—David…
Mis manos tiemblan como si tuviera el pulso de una mujer de noventa años, pero es algo que simplemente no puedo controlar. Es igual con el temblor que invade todo mi cuerpo, así como mi pulso acelerado y mi respiración imposible de controlar.
—David, despierta…
He tenido que limpiar la herida de su cabeza. Al menos, he hecho lo que he podido. No se puede hacer mucho cuando estás a mitad de semejante ola de destrucción, especialmente cuando debes cargar con tu novio semiinconsciente. Pero ahora David no reacciona a mis estímulos, está completamente fuera de combate. Mi único consuelo es que sigue respirando.
—David, maldición…
Estando aquí, intentando devolverle la consciencia, es cuando comienzo a preguntarme por qué demonios quise participar en esta aventura estúpida.
Y vaya que lo sé, es por eso que me siento como una completa idiota.
Fue aquél día, cuando volvíamos de una cita y nos dimos cuenta de que la casa de los Cobby había sido saqueada. Esa destrucción me pareció tan familiar, tan conocida. ¿Quién saquea una casa entera sin llevarse nada más que información personal? Los documentos del colegio de Perla, los estados de cuenta del banco del señor Cobby, una agenda telefónica y un álbum de fotografías familiar…
Supe de inmediato que los responsables habían sido los hombres para quienes trabajo.
Maldito sea el momento en el que accedí contarle todo a David.
—Li-Liz…
— ¡David!
Lo envuelvo en un fuerte abrazo en cuanto lo escucho pronunciar mi nombre, él me responde con un gemido de dolor.
— ¡Eres un imbécil! ¡Me tenías preocupada!
No tiene energías para separarse de mí.
Y es mejor así, de esa manera ese idiota no se meterá en problemas.
Es de familia, al parecer.
— ¿Qué pasó? —me pregunta aturdido—. ¿Dónde estamos?
—Tuve que buscar un sitio para refugiarnos, estabas herido y tenía que asegurarme de que no murieras.
— ¿Seguimos dentro de…?
—No podía salir de este lugar y asegurar que tú siguieras con vida. Tan sólo he buscado un escondite. Con toda la destrucción que hay afuera, ha sido sencillo. Hay algunos edificios en ruinas, así que…
— ¿En ruinas? Pero, ¿cómo es eso posible?
— ¿En verdad piensas que esta es una sociedad tan perfecta que está preparada en caso de un ataque como el que nosotros planeamos? —Balbucea, David es un idiota—. La Elite se derrumba cada vez que alguien se atreve a amenazarlos. Es posible que esa manga de inútiles esté causando esos destrozos por el simple hecho de no saber cómo reaccionar ante nuestro ataque.
—Tengo que buscar a Perla. Liz, ella podría estar en…
—Lo que tienes que hacer es reponer tus energías —le digo con severidad y lo obligo a recostarse en el suelo, él se resiste—. No durarás mucho si estás herido.
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Pokemon V: La Batalla Contra la Elite
Fanfiction¿Por qué tuve que ver los ojos de Skyler antes de morir? Él lo dijo, Él lo repitió mil veces. Él me advirtió que si veo los ojos de alguien antes de darle muerte, esa última mirada me perseguiría el resto de mi vida. Y los ojos azules de Skyler no m...