—Sé que está mal, sé que es un amor prohibido, pero... eso solo me hace querer caer más en el pecado—
—¡¡Tengan cuidado!!, todos los ángeles escuchen este comunicado, tienen que tener cuidado, se ha dicho que demonios están pasando nuestro lado del territorio, no hagan contacto con ellos, no se acerquen a ellos, ya saben las consecuencias de ello—
Con eso dicho Irene la líder de los ángeles, se retiró del lugar dejando a todos los pequeños querubines con miedo y preocupación, todos y cada uno de ellos regresaron al caer el sol a sus hogares, todos menos una pequeña ángel quien había decidido recoger un poco de fresas en el bosque.
Necesitaba las frutas, su dotación ya se estaba por acabar y necesitaba terminar su pastel para llevarlo al cumpleaños de su mejor amiga Yerin.
—Está anocheciendo muy rápido... y no he terminado de recoger la mayoría de las fresas...—
Decía la pequeña intentando recoger lo más rápido posible, sin embargo grande fue su sorpresa al ver una mano posarse sobre las frutas que ella estaba reuniendo, provocando que la pequeña chica dejara caer el resto de sus fresas mientras gritaba con terror.
Aquella mano se dirigió a su boca silenciándola mientras una voz suave le susurraba en su oído.
—No grites pequeño querubín, no te lastimare, solo note que necesitabas algo de ayuda—
La pequeña se relajó un poco, aquella suave voz la estaba tranquilizando y con ello simplemente asintió mientras sentía como la mano se alejaba de su boca.
—Muchas gracias, pensé que era el único ángel aquí afuera, es bueno saber que no soy la uni...—
Sus palabras se cortaron al darse la vuelta y observar aquellos ojos color morado oscuro que aquella persona portaba, su cuerpo comenzó a temblar una vez que se dio cuenta de que era.
—Me temo, que no soy un ángel, soy un demonio, pero como dije anteriormente, solo vine a ayudar no te lastimare—
Decía aquel demonio intentando acercarse al pequeño querubín, quien simplemente retrocedía con miedo.
—Sé que mis ojos no son los más hermosos que podrás encontrar en la noche, sé que te asusta ver a un demonio, pero te doy mi palabra, no te lastimare—
Con eso dicho intento nuevamente acercarse al pequeño ángel, sin embargo era lo mismo, la pequeña niña retrocedía mientras mostraba su mano con una bola de luz lista para defenderse.
—¡¡Aléjate!!, eres un demonio, los demonios son corruptos, son mentirosos y no dudaran en atacar cuando tengan la oportunidad frente a sus ojos—
Gritaba la pelinegra con terror intentando alejar al demonio de ella, no podía tomarse el lujo de regresar a su hogar sabiendo que aquel demonio podría seguirla.
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Amor Prohibido
FanfictionSé que está mal, sé que es un amor prohibido, pero... eso solo me hace querer caer más en el pecado.