12

10.6K 843 507
                                    

—¡Sin vergüenza!

Si alguien tuviera que ser nombrado como el ser más sinvergüenza que existe, este definitivamente tendría que ser Min YoonGi. No le bastaba con engañar a su prometida, sino que también tuvo que invitar a uno de sus amantes, a la persona con la que engañaba a su futura mujer, a la persona que hace poco había humillado y desechado tal como una curita, con la diferencia de que a la persona la volvería a usar cuantas veces quisiera.

"Te uso, te desecho, te humillo, y te rompo el corazón...y te lo vuelvo a romper invitándote a mi boda porque después de todo, yo estaba comprometido y mi destino es alguien mejor que tú", si todo fuera así de fácil, no existirían tantos problemas entre las parejas serias. Pero, como ni JiMin ni YoonGi sabían qué tipo de relación tenían, entonces estaba bien. De todas formas, no podían tomar en cuenta algo como los valores a la hora de encamarse. O al menos eso era lo que pensaba YoonGi cuando formaba este tipo de relaciones con cualquier persona.

—¿Se atreve a hacerte todo lo que te hizo y aún así te invita a su boda?, ¿Y qué mierda?, ¿Por qué me invitó también?

JungKook al comienzo proyectaba indignación en sus palabras, pero este sentimiento se disipó al ver la expresión del mayor reflejada en el espejo del auto. Este se encontraba en silencio, mirando a la nada. Parecía que pensaba en algo.

—Llevas repitiendolo toda la tarde, desde que viste la invitación.

JiMin soltó una risita desganada al recordar que JungKook tenía este hábito. Cada vez que se enteraba de algo que le indignaba, no dejaba de pensar en esto y hacía énfasis en lo indignante que era siempre que tenía oportunidad, y esta vez no fue la excepción.

JungKook pareció sonrojarse luego de apreciar lo tierno que se veía JiMin riendo, pero este estaba tan desconectado de la situación, que no lo notó. El menor no respondió por un rato.

—¿No vas a ir, verdad?

La mirada de JiMin se apagó más, hasta él de decepcionaba de sí mismo. Lo más sensato sería no ir, pero hablamos de Park JiMin, quien estaría de acuerdo con ir a ver al amor de su vida y causante de sus últimas decepciones siendo feliz, aunque no sea con él. Además, no se encontraba en su mejor momento, lo cual no le dejaba pensar con claridad. No era para menos, él todavía trataba de abandonar sus deseos por YoonGi e iba por buen camino, pero aquella muestra de "Me importas tan poco que te invito al día más feliz de mi vida", en serio dolía, y mucho.

Luego de verlo vacilar, el menor, con un suspiro, detuvo sus pensamientos que iban y venían.

—Si estás pensando en ir, me decepcionas, JiMinie.

JiMin bajó su mirada, él sentia como sus ojos comenzaban a arder mientras seguía inclinando su cabeza para evitar ser visto en esas condiciones por el mayor, contando las calles que faltaban y esperando para llegar a su casa de una vez, encerrarse en su cuarto y preguntarse durante toda la noche qué había hecho mal. ¿Por qué siempre era el otro cuando se trataba de estas cosas?, ¿Por qué era él quien daba lo mejor de sí, sin temer a exponer su lado más vulnerable? A lo mejor eso era, no debía darlo todo si no tenía asegurada la reciprocidad de parte de la otra persona.

De nuevo, el menor interrumpiendo sus pensamientos.

—Pero no te juzgo. Si tú quieres, puedo ser tu acompañante.

Un poco de serenidad calmó al menor. Pensar que alguien estaba dispuesto a acompañarle era un gran alivio para él, ya que contaría con un apoyo y estaría más seguro si se encuentra con alguna situación desagradable. Levantó la mirada con un parpadeante brillo de esperanza.

• I N F O R M A L • yoonmin +18 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora