sex addicts [l.s] ADAPTACIÓN

Smut

Harry y Louis regresaron a la habitación del hotel en medio de un ataque de risa, rogando porque Ashton no los notara y no despertara.

Contrario a la sugerencia de Ashton con que Harry durmiera en la ducha o en el sofá, Harry durmió en la misma cama que Louis abrazándose y besándose hasta altas horas de la madrugada.

Ambos habían llegado al acuerdo que Ashton no se enteraría de su relación, porque solo Dios sabe que tan incómodo sería. Louis tendría el trabajo de decírselo cuando las vacaciones hubiesen terminado, tan duro como parecía, porque él debía saber.

-Esto es mucho mejor que pasar mi noche de sábado solo en mi cuarto, en Tumblr -susurró Louis, acariciando el cuello de Harry con su cara.

-Oh si, ¿qué haces en Tumblr todo el día? -preguntó Harry, solo para mantener fluida la conversación.

Louis enrojeció. -Bueno, hay una página de pornografía...

-No me digas que te la pasas en una página pornográfica, porque yo juro por Dios... -lo interrumpió Louis.

-Solo estoy bromeando, yo no veo porno. El smut es totalmente inapropiado para mis ojos vírgenes.

Harry le miró con una ceja arqueada y con una expresión descolorada en su rostro. -¿Ojos vírgenes? ¿Es en serio?

El ojiazul asintió con la cabeza y se echaron a reír juntos. -Mis ojos no están preparados para ese tipo de imágenes como sex...

Harry lo interrumpió. -Basta, es suficiente.

Se quedaron en silencio una vez más hasta que la respiración de Louis se volvió lenta y constante. Harry deseaba abrazarlo hasta por la mañana pero sabía que si Ashton los veía los cuestionaría. Harry se desenredó de sus brazos y rodó hacia el otro lado de la cama, muy a su pesar.

Cuando por fin llegó la mañana, la luz del sol los despertó a los dos. Ashton ya estaba de pie, gimiendo con cada paso que daba. -¿Alguien tiene una maldita aspirina en su maleta? -refunfuñó.

Louis se frotó los ojos y se sentó, mirando alrededor de la habitación. -Revisa en el mío. Es el bolso azul, bolsillo lateral.

Ashton asintió y abrió su bolso, sacando algunos elementos de la mochila de Louis. -Mierda, ¿condones extra grandes?

-Yo no puedo hacer nada al respecto, no es mi culpa tener un pene amplio -dijo con confianza, cuando ganó nada más que miradas en blanco de parte de ambos chicos, Louis rodó los ojos-. Dios, es como si ninguno de ustedes hubiese visto chicos malos.

Ashton negó con la cabeza y finalmente encontró un frasco de aspirinas. -Lo que sea. Va a llover más tarde, así que no sé, podríamos irnos hoy mismo a la ciudad o quedarnos esta noche.

-Quedémonos y exploremos... ¿Está bien eso para ti, Louis? -Harry miró a Louis con grandes ojos. Quería quedarse en Cape May durante un tiempo para ver los sitios e ir a una playa donde el mar no se vea con 50 tonalidades diferentes de marrón.

-Sí, está bien.

Ashton murmuró algo por lo bajo «esa maldita mierda arruina todo».

Más tarde ese día, los tres pasearon por la playa bajo el calor abrasador, abanicándose la cara como hombres de las cavernas. Pasaron varias tiendas y puestos de venta de artículos que Louis parecía amar.

-Mira, ¡un adivino! Yo siempre he querido saber mi fortuna pero todos los que están en Nueva York están llenos de mentiras -exclamó, señalando a un pequeño quiosco con una cortina drapeada sobre ella.

Los chicos miraron tímidamente a Louis mientras agarraba la mano de Harry y lo arrastraba dentro. Ashton siguió por detrás confundido; se encontraron con una anciana sentada en un banco con los ojos cerrados en lo que parecía estar meditando.

-¿Hola? -preguntó Louis, dando un paso más cerca de la dama. Sus ojos se abrieron de golpe mientras analizaba a sus nuevos clientes.

-¿Han venido para que les diga su fortuna? -preguntó la señora, y Harry alcanzó a ver la etiqueta con su nombre. Madame Jolie. Louis asintió, sentándose en una silla frente a ella-. ¿Puedo ver su palma?

Louis sacó la mano de su bolsillo, dejándola descansar sobre la mesa. Madame Jolie la tomó al instante, trazando patrones desconocidos en su mano. Tarareó humilde el estudio de su mano como si fuese un mapa.

-Louis Tomlinson -murmuró y los ojos de Louis encontraron los de ella en un estado de shock.

-¿Sí?

Madame Jolie dejó caer su mano de repente, dejándola caer sobre la mesa en un golpe. -Tengo muy malas noticias para ti, mi amor.