-Aléjate, ya me has hecho suficiente daño...- El menor evitaba la mirada del mayor, mientras sus lágrimas inundaban sus ojos y mojadas mejillas.
-Nunca fue mi intención, por favor, perdóname.- El contrario, suplicaba.
-¿Crees que unas simples palabras van a arreglar todo lo que destrozaste? Déjame en paz, seguro que tienes un montón de idiotas detrás de ti, ¿Por qué insistes?-
-Por qué te amo, por favor, eres la única persona que ha podido hacer que descubra mi verdadero yo, te amo con locura.- Decía Hyunjin con la voz entrecortada y lágrimas que llegaban a tocar tierra por su misma abundancia.
-Si me amas tanto como yo lo hago... ¿Por qué estabas con esos idiotas en la fiesta? Al parecer no soy suficiente, al parecer... fui un imbécil al enamorarme de ti...-
Jeongin se dio media vuelta, cansado de las tonterías de su novio, bueno, mejor dicho ''ex-novio''.
Por el otro lado, Hyunjin pensaba que el menor volvería y lo escucharía, pero no todo es siempre de color rosa, al igual que la flor que nació, fruto de su amor color carmesí, va marchitándose lentamente, dejando un color oscuro y profundo.
Pasaron los días, ambos chicos faltaron al instituto, sus amigos más cercanos intentaron contactar con ellos, pero no respondían a los mensajes e incluso llamadas.
Ambos, no estaban bien, sentían un gran vacío en su corazón, querían volverse a amar pero el orgullo les ganaba. Hasta que Jeongin recibió una llamada, miró aquel número, por si fuese alguien importante e inmediatamente se preocupó, era la madre de su ex-novio.
Dudó en contestar, pero al final lo hizo.
-¿S-sí...?- Le salió la voz rota, aun preocupado por lo que podría haber hecho el mayor.
-Hijo... ¿Estás bien?-
El menor no dijo palabra, suficiente para ella.
-Sé que tú y Hyunjin no estáis en un buen momento, pero te pido que intentéis arreglarlo. No ha salido de su habitación desde hace días y no ha comido mucho...-
-¿Q-que?- Quedó atónito con lo que le dijo la mayor.
-Sé que quizá no quieres verlo, pero él te ama, eres la primera persona de la que se enamora, sé que lo último que querría hacer es hacerte daño...-
-Está bien... V-voy de camino...- Colgó y se puso rumbo a casa del mayor.
Jeongin echaba mucho de menos a Hyunjin, extrañaba sus abrazos, caricias, besos... E incluso sus insoportables tonterías, que ya se hicieron parte de sus vidas.
No tardó más de 10 minutos en llegar, conocía demasiado bien las calles por donde vivía su novio. 4 años de relación finalmente sirvieron de algo. Tocó el timbre dudoso, en cuestión de segundos, le abrió la puerta una preocupada madre.
-Pensaba que no vendrías.- La señora abrazó al menor con fuerza.
-Sinceramente, lo pensé.- Ese comentario le sacó una risa a la madre, siempre le gustó lo honesto y sincero que era.
-Hyunjin está en su habitación, adelante.-
Se adentró en aquella casa que tantos recuerdos le traía pero que ahora solo le transmitía inseguridad. Caminó hasta donde yacía el mayor, colocó su mano en el pomo y abrió la puerta lentamente.
-¡Hyunjin!- Gritó el menor al verlo, se veía devastado, se veía más pálido y delgado.
-¿J-jeongin?- El mayor lo miró incrédulo con todas sus fuerzas.
-¡L-lo siento, fue mi culpa! No deje que te explicases bien, estaba demasiado cegado por la furia.- Dijo entre lágrimas.
Y antes de que soltase palabra alguna, lo besó, un tierno y mágico beso, un beso que pudo convertir a la flor más oscura, en la más bella y hermosa.
-Te amo Jeongin.- Dijo el contrario encima de sus labios, provocando una risa en el menor.
-Yo te amo mucho más, Hyunjinnie.-
Se separaron y ambos no podían quitarse la mirada de encima, entonces Hyunjin carraspeó su garganta.
-Jeongin... ¿Me darías otra oportunidad?- Se le notaba el nerviosismo hasta en las orejas.
-No tenías por qué preguntarlo, te amo tanto.- Y volvieron a darse un beso, que incluso tocaron sus propias almas.
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One Shots Stray Kids & more
Romance·One shots, no todos son de idols ;p ·Actualizaciones lentas ·Portada hecha por mí Historias hechas por mi, no se permiten copias ni adaptaciones ;)