Impresión, sol naciente (Maitino love)

Cinco años después

 Punto de vista de Camino

Último viernes de clase. He aprobado todos los exámenes con buenas notas y no puedo sentirme feliz. Quisiera celebrarlo con mis amigos y estar tan contenta como ellos, pero me es imposible sonreír. Hace dos semanas que no sé nada de Maite. La he llamado e intentado comunicarme con ella de todas las maneras posibles, pero no sé nada, ha desaparecido de la faz de la tierra.

Decido ir a su casa de nuevo, por quinta vez en la semana. Cuando llego, observo que todo parece igual. No hay luces encendidas ni rastro de vida. Bajo los hombros y decido quedarme allí un tiempo, sentada en las escaleras del portal. Tras unos 20 minutos, una mujer mayor se acerca a mi con paso decidido, es la única diferencia con respecto a los anteriores días.

- Hola hija, ¿estás buscando a la mujer que vivía aquí?.- Me pregunta sin titubeos.- Es que llevo unos días viéndote aquí sentada.

- Sí, ¿sabe usted donde está?.- Le pregunto con interés.

- Pues mira, me parece que hace un par de semanas que se marchó, aunque no sabría decirte donde.

- ¿Se ha marchado por un tiempo?.- Le pregunto para asegurarme.

- Pues hija, no sé.- La mujer se encoge de hombros.

- Bueno, no se preocupe, gracias.- Me levanto y hago amago de marcharme, pero me vuelvo una vez más.- ¿Sabe donde vive su hermano?. Tengo entendido que vive por aquí. - La mujer niega con la cabeza.- Está bien, de nuevo gracias.

El camino hasta mi casa lo hago un poco perdida. No podía comprender qué había pasado, ni encontrar ninguna explicación. Me acosté con los ojos llenos de lagrimas y el corazón angustiado. ¿Por qué no me llamaba? ¿Le habría pasado algo?

Los días se fueron sucediendo sin que tuviera noticia alguna de Maite, hasta que me di cuenta de que se había terminado antes incluso de haber si quiera empezado.

Con los días fui llegando a mi propia conclusión, y era que Maite, asustada por la separación, se había marchado sin despedirse, tal vez para evitar que sufriésemos y quizás también había sido ese el motivo por el que había decidido no coger el teléfono o ponerse en contacto. Si era todo como yo imaginaba, la odiaría, por huir así, por no dignarse siquiera a despedirse de mi, como si fuese un estorbo cualquiera.

Pero, si como le dijo a "Aficionada", estaba enamorada de mi, tarde o temprano tendría que dar señales de vida, estaba casi segura de ello. Pero el paso de los meses me hizo darme cuenta de que estaba equivocada.

Hundida en una depresión, el segundo año de carrera pasó casi sin que fuera a la universidad, salvo lo necesario. Me aislé, porque estaba triste, desengañada, vacía... nada parecía tener sentido sin Maite.

Al principio lloraba en mi habitación, durante las noches, en el silencio de la oscuridad, luego el dolor fue mitigando poco a poco, día a día, año tras año, y la olvidé.

Pasaron cinco largos años, durante los cuales, el dibujo y los estudios fueron mi único refugio. Acabé mis estudios con las mejores notas y terminé el doctorado al año siguiente, pero además había continuado dibujando siempre que podía y un día, unos amigos de mi madre, que llevaban una galería, quisieron exponer mis cuadros. Después de la exposición, me hice un nombre en el mundo del arte y no dejaron de lloverme los pedidos.

Casi a finales de aquel mismo año, me llamaron para exponer en una galería en Bilbao y fue entonces cuando volví a recordarla y sin poder evitarlo me puse a temblar durante aquella conversación. Por aquel entonces, había comenzado a conocer a una chica, Anabel. Me había seducido con su juventud, su alegría y su insistencia. Me hacía reír y me hacía feliz. Así que la idea de enfrentarme al fantasma de Maite no me resultaba cómoda, pero no podía rechazar la oportunidad y tenía bastantes cuadros para exponer. Me ponía algo nerviosa la idea de que fuese en Bilbao. Maite era del País Vasco, precisamente de Bilbao, me lo había dicho una vez en el tren, aunque era una tontería que pensara en la posibilidad de encontrarme con ella. Maite podía estar en cualquier parte, pero .... ¿Y si había alguna posibilidad de que estuviese precisamente allí?.