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Conforme pasaban los días Ryeo, no podía ocultar del gran amor que estaba sintiendo por aquel chico gruñón "Kyu", siempre era tan atento con él, tan detallista que él podría jurar que también lo quería.

Se encontraba tan sumergido en sus pensamientos que no escucho como el dueño de su corazón lo estaba observando en el marco de la puerta del estudio.

—En que piensa mi pequeño Príncipe.— Por fin se atrevió hablar Kyu, que a pesar de que no quisiera admitirlo Wook se estaba ganando su cariño.
Se encaminó hasta su escritorio en donde no dudo en abrazar al más bajo.  —y bien, me dirás en que pensabas?—

—En nada, sólo en una sesión de fotos que tengo que entregar la otra semana, y como Hae ya no podrá venir tengo aún más trabajo.— mintió está vez Ryeo, pues no quería que su amado pensará que era un acosador por estar pensando en él.

—Que te parece, si nos escapamos un rato.— Propuso Kyu.

—Me encantaría, pero en serio no puedo Kyukyu, el trabajó me absorbe—

—No me importa, vamos.— Está vez se puso de pie, tomando la mano ajena para salir del estudio, le fascinaba el simple hecho de como Wook no ponía resistencia alguna.

Subieron al auto de Kyu, emprendiendo rumbo hacia un lugar alejado de la ciudad, después de dos horas de camino al fin llegaron aquel pequeño bosque. Ambos salieron del auto, Él más alto tomó nuevamente la mano de su pequeño, caminando hasta lo más profundo del bosque, al tener un buen lugar se sentaron en el pasto.

—Y bien, ¿Te gusta?— Pregunto kyu, que no dudo en recostar su cabeza en las piernas de su acompañante

—Me encanta, es un lugar muy hermoso— Comentó Ryeo con una sonrisa en sus labios, delineando con su dedo índice el rostro ajeno.

—Este es un lugar muy especial para mi, y quería compartirlo contigo, mi abuela me decía que sólo trajera a la persona con quien iba a pasar el resto de mis días. Y esa persona eres tu, Wook—
No perdió oportunidad en quedar frente a el, y poder unir una vez más sus labios. "Era ahora o nunca". Pensó.

Sonrió para sus adentros al ver como Ryeo fue correspondiendo a sus besos, que prontamente fueron subiendo de tono. Kyu con sus manos hábiles fue introduciendo en la camisa de Wook, recostandolo en el pasto, subiendose en él, quitóbla camisa adversa para después proseguir con la suya, se inclinó para empezar a besar el cuello ajeno, no sé hizo esperar más y succionó dejando tres marcas visibles. Wook reaccionó rápidamente apartando a Kyu de su lado.

—Joder, ¿Qué sucede?— Preguntó algo irritado Kyu

—Yo... Yo lo siento mucho.. Kyu—

—Si no quieres estar conmigo, sólo lo hubieras dicho RyeoWook, y evitar que una erección creciera—

—No, kyu, si quiero estar contigo, pero me siento aterrado— Esta vez una lágrima resbaló de la mejilla de Wook, Kyu rápidamente lo envolvió en sus brazos

—Yo no te haré daño—

—No es por ti, hace ya un par de años me sucedió algo, aún me tiene traumado

—Cuéntame mi pequeño Príncipe —.

—Cuando yo cumpli los 13 años, Hae y yo éramos vecinos, mi madre se volvió a casar con un tipo 16 años menor que ella, era todo un patán, era drogadicto, alcohólico, y muy agresivo, Hae siempre iba todas las tardes a jugar a mi casa, un día el tipo empezó a manosearnos, Intento violarnos, al cabo de un tiempo el tipo nos secuestró, le dijo a mi madre que yo me había ido de la casa con un tipo que no se preocupara más por mi, ella como estaba tan enamorada de él le creyó. Hae vivía con su padre, que siempre le pegaba así que cuando ya no lo vio se alegro y dijo que era una carga menos. Él nos llevo a un lugar de mala muerte, en donde nos violaban, nos golpeban, fue así hasta que a los 18 años pudimos escapar, era muy feo estar ahí.
— Al terminar de hablar sus lágrimas recorrían sus mejillas sin parar, su acompañante sólo lo abrazo aún más fuerte dejando varios besos en su cabello

—Yo te protegere, jamás permitiré que te vuelvan hacer daño.

Después de unos segundos más volvieron a unir sus labios, retomando aquel proceso que habían dejando inconcluso.

Los rayos del sol comenzaban a desaparecer, para dar paso a la noche, aquel par de amantes se encontraban abrazados. Por su parte Cho se sentia distinto, y no podía negar que se estaba enamorando de Kim, su forma de ser, y el suceso que le había contado horas atrás le habían aclarado sus dudas, él no iba a dejar a Ryeo tan fácil, pronto sus pensamientos se vieron interrumpidos por la dulce voz de su amado.

—Kyukyu, kyukyu, tengo frío— hablo haciendo inconscientemente pucheros con sus labios

Al ver aquella escena tan tierna de su amado, esbozo una sonrisa, dejando un casto beso en los labios ajenos. —Mi amor, vámonos no quiero que te llegues a enfermar.

—Pero solo si me llevas cargando hasta el auto, no quiero caminar.

Y nuevamente KyuHyun podía confirmar que amaba cuando el pequeño tomaba esa actitud, no había más se enamoró de Kim Ryeowook.
Finamente llegaron a la casa de Kim, Ryeo invito a pasar la noche a Cho en su casa, una vez estando acostados, abrazados.

—Gracias por el día de hoy, kyukyu te quiero... — Finalizó dejando un corto beso en los labios ajenos para así quedarse dormido

Y nuevamente esas palabras resonaron en su cabeza, como explicarle al pequeño que él también lo quería pero esa tonta apuesta estaba de por medio, claramente Cho tenía ganado el reto, pero no quería hacer sufrir a su pequeño príncipe.
Con suma delicadeza acariciaba el cabello contrario, dejando varios besos en la frente ajena.

✨"The Stupid Bet"...✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora