VOLVIENDO A AMAR AL ALPHA

CAPÍTULO 36 ♡UNA POSIBLE HERMANA ♡

- Quiero dulce de cerezas - dijo mi reina.

- Está bien preciosa, iré a comprarla, espérame aquí no quiero que salgas de la habitación, ¿ok? - dije en forma de pregunta.

- Ok - dijo con un puchero.

Salí a toda prisa de la casa, me subí al auto y fui directo al supermercado de la manada.

 - Buenos días señor - dije entrando en la tienda.

- Buen día alpha puedo ayudarlo en algo - dijo amablemente.

- Si me podría ayudar con dulce de cereza - dije.

- Por supuesto alpha permítame un momento por favor - dijo.

El hombre se dirigió al último pasillo, de ahí lo perdí de vista.

En menos de un minuto estuvo de regreso con una botella pequeña en su mano derecha y otra más grande  en su mano izquierda.

- Aquí está alpha - dijo indicándome una las botellas con sus contenidos - ¿ cuál va a llevar ? - dijo el hombre.

- Me llevaré las dos - dije.

- Cuánto es - dije sacando mi billetera.

- Son $7 - dije, saqué un billete de $10 dolares y dándoselo al hombre.

El hombre cogió el dinero abrió la caja registradora y me dio el cambio junto con las botellas del dulce para mi luna.

- Gracias por su compra - dijo el vendedor.

- Gracias a usted - dije amable, salí con mi compra.

Me dirigí nuevamente al auto y regresé a la casa.

 Mi luna me había hecho caso y se había quedado dentro de la habitación, estaba leyendo en su teléfono.

- Reina mía, aquí está lo que pediste - dije entregándole las dos botellas con el aderezo de cereza.

- Gracias mi vida, te amo - dijo dejando su teléfono y tomando a las botellas de aderezo.

- Quieres algo más preciosa - dije.

- Si quiero galletas - dijo, por lo que bajé a la cocina en busca de las galletas.

La encontré en uno de los armarios.

Tomé el paquete de galletas y volví a la habitación.

- Ten mi vida - dije entregándole lo que me pidió.

- Gracias- dijo abrazándome.

- No tienes nada que agradecer preciosa, sabes que tus deseos son órdenes para mi.

Ella me dio un beso.

- Te lo mereces por consentirme tanto.

- Si esa es mi recompensa por consentir a mi luna, voy a hacerlo mucho más seguido para recibir más de esos.

Ella me llena la cara de besos.

Yo también la llené de besos, luego de la pequeña sesión de besos, ella estuvo comiendo sus galletas con el dulce de cereza.

- Preciosa me das una galleta - a lo que ella negó.

- Anda preciosa dame un poco- dije.

Ella tomó una de sus galletas y le puso el dulce de cereza.

- Ten - dijo indicándome la galleta frente a la boca.

Cuando la iba a morder alejó la galleta de mi.