Un gran sueño

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Había una vez un niño llamado Rafael, a pesar de tener ya 10 años parecía más pequeño. Esto provocaba que todos los niños de su vecindario se aprovecharan de él. Rafael vivía cerca del bosque, un bosque muy grande según le contaban sus padres. El parque siempre fue el escenario de los cuentos que Don José el padre de Rafael le contaba cada noche antes de ir a dormir. Algunas veces el bosque era un lugar hermoso donde una princesa salía de paseo con su príncipe y otras un lugar aterrados donde los animales atacaban a los niños y se los quería comer, claro que el final del cuento era que el niño lograba escapar pero aun aso Rafael tenía mucho miedo de ir algún día al bosque. Creía que habría un oso que querría comérselo y eso lo hacía temblar.

Una tarde mientras los demás niños jugaban Rafael los veía con grandes deseos de jugar también pero sabía que los otros niños no lo aceptarían. Miraba atento a Oscar un niño de su edad pero que era de mayor tamaño, era más alto que Rafael y eso le daba ventaja. Rafael lo veía, veía como movía las piernas y dominaba el balón. Oscar era muy bueno en el futbol nunca nadie le ganaba. Cuando Oscar hizo una de sus tantas jugadas lanzo el balón muy alto y muy lejos de donde estaban. Entonces el balón cayó en los primeros árboles donde empezaba el bosque. Oscar que era un chico muy abusón miro a Rafael y sonrió con malicia.

- ¡Oye tú!-Le grito Oscar a Rafael. Rafael miro a Oscar con miedo y quiso entrar a su casa casi corriendo pero el miedo lo paralizó.

-Ve por el balón.-Le ordeno Oscar. -No, me da miedo.-Dijo con voz apenas audible. -No te estoy preguntando. ¡Ve! ¡Ahora!-Le grito.

Los demás comenzaron a intimidar a Rafael. Resignado Rafael camino hacia el bosque. Cuando Rafael llego todo era más oscuro la noche comenzaba y el pequeño temblaba de miedo. El niño había encontrado el balón pero se dio cuenta de que ya no sabía el camino de regreso. Rafael estaba perdido. Rafael se quedó sentado en un tronco sentía que lo observaban. De pronto empezó a llorar creía que no volvería a ver a sus padres jamás además de que pensaba en animales que estarían ahí en el bosque. El oso se le acerco y Rafael quería escalar un pequeño árbol pero no pudo hacerlo. Él era demasiado pequeño. El osos estaba ya muy cerca y Rafael comenzaba a llorar, pero el pequeño lloraba sin saber lo que iba a ocurrir. El oso lamio la cara del niño y se acurruco en el pequeño cuerpo del niño. Rafael se sorprendió mucho así que estiro su mano para tocarlo. El oso no hizo nada más que seguir lamiendo el rostro del pequeño. El oso sabía que Rafael estaba perdido y quiera ayudarlo así que se agacho y metió su cabeza entre las piernas del niño. Rafael capto la intención del oso y se subió en el lomo del oso con el balón en sus manos. El oso comenzó a caminar y lo llevo a las afueras del bosque.

Cuando al fin había llegado, el oso lo bajo de su Lomo y volvió a acariciarlo. Rafael le sobo la cabeza y camino hacia su casa no sin antes decirle adiós. Todo esto le había hecho darse cuenta de que las historias de su padre no eran del toso ciertas, los animales del bosque eran buenos. Cuando Rafael llego a su casa todo mundo estaba dormido, nadie había ido a buscarlo y Rafael se sentía mal por eso. De pronto Rafael despertó en su cama todo había sido un sueño pero no estaba conforme con eso así que corrió fuera de casa y desde una distancia prudente observo hacia el bosque y ahí está el oso gigantesco de color café. El crujido de una rama lo alarmo, giro su rostro hasta dónde provenía el ruido y ahí estaba, un oso color café realmente gigantesco lo observaba. El oso se le acerco y Rafael quería escalar un pequeño árbol pero no pudo hacerlo. Él era demasiado pequeño. El osos estaba ya muy cerca y Rafael comenzaba a llorar, pero el pequeño lloraba sin saber lo que iba a ocurrir. El oso lamio la cara del niño y se acurruco en el pequeño cuerpo del niño. Rafael se sorprendió mucho así que estiro su mano para tocarlo. El oso no hizo nada más que seguir lamiendo el rostro del pequeño. El oso sabía que Rafael estaba perdido y quiera ayudarlo así que se agacho y metió su cabeza entre las piernas del niño. Rafael capto la intención del oso y se subió en el lomo del oso con el balón en sus manos. El oso comenzó a caminar y lo llevo a las afueras del bosque. Cuando al fin había llegado, el oso lo bajo de su Lomo y volvió a acariciarlo. Rafael le sobo la cabeza y camino hacia su casa no sin antes decirle adiós.

Todo esto le había hecho darse cuenta de que las historias de su padre no eran del todo ciertas, los animales del bosque eran buenos. Cuando Rafael llego a su casa todo mundo estaba dormido, nadie había ido a buscarlo y Rafael se sentía mal por eso. De pronto Rafael despertó en su cama todo había sido un sueño pero no estaba conforme con eso así que corrió fuera de casa y desde una distancia prudente observo hacia el bosque y ahí está el oso gigantesco de color café. El oso desde la distancia movía su cabeza como si de un saludo se tratase, se había convertido en su amigo y eso alegraba mucho al pequeño. Rafael jamás se había sentido tan feliz.

Un sueño en el bosque (TERMINADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora