O1: love as roses has spines

249 40 12
                                    

El reloj marcaba casi las cinco de la tarde al tiempo que un joven castaño de 20 años entraba a su estrecho apartamento en el pueblo de Gyeonggi.

Wooseok vivía en un pequeño hogar junto a su novio Seungyoun, con el cual llevaba una relación de casi seis años. Su pareja de pelo negro había sido su primera y única relación desde que tenía 14 años en primer año de secundaria.

Los primeros tres años de su relación fueron casi idílicos. Wooseok era una infinita quimera de risas y mejillas enrojecidas.

Se sentía tan afortunado de contar con el apoyo del pelinegro, ya que siempre fue algo inseguro sobre si mismo. Pero cualquier pensamiento oscuro se desvanecía con solo sentir la cálida mano de Seungyoun sobre la suya diciéndole que todo iba a estar bien mientras estuvieran juntos.

Sin embargo, al tiempo que crecieron empezaron a cambiar, en especial el pelinegro, encontrando un vicio que lo llenaba más que la compañía del chico bajo. Era tan amargo y dulce que ardía su garganta, mientras nublaba su mente, cegándolo de todas aquellas cosas que eran importantes para él, haciendo de ellas casi una obligación.

Todas las prioridades de Seungyoun habían pasado a no ocupar relevancia en su vida, hasta convertirse en pequeños retazos de una obra sin acabar y uno de esos retazos desafortunadamente era Wooseok.

Seungyoun realmente amaba a Wooseok. Desde que lo conoció le cautivo aquel brillo en los ojos del chico bajo, los cuales ocultaba bajo un flequillo para esconderse constantemente, ya que este era sumamente inseguro e introvertido. Por lo que Wooseok nunca se imaginó que una persona pudiese ser capaz de amar a alguien « tan repugnante » según sus propias palabras, hasta que conoció al mayor.

A Seungyoun le cautivaron esas pequeñas cicatrices esparcidas en la personalidad de Wooseok, las cuales durante los primeros años de relación se encargo de sanar.

Wooseok logró mejorar como persona, ganó algo de confianza y ciertos kilos que lo hicieron lucir más saludable a comparación a como lucia cuando lo conoció.

Wooseok estaba hecho para Seungyoun y Seungyoun estaba hecho para Wooseok. Ante los ojos ajenos parecía ridículo el pensar que su relación pudiese acabar. Ya que ellos rara vez peleaban o discutían. No eran más que una constelación de amor, hogar, seguridad y paz.

Esas palabras pronto serían desplazadas a causa del mayor que cayó en una de las peores adicciones, que no solo acabaría con él, sino también con Wooseok.

Seungyoun tenía alcoholismo. Un padecimiento que generaba al muchacho la constante necesidad de ingerir alcohol. Haciéndole perder el límite de de la cantidad que consumía, hasta desarrollar cierta tolerancia a esta droga.

Seungyoun se encontraba dentro de un círculo infinito entre botellas y nicotina. Su temperamento cambio abruptamente a causa de este trastorno. A su vez también su personalidad era inconstante e impredecible que hacía a Wooseok en muchas ocasiones desprender unas cuantas lágrimas.

El castaño de pancita hinchada lidiaba con el nuevo comportamiento de Seungyoun a causa de su terrible adicción pensando que sería algo pasajero, que era cuestión de una etapa que no duraría más de dos meses. Hasta que esas noches en las que Seungyoun llegaba con un fuerte olor a whiskey pasaron de dos días a la semana, hasta convertirse en algo cotidiano, incluso su dependencia al alcohol era tan fuerte que acompañaba a su taza de café con dos tercios de ginebra todas las mañanas.

Wooseok solo fruncía el ceño y suspiraba en silencio cuando observaba al pelinegro cumplir esa rutina todos los días. A veces se le quedaba observando pensando si su novio estaba consciente de lo que estaba haciendo. Por supuesto, Seungyoun lo notaba tomando el trago de una sola empinada para luego preguntarle si había algún problema y por supuesto Wooseok negaba, siempre guardando todo para él.

❝ NOT HEARTBROKEN ー SEUNGSEOK ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora