¿Miedos o inseguridades?

¿Quiénes somos? ¿por qué soy así? ¿por qué no puedo ser igual que ella? ¿por qué no puedo tener el cuerpazo de él? ¿si fuera guapa tendría un novio como el suyo? ¿qué persona me va a querer si soy así? ¿por qué no me aguanto? ¿por qué tengo que estar sola si todos mis amigos tienen pareja? ¿por qué solo soy algo cuando tengo pareja? ¿por qué no me puedo querer si no me quieren? ¿por qué no me respeto? ¿por qué me tengo que comparar con los demás? ¿por qué la vida se basa en un "por qué" continúo? ¿por qué nos conformamos comparándonos con los demás? ¿Realmente nuestra vida se basa en ser nosotros mismos o es que solamente nos conformamos con "parecernos a..." o "ser como..."?

Todas estas preguntas rondaban por su cabeza. Rondan. Y rondarán. Pero aprendió a contestarlas sabiendo sus limitaciones, sabiendo dónde está su límite y sabiendo lo que de verdad le hacía feliz. Poco a poco se fue dando cuenta que lo que de verdad le hacía feliz no estaba detrás de una pantalla, o detrás de un mensaje, ni teniendo un grupo de 20 amigos, ni teniendo a la familia más perfecta del mundo; si no que se dió cuenta de que se había tirado 15 años buscando la felicidad en cosas materiales, en números grandes de amigos, martirizándose por no tener ese cuerpo que tenían sus amigas o esas chicas perfectas de instagram. Pero un día se le ocurrió hacer una cosa loca, muy loca...

Se atrevió a mirarse al espejo, no como hacía todas las mañanas, si no que cerró la puerta y se sentó frente al espejo. No había distracciones. Tampoco había música. Ni había risas. Solo había tensión, mucha tensión, casi que se podía cortar con un cuchillo... Después de haber estado casi 5 minutos mirando al espejo con una mirada perdida, como si no quisiera afrontar cosas, como si tuviera miedo de lo que pudiera pasar. Después de haber estado media mirándose en el espejo y haciéndose preguntas que quizás se debería haber hecho antes, llegó a la conclusión de una cosa.

Fue capaz de darse cuenta de que cuando nadie esté ahí va a estar ella para sí misma, sin la necesidad de ese cuerpo "bonito", ese grupazo de 20 personas que te acabarán vendiendo al primero que pasa,... si no que solamente estaba ella. Se dio cuenta de que es lo más valioso para sí misma. Es su mayor tesoro pero también su mayor enemigo, quien se establece los límites y esa parte que se queda con las cosas malas de todo frente a la ilusión que tiene la otra parte de ella.

Realmente todo el mundo tiene miedos o inseguridades y ahora mismo el único miedo que tiene es el que se mire al espejo y no se reconozca por haberse dejado "intoxicar" por la gente hasta tal punto de dejar de ser ella misma, eso es lo que la aterroriza. ¿Y a vosotros? ¿Os asusta algo?