DC XII:LA REINA DEL MUNDO √

36 - FIONA

Kael

No me lo puedo creer. ¿Cómo se han atrevido a venir precisamente ahora? Esto no me huele nada bien.

¿Acaso no saben que está aquí el consejo en pleno? Muy seguros de sí mismos deben estar para atreverse a algo así. Tal vez minidrogo estaba equivocado y han decidido adelantar su ataque. De ser así, hay que poner a los príncipes a salvo. No me lo perdonaría jamás si algo les sucediese. Sobre todo a mi bella princesa.

—Tom, Tiff, llevaos a los príncipes dentro —ordeno.

—De ninguna manera —se niega Christen —. Quiero saber qué es eso que se acerca.

Trato de mantener la calma, ya que lo último que quiero es gritarle. En esto es igual de cabezota que su madre.

—¿Es que no lo entendéis? —le indico lo más calmado posible —. Vienen a por vosotros. ¿Es que se lo queréis poner fácil?

Para mi sorpresa, ella se echa a reír.

—¿Ponérselo fácil? —contesta socarrona —. Por favor, Kael. Estamos rodeados por los miembros del consejo y las brujas más poderosas del mundo. ¿En serio crees que van a poder hacer algo?

Abro los ojos como platos. Lo que dice no deja de tener lógica, pero aún así no puedo evitar desconfiar.

—¿Es que no habéis sentido su aura? —pregunto ya molesto.

—¡Por supuesto que la he sentido! —responde cruzando los brazos orgullosa —. Por eso precisamente no me pienso mover de aquí. Quiero conocer a ese ser tan extraordinario.

¿He dicho ya que es igual que su madre? Pues me equivocaba. Es peor.

—Príncipe, por favor —suplico dirigiéndome a su hermano como última opción —. Ayudadme a convencerle.

—Lo siento, Kael, pero opino igual que ella.

Dejo caer la cabeza derrotado, aunque no sé de qué me extraño. Con la reina siempre pasaba lo mismo. Cuanto más peligro se sentía, más y más se metía donde fuera. No sé porqué pude pensar que sus hijos iban a actuar de distinta manera.

—No te preocupes, Kael. No les va a pasar nada. Entre todos les defenderemos.

Dedico una triste sonrisa a mi padre por sus palabras de ánimo. Entonces me doy cuenta de que todos me sonríen. Parece que no les molesta el que los príncipes se queden aquí por lo que no me queda otra que resignarme. Aún así, no pienso dejar de estar alerta. No me fio un pelo de ellos.

Comienzan a escucharse pisadas sobre las hojas del bosque y todos dirigimos nuestra mirada hacia allí. Enseguida aparece Alicia con Lorie flanqueadas por un grupo de brujos. Eso me sorprende. ¿Dónde está Fiona? El aura que hemos sentido claramente le pertenece a ella.

En cuanto les ve aparecer, Camile se acerca a ellas.

—¿Se puede saber que significa esto, Lorie? ¿Quién es esta gente y porqué les has traído aquí?

Lorie agacha la cabeza intimidada por su bisabuela, pero enseguida la levanta orgullosa.

—Son brujos y brujas que vienen a presentar sus respetos a la difunta reina y a conocer a la nueva —responde con total seriedad.

De repente, Lucie estalla en una gran carcajada.

—¿De qué vas, Alicia? —le dice de mala manera —. Tú y tu clan hace tiempo que renegasteis de la reina y os fuisteis por vuestro lado. ¿A que fin venís ahora con esas?

Alicia esboza una irónica sonrisa, lo que no me presagia nada bueno.

—Tienes razón. Renegamos de Cris como reina, pero ahora ella está muerta —contesta mirando hacia donde están los cuerpos con desprecio. Tengo que contenerme para no saltarle al cuello. —Es por eso que queremos conocer a la futura reina. A ver si es capaz de convencernos de que nos unamos a ella.