
"¿A dónde? ¡Ayer te lastimaste! No quiero que Leonore te encuentre por quién sabe donde con las fango en los pantalones "
"Estaré bien, voy con Simon" mintió. Anoche le había llamado, pero tenía que trabajar y ya no podía llamarle a Zoe para cambiar la hora. "Adiós" corrió hasta el porche con toda prisa, confiado con el mapa improvisado que Leonor le habia hecho. Traía la cámara consigo, y esperaba que Zoe llevara su bicicleta, asi podría fotografiarle con ella.
Caminó tranquilamente por el camino, encontrándose un par de autos que pasaban, y una pareja de ancianos que miraron su cabello de forma extraña, pero estaba acostumbrado. Su amigo Lol y él eran dos punk sin remedio, iban de paseo a las plazas casando algunos vinilos en oferta, escuchando Sex Pistols en la radio. Podías ver a más chicos así en las calles, pero siempre bajo la mirada de los adultos.
Extrañaba algunas cosas de allí, pero su alma poco a poco se dividía, Greenwich, de caminos largos sin tanta gente, lleno de misterio, bosque, flores de olores nuevos y Zoe. Esa chica, lo estaba enamorando. Aunque no quisiera admitirlo, le entusiasmaba verla.
Los sauces comenzaron a aparecer, cabizbajos pero enormes, de tronco ancho, sin mecer sus ramas, sólo aquellas largas hojas verdes.
Subió la colina divisando los borregos más allá, la cerca, y una enorme casa a lo lejos.Fotografió aquello notando enseguida la manta en el verde césped, allí estaba Zoe, junto a un sauce, acostada boca arriba mirando el cielo. Robert sonrió. Comenzando a bajar hacía allá. Saltó la cerca blanca y ella notó entonces su presencia.
Se apoyó de sus codos, para mirarle, estaba usando un pantalón acampanado de mezclilla y una camisa negra pequeña con dos botones dorados en el cuello V. Había libros, una canasta y dulces cerca.
"Pensé que no vendrías Rob" sus ojos le recibían, parecían brillar, dos cuencas oscuras que lo transportaban al infinito
"Mi madre quería que desayunara, apenas si pude escapar de ella" se sentó cerca en posición de indio, sin quitarle los ojos de encima. El cosquilleo en el estómago y la calidez llegó deprisa.
"Es una pena, preparé algunos sándwich"
"Comeré de todas formas" sonrieron, él se inclinó hacia delante. Quería besarla. Sin que Simon interrumpiera. Quería volver a sentir sus labios encima.
"Quiero presentarte a alguien" sus mejillas se tiñeron y miró la manta un momento, mordiéndose los labios, reprimiendo una risa nerviosa. Para cuando alzó el rostro una niña se acercaba a ellos, estaba recolectando pedazos largos de césped, y flores blancas que cargaba en una canasta. Usaba vestido de puntos diminutos color café y listón con moño en la cintura. El cabello rubio le caía por los hombros, completamente lacio. Sus mejillas eran regordetas, como de bebé, casi que no podía tener más de diez años. "Ella es Helena Warren, sus padres tienen ésta granja"
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Just Like Heaven | PAUSADA
Fiksi PenggemarUn pueblo tranquilo y una vida cotidiana, el deseo de Zoe de que llegara algo emocionante a su vida parece cumplirse con la mudanza de un extraño chico de ropas oscuras.