Capítulo 40: Descubiertos.

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Descubiertos.

Edward.

El fin de semana había llegado, Anthony estaba tan contento de poder ir a pescar, y a decir verdad, hacía demasiado tiempo que no salíamos de casa.

Bella preparaba algunas cosas en su bolso, mientras Anthony correteaba por todos lados, mi teléfono comenzó a sonar, lo saqué de mi bolsillo y me dispuse a contestar, era Alice.

—Edward, lamento molestarte, sé que saldrás con Anthony, pero me están llegando demasiadas solicitudes para una entrevista, mi padre ya aceptó algunas... así que necesito tu aprobación— me pidió Alice, esto de las entrevistas no eran lo mío, pero lo haría, aceptaría, era por el bien de la empresa.

—Aún no nos vamos, pero está bien, acepta las que creas que son importantes, cuando tengas la fecha envíamela— le pedí, mirando a Anthony que se abrazaba a mí.

—Claro, gracias hermano, en cuanto tenga todo te contacto, diviértanse y dale muchos besos a Anthony de mi parte.

—Claro Alice, nos vemos— colgamos la llamada, despeiné el cabello de Anthony sonriendo.

— ¡Ya quiero ir!— dio pequeños saltitos emocionado, escondí mis manos en los bolsillos de mi pantalón.

—Tranquilo, falta poco para irnos— musité, él asintió caminando de nuevo a la sala, me asomé por las escaleras viendo si Bella venía, y así fue.

—Bien, está todo listo— respondió terminando de bajar las escaleras, Anthony corrió abrazando a Bella.

—Tardaste mucho mami— se quejó.

—Lo lamentó pequeño, pero ya está todo listo, así que vámonos— me miró a mí, asentí mientras caminábamos hacia la salida, tendríamos que pasar por Alfred a mi casa y después nos iríamos al campo al cual íbamos cuando yo era un niño.

Alfred rápidamente salió seguido por Sue, quien también vendría con nosotros, cuando todos estábamos listos, conduje hasta el campo. Anthony en todo el camino iba preguntando cosas sobre la pesca, y Alfred se disponía a responder.

Cuando llegamos, elegimos un lugar más retirado pues había poca gente por ahí, y no quería exponerme demasiado a qué nos vieran, nos bajamos y colocamos todas las cosas sobre una mesa de madera que reposaba ahí.

— ¿Crees que esto salga bien?— preguntó Bella dejando algunas cosas para la comida sobre la mesa, suspiré viendo hacia la lejanía, en donde las familias disfrutaban del día soleado.

—Espero que sí, estaré atento a todo— confesé mirándola, ella asintió suspirando también, Anthony me jaló de la mano.

— ¡Papi, ven!— dijo emocionado, sonreí siguiéndolo, Alfred ya preparaba todo para pescar.

—Ya casi está, Anthony— musitó Alfred, él asintió mirando hacia el lago, giré mi rostro viendo a Bella quien hablaba con Sue alegremente.

.

Bella.

Anthony corrió hacia mí, lo tomé entre mis brazos besando su mejilla.

—Mami, quiero galletas— pidió, busque entre mi bolsa y encontré las galletas de Anthony, las cuales le entregué.

—Anthony, ven, Alfred ya terminó— Edward le dijo, eso fue suficiente para que mi hijo se levantara de la mesa y corriera hacia él, sosteniendo su mano.

— ¡Sí! Quiero pescar un tiburón— confesó, haciéndonos reír por sus ocurrencias.

—Creo que eso es algo imposible en un lago, pero intentémoslo— dijo riendo Edward, caminaron hasta Alfred.

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