Capítulo 28. Segunda Oportunidad

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Mike

Ruth estaba extraña, distante y pensativa. La había invitado aquella cita para aligerar un poco la tensión que se había instalado entre nosotros, sabía que pedirle que tuviese paciencia no era suficiente, pero esto lo hacía por ella, solo por ella, porque comenzaba amarla más de lo que se podía imaginar, su dolor, su sufrimiento se estaba convirtiendo en el mío y aquello me había hecho entender que mi corazón comenzaba a pertenecer solo a ella.

— ¿Qué estás pensando ahora? —sabía que debía ser cuidadoso con lo que preguntaba, porque no quería tocar alguna tecla sensible.

—Pienso —hizo silencio por un largo momento, tomó un poco de agua y luego me miró con tristeza —Debería darle lo que pide y dejar que se marche, la sola idea de saber que te acostaras con ella me rompe el corazón —nuestra conversación había tomado un giro inesperado.

—Dejarás que él te quite lo que es tuyo —dije con poca sutileza, porque aquello era una injusticia y al parecer Ruth aun no comprendía aquello.

—Si eso evitas que estés con ella, si, dejaré que me quite todo —La sinceridad con la que dijo aquello me dejó pasmado y allí me di cuenta que Ruth era demasiado, no se comparaba con ningún otra mujer.

—Te prometo que no la tocaré, pero debes dejarme seguir adelante como hasta ahora —Había logrado tener un primer encuentro con April, uno que me había llevado a conocer un poco lo que Joe tenía planeado, había tenido que besarla, pero eso no se lo diría a Ruth.

Sus ojos se posaron nuevamente en la distancia y vi como las lágrimas se deslizaban por sus mejillas. Había planificado aquella tarde de manera distinta, pero sabía que Ruth tenía la cabeza llena de preguntas, cuyas respuestas quizás fuese el único que las podía contestar. Hice todo aquello para hacerla feliz, pero parecía que mi esfuerzo estaba siendo en vano, Ruth solo quería que estuviese con ella, tercamente prefería darle todo aquel desgraciado que lo único que buscaba era lastimarla y llevarla al punto en donde se encontraba ahora. Ese donde tomas el hilo, lo cortas y no lo puedes volver a pegar.

—Joe me dijo una vez que era demasiado débil y que nadie podría amar a una persona como yo —tomo mi rostro en sus manos y despacio deposito un corto beso sobre mis labios.

— ¿Qué fue eso? —Pregunte con curiosidad, porque el rostro de Ruth había cambiado y sentí que sus palabras habían tomado un rumbo diferente.

—No necesito ser fuerte —dijo con convicción —Solo necesito poner mi debilidad en las manos adecuadas, ahí ellas se harán fuertes.

Recostó su cabeza sobre mi hombro, dejó que le acariciara el rostro y allí lo entendí. Si Ruth se mostraba débil ante Joe, aquello me dejaría el camino libre para descubrir realmente lo que estaba tramando, el no sospecharía nada y aunque Ruth sufriría mi acercamiento hacia April, al final ganaríamos aquella guerra y al fin podríamos comenzar a vivir nuestra segunda oportunidad o eso era lo que queríamos creer.

Mi Segundo Primer Amor (Chicas Gordas #5) BORRADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora