BOXER [JongMin]

Ⅰ

Tres palmadas fueron dadas en su espalda indicado que era el momento para entrar en el ring de asalto, decir que estaba nervioso sería una mentira para sus fans, había hecho esto tantas veces que probablemente acabaría en un segundo.

Pero en definitiva esta no era parecida en lo más mínimo a las demás ocasiones.

Jongho hizo un suave trote hacia el lugar indicado de la pelea, sus fans aclamaban su nombre innumerables veces dándole todo el apoyo que merecía. Algunos gritaban deseándole suerte y muchos otros le maldecian por haber dado por baja su carrera como boxeador.

Porque sí, Jongho era uno de los mayores boxeadores asiáticos en lograr llegar tan lejos, estuvo en la UFC de la Liga de pesos medios y pudo haber estado en otras de mayor alcancepero aquello no fue su fuerte aunque estuviese invicto, simplemente no se sentía cómodo con ello y por eso volvió a sus raíces de boxeo profesional para dar por terminada su carrera.

Sin dudas era una completa honra para su país, nadie había llegado tan lejos y muy pocos eran los que mantenían las esperanzas en este tipo de deportes para los occidentales.

Sin embargo, eso no quitaba el hecho de que esta sería su última pelea. Jongho quería dedicarse a su familia, siendo esta compuesta por su hermoso novio y dos cachorros albinos.

Ese chico junto a sus dos perritos eran su vida, bajo ninguna circunstancia permitiría desprotegerlos, aunque al final del día por muy extraño que pareciese, el único protegido y mimado resultaba siendo el mismo chico que ahora saltaba las cuatro cuerdas de elástico grueso para entrar al ring de forma explosiva, creando gritos en todo el lugar.

Apenas y sabía que su contrincante había llegado por las luces led que estaban en su lado del ring pues solo podía escuchar su nombre resonar por el lunar, al parecer todos los que estaban allí resultaban siendo fans suyos.

- Nunca se había visto en la historia del boxeo una fanaticada tan completa -habló el presentador callando a la multitud en medio del ring.- No podía esperarse menos si hablamos del auténtico y mundialmente reconocido... ¡Choi Jongho!

Solo había que pronunciar su nombre para que cualquier persona gritase de emoción, definitivamente él no era Mike Tyson ni nada por el estilo, estaba seguro de que si compitiese con tal hombre quedaría destrozado por los suelos pero aunque quisiera intentarlo no podría, sus pesos y tallas iban en direcciones opuestas además de que aquel hombre se había retirado hace muchos años atrás, no le daría siquiera la oportunidad de un mano a mano.

Y definitivamente si quería mantener su récord invicto hasta el final, no podría hacer tal cosa.

Jongho aún seguía parado en su esquina del cuadrilátero acolchado en donde pelearía, simulaba golpes de calentamiento que no necesitaba porque ya lo había hecho previamente pero era algo que volvía locos a sus fans.

Necesitaba complacerlos una última vez...

- Hey, Choi -llamó su entrenador.- Es tu última pelea, pero necesito que brilles como nunca antes. Eres capaz de esto y mucho más-le alentó el chino.- Si no lo logras yo romperé tu precioso culo, ¿estamos?

Aquello solo le hizo sonreír y asentir, sin dudas su entrenador no podría llamarse Jackson Wang si no le amenazaba antes de cualquier pelea.

Le hubiese gustado responder siquiera pero le era imposible con el protector cubriendo sus dientes, además de que el presentador se había retirado hace mucho y ahora sólo estaba una chica en medio del ring anunciando que ese sería su primer round.

Jongho se preparó viendo una última vez a su entrenador para comenzar a saltar suave en su puesto de un lado a otro dando calor a sus piernas mientras esperaba su señal.

Su contrincante estaba hirviendo en cólera puesto que los gritos para Jongho se iban haciendo más y más grandes.

Cabe destacar que este era la segunda vez que veía a su contrario, éste le había pedido una revancha luego de su primer encuentro en donde Jongho le había noqueado en menos de un minuto, era una máquina sin dudas.

Lee Donghu, era de su misma altura y unas libras mayor a las suyas además de ser unos cuantos años mayor que él mismo -tomando en cuenta que su edad propia no era mayor a veinticinco años-, sin dudas su contrario tenía mucha más experiencia que él mismo y lo sabía.

El único problema con Lee, es el mismo que estaba presentando ahora cuando el referring daba sus últimas reglas típicas para iniciar.

Conocía tan de memoria todo que no le hizo falta volverlo a escuchar era como especie de un monólogo, podría jurar que cuando no soñaba con su hermoso novio, lo hacía con esas palabras repitiéndose en su mente constantemente.

En definitiva necesitaba salir de todo esto.

- ¡Empiezen! -dictó el hombre con una mano en medio de ambos cuerpos para alejarla rápidamente y comenzar a dar saltos cortos por todo el perímetro para observarles.

Jongho subió su guardia cuando vió a Lee venir con rapidez contra él lanzando fuertes y rápidos golpes en su contra, algunos dieron en sus costados pero no fue nada grave, Choi ya se lo esperaba.

Sin dudas tenía un plan, el ego de Donghu lo era todo y por su ambición de ganar cada contienda era que terminaba perdiendo, dejaba al descubierto sus puntos débiles.

Por desgracia eso lo había hecho en el pasado y ahora lo volvía a hacer cuando creía tener todo bajo control.

Jongho había bajado su guardia, era momento de actuar. Pero, sin dudas no había esperado aquel puñetazo sobre su mandíbula, le descolocó por completo y Lee supo aprovechar eso al proporcionar un buen derechazo en la costilla contraria para luego estrellar su izquierda en el pómulo contrario.

Lo tenía, esta vez sí lo tenía.

Donghu avanzaba a largos pasos en busca de acorralar al menor entre las cuerdas y allí hacer de él una papilla como siempre quizo desde el inicio.

Sin embargo, Jongho no se dejaría quitar su título invicto en su última pelea.

Choi en un rápido movimiento subió sus defensas cubriendo su rostro y torso notando que los golpes contrarios iban perdiendo velocidad.

Esa era una de las más grandes desventajas, mientras que Donghu era más fuerte y de brazos más largos, Jongho tenía mucha más resistencia y agilidad.

Jongho a diferencia de Lee, él sí disfrutaba de aquel deporte y no sólo lo hacía por dinero como el segundo mencionado, era por ello que ahora había implementado su izquierda por el costado externo del mayor dando justo en parte de sus riñones, luego aprovechó aquella desventaja que mantenía Donghu sin aire aparente para dar un triple a su rostro rompiendo su nariz y pómulo en el último golpe.

Jongho no sólo se detuvo allí él siguió con sus famosas combinaciones hasta marear al contrario. Su fanaticada estalló en gritos cuando con solo su gancho derecho dirigido a la mandíbula de Lee, le hizo caer de inmediato.

El referring contó hasta diez estando a un lado del cuerpo de Donghu, quien aunque intentó levantarse un par de veces no pudo.

Choi Jongho había ganado su última pelea, ahora iría a su casa para consentir y mimar a su dulce novio.

Claro, eso si es que la vida se lo permitía y Donghu no fuese tan rencoroso, juntando lo mal perdedor que era.

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