La Clave y La Perla

Parte 1

Te contaré mi historia, por si te llega a pasar algo igual, no te tome de sorpresa como a mi. Mi nombre es Rayan Jhonson, nombre extraño verdad. Bueno! De extraño no tengo nada o al menos eso pensaba yo. Soy un chico común y corriente de 21 años, uso lentes, soy delgado, de cabello liso y castaño, de ojos chocolates color avellana, algunos dicen que parezco el personaje nerd de las películas juveniles. Vivo en una ciudad costera muy famosa por su turismo y trabajo como ayudante en el centro comercial más grande del área, el Coral & Perls Mall es tan grande que tiene bares, playa privada, piscinas, boutiques, restaurantes y hasta un hotel. Me encanta trabajar aquí, hay todo tipo de tiendas; de ropa, zapatos, accesorios, etc. Todo muy bonito, pero no me llaman mucho la atención, creo que la moda no va conmigo; por suerte tengo que usar uniforme, pues no tendría que ponerme todos los días. Aquí los restaurantes son geniales, al finalizar el día siempre me doy una vuelta a ver que comida deliciosa ha sobrado. Al costado del centro comercial hay un hotel de playa que es parte de la misma franquicia el The Pearl Palace Hotel, su entrada es casi como un templo griego; una estructura blanca, con pilares enormes a los costados, pero con ventas de cristal azul translúcido, jardines verdes llenos de palmeras y flores de todo tipo, tienen 4 piscinas frente a la playa, es decir todo un paisaje digno de unas buenas fotografías, pero la verdad no me gusta ir allá, pues los ricachones, siempre me miran algo extraño y eso me incomoda, es como si me conocieran o hablaran de mi.

Mi lugar favorito en todo el Mall, es la tienda de antigüedades, es un espacio alucinante, un poco lúgubre y oscura para mi gusto, pero que vale la pena visitar, por cada objeto extraño y diferente, provenientes de todas partes del mundo y otros que no parecen de este mundo que puedes encontrar ahí. Hay desde las extrañas máscaras tribales, joyería de gran valor, estatuas, artefactos orientales muy antiguos, papiros egipcios, monedas y una colección de libros tan antiguos que podría quedarme leyendo todo un año sin dormir y no los terminaría. Hay objetos tan raros y tan viejos que es cómo estar en un museo, hay una sección privada a la que nunca me han dejado entrar.

Mis funciones consisten en ayudar a los dueños de cada tienda en todos los trabajos y tareas pesadas, es decir; si necesitan cargar cajas, arreglar algo en las tuberías, pintar las paredes e incluso cubrirlos por si necesitan salir, ahí
estaré yo. Muchas veces me tocaba asesorar a los clientes con temas de precio y entre otro montón de cosas que me ponen a hacer.

Un día como común y corriente, soleado como cualquiera otro de este verano, salgo a mi hora de almuerzo con mi mejor amigo Thomy, diminutivo de Thomastocles, no pregunten porqué rayos se llama así, pues mil veces le he preguntado y siempre dice que no sabe.
¡En fin!, llegamos a nuestro restaurante de favorito donde siempre comíamos, al entrar al restaurante quedo en ¡SHOCK!, mis ojos no podían creer lo que veía. El piso está caído hacia un lado como si hubiera explotado algo y la tierra se lo estuviera tragando, todo estaba destruido por completo; las mesas, las sillas, los platos, había comida y bandejas por todas partes, de repente escucho gritos y agitación y eso me trae de vuelta a la realidad, escucho alboroto en las calles, la gente grita y corre, los carros pitan desesperados para avanzar y en ese momento veo la mano de una chica bajo los escombros, era la mesera del restaurante que siempre nos atendía en la hora de almuerzo, estaba atrapada detrás de una vidriera para comidas; ella estaba muy herida, intentamos moverla, pero no podíamos, había una viga de concreto encima de esto, queríamos ayudarla, estaba desesperado, pero solo me decía con voz entre cortada "Busca a tu jefe, busca a Elika, ¡rápido! , ¡rápido!, ¡vete¡ que te encontrarán", en eso momento deja de moverse, mira a Thomy a los ojos como si le dijera algo y de repente deja de respirar, tenía muchos años de no ver a una persona morir tan cerca de mi, inteté ayudarla, levantar los escombros, pero no pude.

Thomy, me dice "Rayan es tarde, no puedes hacer nada" y no lo escucho en ese momento y me toma de los hombros, me mira a los ojos y dice "Déjala ir", en ese momento escuchamos un ruido y me saca de un solo jalón del restaurante, al salir en el cielo veo algo que mis ojos no pueden creer, una especie de naves especiales, eran alargadas, de un color oscuro como si fueran pedazos de tierra que fueron arrancados con una máquina de equipo pesado o unos trozos de madera podrida mal cortada, veo que disparan y destruyen la ciudad, vuelan a gran velocidad, pero no están solas en el cielo, aparecen otras naves, pero estas son diferentes de un color blanco con un brillo tornasol como el de una concha de nácar, estas eran más parecidas a aviones de guerra, de esos que uno ve en las películas.